Cómo Es Una Persona Que Tiene Esquizofrenia

Cómo Es Una Persona Que Tiene Esquizofrenia
Síntomas – La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición), comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada, y reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:

Fantasías. Son creencias falsas que no tienen base en la realidad. Por ejemplo, crees que estás siendo perjudicado o acosado; ciertos gestos o comentarios se dirigen a ti; tienes una habilidad o fama excepcionales; otra persona está enamorada de ti; o está a punto de ocurrir una catástrofe importante. Las fantasías se producen en la mayoría de las personas que tienen esquizofrenia. Alucinaciones. Por lo general implican ver o escuchar cosas que no existen. Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, tienen toda la fuerza y la repercursión de una experiencia normal. Las alucinaciones pueden implicar cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más común. Pensamiento desorganizado (discurso). El pensamiento desorganizado se infiere a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz se puede ver afectada y las respuestas a preguntas pueden no relacionarse con estas de manera parcial o completa. En raras ocasiones, el habla puede incluir el agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan entender, lo cual suele conocerse como ensalada de palabras. Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal. Esto puede mostrarse de varias maneras, desde la tontería infantil hasta la agitación impredecible. El comportamiento no está enfocado en un objetivo, así que es difícil hacer las tareas. El comportamiento puede incluir resistencia a seguir instrucciones, postura inadecuada o extraña, una completa falta de respuesta o movimiento inútil o excesivo. Síntomas negativos. Esto se refiere a la capacidad limitada para vivir de manera normal, o a la falta de ella. Por ejemplo, la persona puede descuidar su higiene personal o parecer que carece de emociones (no hace contacto visual, no cambia las expresiones faciales o habla en un tono monótono). Además, la persona puede perder interés en las actividades cotidianas, retraerse socialmente o carecer de la capacidad de experimentar placer.

Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y la gravedad, con periodos de empeoramiento y remisión de los síntomas. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes. En los hombres, los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre principios y mediados de los 20 años.

¿Cómo reconocer a una persona con esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno serio que afecta como la persona piensa, siente y actúa. Alguien que tenga esquizofrenia puede que tenga dificultad distinguiendo entre lo que es real y lo que es imaginario; puede que se sienta cohibido o se sienta alienado; y puede que tenga dificultades expresando emociones normales en situaciones sociales.

  1. Contrario a lo que el público cree, la esquizofrenia no es un desdoblamiento de la personalidad o multiples personalidades.
  2. La mayoría de las personas con la esquizofrenia no son violentos y no son causa de peligro para otros.
  3. La esquizofrenia no es causada por las experiencias de la niñez, falta de crianza adecuada o falta de fuerza de voluntad, ni tampoco son los síntomas iguales para cada persona.

La esquizofrenia afecta casi 1% de la población mundial. En los Estados Unidos una persona de cada cien, como 2.5 millones, tiene esta enfermedad. No respeta raza, cultura o fronteras económicas. Los síntomas usualmente aparecen entre las edades de 13 a 25 años, pero frecuentemente aparecen más temprano, más en los hombres que en las mujeres.

¿Qué causa la esquizofrenia? La causa de la esquizofrenia no es aún clara. Algunas teorías sobre la causa de esta enfermedad incluyen: Genética (herencia), biológica (desequilibrio en las químicas del cerebro); y/o posible infecciones virales y trastornos del sistema inmune. Genética (Herencia). Los científicos reconocen que el trastorno tiende a presentarse en familias y que la persona hereda la tendencia a desarrollar la enfermedad.

La esquizofrenia puede ser también causada por eventos ambientales, como las infecciones virales o situaciones de altas tensiones, o una combinación de ambas cosas. Igual a otrasenfermedades que están relacionadas a la genética, la esquizofrenia aparece cuando el cuerpo experimenta cambios hormonales y físicos, como los que ocurren durante la pubertad en los adolescentes y los jóvenes adultos.

  • Química. La genética ayuda a determinar como el cerebro usa ciertas químicas.
  • Las personas con esquizofrenia tienen un desequilibrio de las químicas del cerebro (el serotonin y la dopamina) los cuales son neurotransmisores.
  • Estos neurotransmisores permiten a las células de los nervios en el cerebro que se envíen mensajes unos a otros.

El desequilibrio de estas químicas afectan la forma en que el cerebro de la persona reaccione a los estímulos – lo cual explica porque la persona con esquizofrenia puede sentirse abrumada por la información que recibe por los sentidos (música ruidosa o luces brillantes) que otras personas pueden fácilmente controlar.

Este problema de procesar diferentes sonidos, visiones, olores y sabores también pueden causar alucinaciones y ilusiones. ¿Cuáles son las señales tempranas de la esquizofrenia? Las señales de la esquizofrenia son diferentes para cada persona. Los síntomas pueden desarrollarse lentamente durante meses o años, o pueden aparecer repentinamente.

La enfermedad puede aparecerse y desaparecerse en ciclos de recaída y remisión. Comportamientos que pueden ser señales tempranas de la esquizofrenia incluyen:

Oyendo o viendo cosas que no están allí Un sentimiento constante de que lo están viendo Manera de hablar o de escribir que es peculiar o que no tiene sentido Posiciones del cuerpo que son raras Sintiéndose indiferente en situaciones bien importantes Deterioro del estudio o del trabajo Cambios en la higiene o de apariencias Un cambio de personalidad Aumento en el aislamiento de situaciones socials Respuestas irracionales, amargas o temerosas hacia seres queridos Incapacidad de dormir o de concentrarse Comportamiento inapropiado o raro Preocupación extrema sobre la religión y lo oculto.

Si usted o su ser querido experimenta varios de estos síntomas por mas de dos semanas, busque ayuda inmediatamente. ¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia? Un profesional de la salud médica o mental puede que use los siguientes términos cuando discuta los síntomas de la esquizofrenia. Síntomas positivos son disturbios que son “añadidos” a la personalidad de la persona.

Ilusiones —ideas falsas—los individuos pueden creer que alguien los está espiando, o que ellos son alguien famoso. Alucinaciones —viendo, sintiendo, saboreando, escuchando o oliendo algo que verdaderamente no existe. La experiencia más común es la de escuchar voces imaginarias que dan mandatos o hacen comentarios al individuo. El habla y el pensamiento trastornado —cambiando de un tema a otro, de una manera sin sentido. Los individuos pueden crear sus propias palabras y sonidos.

Síntomas negativos son capacidades que son “perdidas” de la personalidad de la persona.

Alienación social Apatía extrema Falta de motivación o iniciativa Falta de respuesta emocional

¿Cuáles son las diferentes clases de esquizofrenia?

Esquizofrenia paranoica —la persona se siente extremadamente sospechosa, perseguida, o con sentimientos de grandiosidad, o siente una combinación de estas emociones. Esquizofrenia desorganizada —la persona es frecuentemente incoherente en el hablar y en el pensar,pero puede que no tenga ilusiones. Esquizofrenia catatónica —la persona está alienada, silenciosa, negativa y frecuentemente asume posiciones del cuerpo bien extrañas. Esquizofrenia residual —la persona ya no experimenta ilusiones o alucinaciones, pero no siente motivación ni interés por la vida. Trastorno esquizoafectivo —la persona tiene ambos síntomas de la esquizofrenia y de trastorno mayor de ánimo tal como la depresión.

¿Qué tratamientos están disponibles para la esquizofrenia? Si usted sospecha que alguien quien usted conoce está experimentando los síntomas de la esquizofrenia, anímelos a que visiten a un profesional médico o de la salud mental inmediatamente. Tratamiento a tiempo—tan pronto como el primer episodio—puede significar un mejor resultado al largo plazo.

Esquizofrenia Recobro y Rehabilitación Aunque no existe una cura para la esquizofrenia, muchas personas con la enfermedad pueden llevar vidas productivas y gratificantes con el debido tratamiento. El recobro es posible por medio de una variedad de servicios, incluyendo medicinas y programas de rehabilitación.

La rehabilitación puede ayudar a que una persona recobre la confianza y capacidad necesaria para vivir una vida productiva e independiente en la comunidad. Las clases de servicios queayudan a una persona con la esquizofrenia son:

Manejo/Asistencia del Caso ayuda a las personas a que puedan recibir servicios, asistencia financiera, tratamiento y otros recursos. Programas de Rehabilitación Psicosocial son programas que ayudan a las personas a recobrar capacidades tales como: empleo, cocinar, limpiar, presupuestar, compras, socialización, resolver problemas, y manejo/enfrentamiento a las tensiones. Grupos de auto-ayuda proveen apoyo continuó e información a las personas con enfermedades mentales serias por medio de individuos quienes han experimentado ellos mismos la enfermedad mental. Centros de visita son lugares donde los individuos con la enfermedad mental pueden socializarse y/o recibir apoyo y servicio informal cuando lo necesitan. Programas de viviendas ofrecen una serie de apoyos y supervisión desde 24 horas de vivienda supervisada hasta apoyo por medio de visitas cuando se necesita. Programas de empleo ayuda a individuos encontrar empleo y/o conseguir las capacidades necesarias para regresar a la fuerza laboral. Terapia/Consejería incluye diferentes formas de terapia del “hablar”, tanto por individuo como de grupo, que pueden ayudar tanto al paciente como a los miembros de la familia a mejor comprender la enfermedad y compartir sus preocupaciones. Servicios de Crisis incluyen líneas de emergencia de 24 horas, consejería después de las horas comunes, colocación residencial e internamiento hospitalario.

Medicina La nueva generación de medicinas antipsicóticas ayudan a las personas con esquizofrenia a que vivan vidas gratificantes. Ayudan a reducir los desequilibrios químicos que causan la esquizofrenia y reducen la posibilidad de una recaída. Como todas las medicinas, sinembargo, las medicinas antipsicóticas deberían de ser tomadas solamente bajo la supervision de un professional de salud mental.

Antipsicóticos convencionales—efectivamente controlan los síntomas “positivos” tales como las alucinaciones, ilusiones y la confusion de la esquizofrenia. Antipsicóticos de la nueva generación (también llamados atípicos)—tratan tanto los síntomas positivos como los negativos de la esquizofrenia, frecuentemente con menos efectos secundarios.

Los efectos secundarios son comunes con las drogas antipsicóticas. Van desde los efectos secundarios leves tales como la boca seca, visión borrosa, estreñimiento, somnolencia y mareos que usualmente desaparecen después de unas semanas, hasta los efectos secundarios más serios tales como teniendo problemas con el control de los músculos, caminando, estremecimientos y movimientos faciales incontrolables (ticks).

¿Qué puede sentir una persona con esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno mental caracterizado por la existencia de pérdida de contacto con la realidad (psicosis), alucinaciones (por lo general consistentes en oír voces), falsas creencias firmemente sostenidas (delirios), alteraciones del pensamiento y de la conducta, reducción en la expresión emocional, disminución de la motivación, deterioro de la función mental (cognición) y problemas para desenvolverse en la vida de cada día, incluyendo el deterioro del trabajo, las relaciones sociales y el cuidado de uno mismo.

No se conocen ni la causa ni el mecanismo de la esquizofrenia. Los síntomas pueden ser muy variados, desde un comportamiento extravagante y un lenguaje desorganizado e incoherente, hasta la ausencia de emociones acompañada de un lenguaje escaso o nulo; incluso puede aparecer incapacidad para concentrarse, así como problemas de memoria. Los médicos diagnostican la presencia de esquizofrenia en función de los síntomas existentes, tras realizar las pruebas adecuadas para descartar otras posibles causas de psicosis. El tratamiento consiste en el empleo de fármacos antipsicóticos, programas de entrenamiento y actividades de apoyo comunitario, psicoterapia y educación familiar. La mejora del paciente puede estar influida por el hecho de tomar o no los medicamentos según lo prescrito. La detección y el tratamiento tempranos mejoran el funcionamiento a largo plazo.

La esquizofrenia es un importante problema mundial de salud pública. El trastorno afecta generalmente a personas jóvenes en la edad en la que comienzan a ser independientes y puede producir discapacidad y estigma social de por vida. En términos de costes personales y económicos, la esquizofrenia figura entre los peores trastornos que afectan a la humanidad.

La esquizofrenia afecta a cerca del 1% de la población mundial, por igual a hombres que a mujeres. En Estados Unidos, la esquizofrenia comporta aproximadamente 1 de cada 5 días de baja laboral y el 2,5% de todos los gastos de atención de salud. La esquizofrenia es más frecuente que la enfermedad de Alzheimer y que la esclerosis múltiple.

Entre los factores que determinan que algunas personas tengan una mayor predisposición a desarrollar esquizofrenia se incluyen los siguientes:

Predisposición genética Problemas previos, posteriores o concurrentes al momento del parto, como la infección materna por el virus de la gripe durante el segundo trimestre de embarazo, la falta de oxígeno durante el parto, el bajo peso al nacer y la incompatibilidad de grupo sanguíneo entre madre e hijo. Infecciones del cerebro Consumo de cannabis en los primeros años de la adolescencia

Las personas que tienen un progenitor o un hermano con esquizofrenia presentan un riesgo cercano al 10% de desarrollar este trastorno, en comparación con el 1% de riesgo entre la población general. En gemelos idénticos, el riesgo de que uno desarrolle esquizofrenia es de aproximadamente el 50% si el otro la padece.

Estas estadísticas sugieren la implicación de factores hereditarios. La esquizofrenia puede aparecer de forma repentina, en el curso de días o semanas o, por el contrario, de forma gradual, desarrollándose a lo largo de un periodo de años. Aunque la gravedad y las características de los síntomas varían entre las diferentes personas que padecen esquizofrenia, los síntomas suelen ser suficientemente graves para interferir con la capacidad laboral, las interacciones sociales y el autocuidado.

Sin embargo, los síntomas a veces son leves al principio (el denominado pródromo). Las personas pueden simplemente aparecer retraídas, desorganizadas o recelosas. Los médicos pueden identificar estos síntomas como el inicio de la esquizofrenia, pero a veces los reconocen solo de forma retrospectiva.

  1. La esquizofrenia se caracteriza por síntomas psicóticos, que incluyen delirios, alucinaciones, pensamiento y lenguaje desorganizados y comportamiento extraño e inapropiado.
  2. Entre los síntomas psicóticos se incluye una pérdida de contacto con la realidad.
  3. En algunas personas con esquizofrenia, se produce una disminución de la función mental (cognitiva), a veces desde el mismo comienzo de la enfermedad.

Este deterioro cognitivo conduce a dificultades en la capacidad de atención, de pensamiento abstracto y de resolución de problemas. La gravedad del deterioro cognitivo determina en gran medida la discapacidad global de las personas esquizofrénicas. Muchas personas con esquizofrenia están desempleadas y tienen poco o ningún contacto con miembros de la familia u otras personas.

Síntomas positivos Síntomas negativos Desorganización Deterioro cognitivo

Los afectados pueden presentar síntomas de cualquiera de estas categorías o de todas ellas. Los síntomas positivos implican una distorsión de las funciones normales. Se incluyen los siguientes:

Los delirios son falsas creencias que generalmente implican una interpretación errónea de percepciones o experiencias. Además, las personas mantienen estas creencias a pesar de las evidencias, que claramente las contradicen. Existen muchos tipos de delirios. Por ejemplo, las personas con esquizofrenia pueden tener delirios de persecución, creyendo que son objeto de vigilancia, persecución, engaños o tormentos. Pueden tener delirios de referencia y creer que ciertos pasajes de libros, periódicos o canciones se dirigen específicamente a ellos. También pueden tener delirios de robo o de inserción de pensamiento, creyendo que otros son capaces de leer sus mentes, que sus pensamientos pueden transmitirse a otras personas, o que fuerzas externas a ellos les imponen pensamientos o impulsos. Los delirios en la esquizofrenia pueden ser extraños o no. Las ideas delirantes extrañas son claramente inverosímiles y no derivan de experiencias de la vida ordinaria. Por ejemplo, la persona puede creer que alguien le ha extraído sus órganos internos sin dejar cicatriz. Las ideas delirantes no extrañas se refieren a situaciones que podrían darse en la vida real, como ser perseguido, o engañado por el cónyuge o la pareja. Las alucinaciones implican oír, ver, saborear o notar físicamente cosas que nadie más percibe. Las alucinaciones auditivas son, con mucho, las más habituales. Las personas pueden oír voces en su interior que hacen comentarios críticos y abusivos sobre su comportamiento o que conversan entre sí.

Los síntomas negativos comportan una disminución o pérdida de las funciones emocionales y sociales normales. Se incluyen los siguientes:

La expresión reducida de las emociones (embotamiento afectivo) implica una muestra de poca o ninguna emoción. El rostro carece de movilidad. Las personas mantienen un contacto visual escaso o nulo. No utilizan las manos o la cabeza para dar énfasis emocional mientras hablan. Los hechos que habitualmente producirían risa o llanto no provocan en ellos respuesta alguna. La pobreza del habla se refiere a la existencia de una disminución en la productividad del lenguaje. Las respuestas a las preguntas pueden ser lacónicas, de una o dos palabras, dando la impresión de reflejar un vacío interior. La anhedonia se refiere a una disminución en la capacidad de experimentar placer. Las personas muestran poco interés por sus anteriores actividades y emplean el tiempo en otras que carecen de propósito o finalidad. La falta de sociabilidad es la ausencia de interés por relacionarse con los demás.

Estos síntomas negativos a menudo se encuentran asociados a una pérdida general de la motivación, de los objetivos y del sentido de propósito. La desorganización implica la existencia de trastornos del pensamiento y de comportamiento extravagante:

El trastorno del pensamiento se refiere a la desorganización del pensamiento, que se manifiesta a través de la incoherencia del lenguaje o de cambios constantes de un tema a otro. El lenguaje puede ser levemente desorganizado o totalmente incoherente e incomprensible. El comportamiento extravagante puede adoptar la forma de tonterías infantiloides, agitación o bien aspecto, higiene o conductas inapropiados. La catatonia es una forma extrema de comportamiento extravagante en la que la persona mantiene una postura rígida y resiste la fuerza ejercida por otros para ser movida o, por el contrario, se mueve repentinamente de manera aleatoria.

El deterioro cognitivo se refiere a la dificultad para concentrarse, recordar, organizar, planificar y resolver problemas. Algunas personas son incapaces de concentrarse suficientemente para poder leer, seguir el hilo de una película o de un programa de televisión, o seguir instrucciones.

Otras son incapaces de ignorar distracciones o de permanecer centradas en una tarea. Por lo tanto, las tareas que implican atención a los detalles, desarrollo de procedimientos complicados, toma de decisiones y comprensión de interacciones sociales pueden ser imposibles de llevar a cabo. Aproximadamente entre el 5 y el 6% de las personas con esquizofrenia se suicidan, alrededor del 20% lo intentan y muchos más tienen pensamientos significativos de suicidio.

El suicidio es la principal causa de muerte prematura entre las personas jóvenes con esquizofrenia y es una de las principales razones por las que este trastorno reduce el promedio de vida en 10 años. El riesgo de suicidio es mayor en las personas que desarrollan esquizofrenia en etapas tardías de su vida y que presentaban un funcionamiento normal antes de la aparición de la enfermedad.

  1. Estas personas conservan la capacidad de sufrir dolor y angustia, por lo que es más probable que actúen llevados por la desesperación al ser conscientes de los efectos de su trastorno.
  2. Estas personas son también los que tienen un mejor pronóstico de recuperación.
  3. Contrariamente a la opinión popular, las personas con esquizofrenia presentan solamente un ligero aumento del riesgo de comportamiento violento.

Las amenazas violentas y los arrebatos agresivos menores son mucho más frecuentes que los comportamientos gravemente peligrosos. En muy pocos casos, personas gravemente deprimidas, aisladas o paranoicas atacan o asesinan a quienes perciben como la única fuente de sus dificultades (por ejemplo, una autoridad, una celebridad o su propio cónyuge).

Personas con delirios de que están siendo perseguidas Personas en cuyas alucinaciones se les insta a cometer actos violentos Personas que no toman los medicamentos que se les ha prescrito

Sin embargo, incluso teniendo en cuenta los factores de riesgo, a los médicos les resulta difícil predecir con exactitud si una determinada persona con esquizofrenia cometerá un acto violento.

Evaluación de un médico, en base a criterios específicos Análisis y pruebas de diagnóstico por la imagen para descartar otros trastornos

No existe una prueba definitiva para el diagnóstico de esquizofrenia. El médico establece el diagnóstico basándose en una evaluación integral de los antecedentes y síntomas de la persona. La esquizofrenia se diagnostica cuando se cumplen las dos condiciones siguientes:

Dos o más de los síntomas característicos (delirios, alucinaciones, discurso desorganizado, comportamiento desorganizado, síntomas negativos) persisten por lo menos durante 6 meses. Estos síntomas provocan un deterioro significativo del funcionamiento en el trabajo, la escuela o las relaciones sociales.

La información procedente de familiares, amigos o profesores suele ser importante para establecer la fecha de inicio del trastorno. Se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen del cerebro, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN) para descartar un tumor cerebral.

Aunque las personas con esquizofrenia presentan alteraciones cerebrales que pueden visualizarse en una tomografía computarizada (TC) o en una resonancia magnética nuclear (RMN), tales anomalías no son lo suficientemente específicas para ayudar a establecer el diagnóstico de la esquizofrenia. Además, los médicos intentan descartar una serie de trastornos mentales que comparten características con la esquizofrenia, como el trastorno psicótico breve Trastorno psicótico breve Los síntomas del trastorno psicótico breve se asemejan a los delirios, las alucinaciones u otros síntomas de esquizofrenia psicóticos, pero duran mucho menos tiempo (de 1 día a 1 mes).

Las personas. obtenga más información, el trastorno esquizofreniforme Trastorno esquizofreniforme El trastorno esquizofreniforme causa síntomas de esquizofrenia, pero estos duran solo de 1 a 6 meses. Como en la esquizofrenia, las personas afectadas por trastorno esquizofreniforme presentan.

  1. Obtenga más información, el trastorno esquizoafectivo Trastorno esquizoafectivo El trastorno esquizoafectivo se caracteriza por la presencia de síntomas de trastorno del estado del ánimo, como depresión o manía, junto con síntomas de esquizofrenia.
  2. La psicosis se refiere.
  3. Obtenga más información y el trastorno de personalidad esquizotípica Trastorno esquizotípico de la personalidad El trastorno de personalidad esquizotípica se caracteriza por un patrón generalizado de incomodidad intensa y capacidad reducida para las relaciones cercanas, por una forma distorsionada de.

obtenga más información, La detección y el tratamiento tempranos se han convertido en los principios rectores para el control de la esquizofrenia. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados. El cumplimiento del tratamiento farmacológico determina en gran medida el pronóstico de los casos de esquizofrenia.

  • Sin tratamiento farmacológico, entre el 70 y el 80% de las personas afectadas presentan un nuevo episodio durante el primer año tras el diagnóstico.
  • El cumplimiento del tratamiento farmacológico puede reducir este porcentaje hasta situarlo cerca del 30%, además de disminuir la gravedad de los síntomas de modo significativo en la mayoría de las personas.

En las personas que no toman la medicación prescrita, la probabilidad de reingreso aumenta considerablemente durante el primer año tras el alta hospitalaria. El seguimiento correcto de las indicaciones farmacoterapéuticas reduce en gran medida la probabilidad de reingreso hospitalario.

A pesar del beneficio demostrado por la farmacoterapia, la mitad de las personas con esquizofrenia no siguen la medicación prescrita. Algunas no reconocen su enfermedad y se resisten a tomar fármacos. Otras abandonan el tratamiento debido a efectos adversos desagradables. Y por último, en algunos casos, los factores que impiden la toma adecuada de la medicación son los problemas de memoria, la desorganización o directamente la falta de dinero.

La probabilidad de conseguir que se siga el tratamiento prescrito aumenta cuando se tratan estos factores. Por ejemplo, si los efectos adversos de los fármacos constituyen el problema principal, puede ser útil un cambio de medicación. La relación habitual y de confianza con el médico u otro psicoterapeuta ayuda a las personas con esquizofrenia a aceptar su enfermedad más fácilmente y a reconocer la necesidad de seguir el tratamiento prescrito.

Un tercio de las personas afectadas alcanzan una mejora significativa y duradera. Otro tercio alcanza un cierto grado de mejora, pero sufre recaídas intermitentes y discapacidades residuales. El tercio restante presenta una discapacidad grave y permanente.

Sólo alrededor del 15% de todas las personas con esquizofrenia son capaces de funcionar igual que antes de desarrollar la enfermedad. Los factores asociados a un mejor pronóstico son:

Inicio repentino del trastorno Edad avanzada cuando comienzan los síntomas Nivel adecuado de habilidades y logros previo al inicio de la enfermedad Deterioro cognitivo poco importante Presencia de pocos síntomas negativos (como la reducción de la expresión de las emociones) Transcurso de poco tiempo entre el primer episodio psicótico y el tratamiento

Los factores asociados a un peor pronóstico son:

Los síntomas aparecen a una edad más temprana Problemas de funcionamiento en situaciones sociales y en el trabajo antes de enfermar Antecedentes familiares de esquizofrenia Presentación de muchos síntomas negativos Transcurso de un período prolongado de tiempo entre el primer episodio psicótico y el tratamiento

Los hombres tienen un peor pronóstico que las mujeres. Las mujeres responden mejor al tratamiento con fármacos antipsicóticos.

Antipsicóticos Psicoterapia Atención especializada coordinada

Generalmente, el tratamiento de la esquizofrenia tiene como objetivos

Reducir la gravedad de los síntomas psicóticos Prevenir la recurrencia de los episodios sintomáticos y el deterioro funcional asociado Proporcionar apoyo y con ello permitir que la persona funcione al nivel más alto posible

La detección temprana y el tratamiento temprano son importantes. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados. Los fármacos antipsicóticos, la rehabilitación y las actividades de apoyo comunitario, así como la psicoterapia, son los pilares fundamentales del tratamiento.

  • Facilitar información a las familias acerca de los síntomas y el tratamiento de la esquizofrenia (psicoeducación familiar) ayuda a proporcionar apoyo a la persona con esquizofrenia y a que los profesionales de la salud puedan mantenerse en contacto ella.
  • La atención especializada coordinada, que incluye entrenamiento de resistencia, terapia personal y familiar, tratamiento de la disfunción cognitiva y apoyo laboral, es un aspecto importante de la recuperación psicosocial.

Los antipsicóticos Fármacos Antipsicóticos La psicosis se refiere a síntomas como delirios, alucinaciones, pensamiento y habla desorganizados y conductas motoras extrañas e inapropiadas que indican pérdida de contacto con la realidad. obtenga más información pueden ser eficaces en la disminución o supresión de síntomas como delirios, alucinaciones y pensamiento desorganizado.

  1. Una vez han desaparecido los síntomas más urgentes, el uso continuado de fármacos antipsicóticos reduce sustancialmente la probabilidad de episodios futuros.
  2. Sin embargo, los antipsicóticos tienen efectos secundarios significativos entre los que se encuentran: somnolencia, rigidez muscular, temblores, movimientos involuntarios (por ejemplo, discinesia tardía), aumento de peso e inquietud.

Con los nuevos medicamentos antipsicóticos (segunda generación), que son los que se prescriben con más frecuencia, la probabilidad de que aparezcan rigidez muscular, temblores y discinesia tardía es menor que con los antipsicóticos convencionales (primera generación).

Los programas de rehabilitación y de apoyo, como el entrenamiento en habilidades laborales, están dirigidos a la enseñanza de las aptitudes necesarias para vivir en comunidad en lugar de en una institución. Estas habilidades permiten a las personas con esquizofrenia trabajar, hacer compras, cuidar de sí mismas, gestionar el hogar y relacionarse con los demás.

Los servicios comunitarios de apoyo ofrecen servicios que permiten a las personas con esquizofrenia vivir de la forma más independiente posible. Estos servicios incluyen un apartamento o un piso compartido con la presencia permanente de un miembro del personal que se asegura de que la persona con esquizofrenia toma los medicamentos que le han sido prescritos o que le ayuda con las finanzas.

O bien un miembro del personal puede visitar la casa de la persona periódicamente. Puede requerirse la hospitalización ante recaídas graves de la enfermedad, o incluso el ingreso involuntario si la persona representa un peligro para sí misma o para los demás. Sin embargo, el objetivo general es lograr que la persona viva en comunidad.

Una pequeña parte de la población con esquizofrenia es incapaz de vivir de manera independiente, ya sea porque tienen síntomas graves y/o persistentes o porque el tratamiento farmacológico no resulta efectivo en su caso. Estas personas necesitan una atención continuada en un entorno seguro y de apoyo.

  • Los grupos de apoyo y de defensa, tales como la National Alliance on Mental Illness (En Estados Unidos), a menudo son útiles para las familias.
  • En general, la psicoterapia no disminuye los síntomas de la esquizofrenia.
  • No obstante, la psicoterapia puede ser útil para establecer una relación de colaboración entre la persona afectada, sus familiares y el médico.

De este modo, la persona aprende a comprender y manejar mejor su trastorno, a tomar los fármacos antipsicóticos según lo prescrito y a controlar las situaciones estresantes que puedan agravar su enfermedad. Una buena relación entre médico y paciente es con frecuencia un determinante sustancial del éxito del tratamiento.

  • Si las personas con esquizofrenia viven con sus familias, tanto ellas como sus familiares pueden beneficiarse de un programa de psicoeducación.
  • Esta formación proporciona a las personas afectadas y a sus familiares información sobre el trastorno y las formas de manejarlo, por ejemplo, mediante la enseñanza de habilidades para afrontarlos.

Esta formación puede ayudar a prevenir las recaídas.

National Alliance on Mental Illness (NAMI), Schizophrenia (Alianza Nacional para las Enfermedades Mentales, Esquizofrenia): la NAMI promueve la concienciación continua sobre la esquizofrenia, así como las iniciativas educativas y de defensa para apoyar a quienes la sufren, además de servicios de respuesta a las crisis (incluyendo una línea de ayuda) para ayudar a los necesitados.

¿Cómo hablar con una persona que tiene esquizofrenia?

Consejos para tratar a la persona con esquizofrenia: – Cada persona que padece esquizofrenia es distinta. Con el tratamiento farmacológico y psicológico adecuado, y con apoyo social, pueden llevar una vida normalizada. Para ellos, al igual que para cualquier otra persona, es muy importante poder sentirse integrados en su familia, así como tener amigos.

En la fase aguda : cuando la persona presenta síntomas como alucinaciones y/o delirios, es importante no confrontarle directamente con la realidad. Es el momento de proponerle ir a la revisión con su psiquiatra de referencia. En la fase de recuperación : en esta etapa le ayudará llevar una vida con cierta rutina y estructura. En general, conviene que haya figuras estables y cercanas a su alrededor, pero que le pregunten sin agobiarlo. Es importante incluirlo en eventos sociales, pero siempre respetando, como con cualquier otra persona, sus aficiones, inquietudes y motivaciones.

En general, es importante tener en cuenta sus ritmos, evitando sobrecargarle con varias demandas al mismo tiempo. También mostrarle disponibilidad, procurar no estar hablando en exceso de cosas negativas. Además, intentar reducir la expresión de crítica y tensión en casa y en la familia. Anímale a hablar con su psiquiatra y psicólogo cuando se note mal.

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¿Cómo es una persona con esquizofrenia en el amor?

El esquizofrénico, como el enamorado, desfa- llece en el amor, pero en solitario, sin ese recipiente carnal o ideal que el otro nos cede para intentar alojarnos en él y evitar la amenaza de la ausencia.

¿Qué enfermedad se puede confundir con la esquizofrenia?

El trastorno esquizoafectivo es un trastorno de salud mental que se caracteriza por una combinación de síntomas de esquizofrenia, como alucinaciones o delirios, y síntomas de trastornos del estado de ánimo, como depresión o manía.

¿Qué pasa en el cerebro de una persona con esquizofrenia?

En el mundo hay aproximadamente 25 millones de personas con esquizofrenia, un trastorno cuya edad media de aparición se sitúa en torno a los 25 años. El término ‘esquizofrenia’ es la combinación de dos pala­bras griegas, schizo (dividir) y phrenos (mente), y se refiere a un trastorno en el que la división de funciones mentales da lugar a un comportamien­to social anómalo, pues el paciente confunde lo que es real con lo imaginario.

La persona afectada puede sufrir alucinaciones, fundamentalmente auditivas, que pueden derivar en un estado de psicosis, es decir, en la pérdida temporal del contacto con la realidad. En muchos casos, la esquizofrenia se asocia también a estados de depresión y de ansiedad o a una capacidad reducida para sentir placer.

Además, los pacientes suelen tener problemas de interacción social y profe­sional. Aunque en la esquizofrenia la mente cambia una situación real por otra ficticia, lo cual implica un funcionamiento de la mente fuera de ‘lo normal’, existen casos de personajes geniales que han sufrido esta enfermedad.

Este es el caso de Van Gogh, que pintaba con colores que podían mejorar la misma naturaleza; de Edgar Allan Poe, cuyos relatos imaginarios exageraban (pero casi perfeccionaban) la realidad; o de otro paciente de esquizofrenia, John Nash, que obtuvo el Nobel de Economía en 1994 por el enfoque distinto que supo dar a los hechos.

A finales del siglo XIX y principios del XX había gran interés en Alemania por conocer las causas de la(s) demencia(s). Fundamentalmente, en el laboratorio del doctor Kraepelin, en Baviera, se buscaban causas de demencia diferentes a la provocada por la bacteria T-pallidum, que daba lugar a la neurosífilis, un tipo de demencia (infecciosa) bastante prevalente en aquellos tiempos.

  1. Así, buscando otros orígenes para la demencia, fue Kraepelin, que más tarde sería mentor de Alois Alzheimer, quien describió la esquizofrenia como demencia precoz.
  2. También fue quien realizó una clara distinción entre esquizofrenia y trastorno bipolar.
  3. Las causas de este trastorno todavía se desconocen con exactitud.

En cualquier caso, en la esquizofrenia aparecen algunas áreas cerebrales afectadas, como el nucleus accumbens, en donde una alta cantidad de secreción de dopamina puede dar lugar a alucina­ciones. Dado que la esquizofrenia va acompañada, a veces, con alucinaciones, un posible mecanismo para la aparición de las mismas podría estar basado en cambios en la transmisión dopaminérgica.

  • Dicha transmisión depende de la dopamina y de los receptores celulares a los que asoci a.
  • Se ha sugerido que, en la esquizofrenia, la cantidad o la presencia de variantes de estos receptores dopaminérgicos puedan tener una función en el desarrollo de la patología,
  • Recientemente, además, se ha señalado que una elevación anormal de un tipo específico de receptores de dopamina (DRD2) en regiones del tálamo puede estar relacionada con las alucinaciones audi­tivas.

De hecho, muchos estudios apuntan a una variante del gen que expresa dichos receptores DRD2 como un importante factor de riesgo. Otra área afectada es la corteza prefrontal, donde tiene lugar una deficiente secreción de dopa­mina, la cual se ha relacionado con los problemas de an­siedad o con la aparición, en ocasiones, de conductas violentas o de desarraigo social.

Aun­que no muy específica de esta enfermedad, otra posible característica son los niveles elevados de homocisteína. Se cree que este aminoácido puede interac­cionar con determinados receptores de glutamato (receptores tipo NMDA) y provocar estrés oxidativo, es decir, un desequilibrio entre la producción y la eliminación de especies reactivas del oxígeno o radicales libres, y muerte neuronal.

Es un hecho constatado que la esquizofrenia comparte con las demencias seniles la pérdida de comunicación neuronal (sinapsis), que puede observarse parcialmente por la pérdida de espinas dendríticas. Respecto a las causas de la esquizofrenia, es posible que en algunos casos tenga un origen familiar.

Es lo que ocurre con el gen implicado en la expresión de DRD2 –provocada por una translocación entre los cromosomas 1 y 11– denominada DISC-1 (disrupted in schizo­phrenia 1) y que puede inducir a la aparición del trastorno. Eso sí, aunque el nombre del gen se ha relacionado con la esquizofrenia, algunos portadores de la translocación pueden su­frir otros problemas como, por ejemplo, la enfermedad maníaco-depresiva,

Por otro lado, además de los factores genéticos, se cree que el modo de vida durante el desarrollo de una persona puede afectar a la aparición de la enferme­dad. Así, se ha señalado que un defecto en la cantidad de vitamina D en la infancia o problemas de nutrición durante el desarrollo fetal pueden suponer riesgos para padecer esquizofrenia cuando se llega a la edad adulta.

Fuente: 20 minutos (CSIC) Foto: El Coleccionista de Instantes Fotografía & Video

¿Cuáles son los síntomas negativos?

¿Qué son los síntomas negativos de la psicosis? – Los síntomas negativos son aquellos que nos indican un empobrecimiento de la personalidad de la persona, afectando a su estado anímico y a sus relaciones sociales. Entre los síntomas negativos más predominantes encontramos la expresión emotiva disminuida, el retraimiento social, la falta de energía para hacer las cosas (abulia), la falta de placer al hacer las cosas que agradan (anhedonia) y la indiferencia emocional.

¿Qué pasa si una persona con esquizofrenia tiene un hijo?

Un duro legado Las víctimas de la esquizofrenia legan a sus hijos el peso de una duda y los dolores de un estigma. Los niños crecen sin saber si heredarán o no el grave trastorno del funcionamiento cerebral que produce pensamientos inconexos, alucinaciones, delirios de persecución y, en casos extremos, una completa enajenación.

  • Sucede que la esquizofrenia suele manifestarse en solamente un 13% de los hijos de pacientes, en contraste con el riesgo del 1% encontrado en la población en general, y demora en emitir sus primeras señales, que despuntan principalmente en la franja de los 20 a los 29 años.
  • Recién después de esa fase los que tienen padre o madre con la enfermedad comienzan a respirar con algún alivio, aunque, en casos raros, la enfermedad pueda manifestarse más tarde.

Investigaciones recientes revelan, no obstante, que los efectos del estigma, resultantes del prejuicio y del aislamiento social, son persistentes y alcanzan a todos, incluso a los hijos que no presentan la enfermedad. Criados generalmente en ambientes desestructurados, en los cuales la referencia paterna o materna está ausente o francamente perturbada, ellos no raramente asumen la responsabilidad de cuidar al padre o a la madre enfermos y acumulan perjuicios en su desarrollo.

La medicina estableció parámetros capaces de monitorear a los hijos de portadores de la esquizofrenia en la intención de identificar precozmente señales de la enfermedad y establecer intervenciones capaces de minimizar los efectos. En tanto, aquéllos que no desarrollan la afección son olímpicamente ignorados por las políticas de salud pública.

“Sufren desajustes en varios aspectos de sus vidas, pero es como si eso no existiesen”, afirma la psiquiatra Ángela Cristina César Terzian, profesora de la Universidad Federal de Mato Grosso (UFMT). “Los padres portadores de la enfermedad mental y sus familias tienen una interacción compleja, pero eso no es tenido en consideración en la formación de los profesionales de salud mental, en las intervenciones de los servicios públicos ni en las discusiones de la planificación de las nuevas acciones de salud en nuestro país.” Angela coordinó una investigación pionera en el país con familias de portadores de esquizofrenia que, además de fortalecer su tesis doctoral defendida en 2006, reveló el impacto de la enfermedad en la vida de los hijos de los pacientes, traducido en desajustes aunque sin heredar el mal.

Tal investigación es parte del proyecto Maternidad y paternidad en la esquizofrenia: el impacto de la enfermedad en la vida de los pacientes y sus hijos, coordinado por el profesor Jair de Jesús Mari, de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), que obtuvo financiamiento del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes).

Patrón reproductivo En dos artículos científicos, Angela presentó datos preocupantes. En uno de los estudios, divulgados el año pasado en la Revista Brasileira de Psiquiatria, analizó las tasas de fertilidad y de fecundidad en una muestra de pacientes con esquizofrenia atendida en un ambulatorio de la Unifesp, en la capital paulista.

  1. En el segundo estudio, publicado en abril de este año en los European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, ella hizo un análisis con 489 pacientes tratados en servicios de salud mental de la Región Metropolitana de Cuiabá, Mato Grosso.
  2. La comparación entre los dos universos permitió ver que el bajo patrón reproductivo de los pacientes con esquizofrenia registrado en países desarrollados se repite en Brasil urbano (São Paulo), pero probablemente no se aplica a la realidad del interior del país, como se observó en el ejemplo de Cuiabá.

En la muestra paulistana de 167 pacientes, solamente 32 tuvieron hijos. En tanto, entre las 489 personas evaluadas en la capital de Mato Grosso, 294 eran padres o madres -el equivalente al 60% de la muestra. Los índices registrados en países desarrollados son significativamente menores, alrededor del 30%.

  • En total, los pacientes cuiabanos tuvieron 828 hijos, un promedio de 3,3 por paciente con esquizofrenia.
  • El análisis hecho en Cuiabá permitió analizar el perjuicio que esa generación de hijos de portadores de esquizofrenia carga para el resto de la vida.
  • La investigadora seleccionó a 431 de ellos, con edad entre 18 y 55 años, que respondieron a un cuestionario.

Angela pudo mensurar dos tipos de problemas. De un lado, la situación profesional de los hijos de pacientes se mostró anormalmente precaria. Solamente el 50,8% de las mujeres estaban empleadas -ante un promedio de 62,4% de la población femenina brasileña.

Entre los hombres, el problema era menor, pero aún visible. Alrededor del 79,7% tenían empleo, ante un 89,7% del promedio de los hombres brasileños. Otro perjuicio diagnosticado se refiere respecto de la situación conyugal, pero, en ese caso, quienes sufren más son los hombres. Solamente el 54,7% de ellos se casaron alguna vez en la vida, ante una media nacional del 66%.

Entre las mujeres la diferencia es estadísticamente despreciable. El estudio buscó problemas relacionados a la educación, pero no encontró distinción significativa de atraso escolar entre los hijos de pacientes y la población en general. “Sucede que este parámetro es malo en toda la población brasileña”, dice Angela Terzian.

Aun así hay señales indirectas que señalan hacia un comprometimiento también en esa área. Ninguno de los hijos de pacientes entrevistados en Cuiabá consiguió obtener diploma superior. La media brasileña es del 8% de populación graduada. Aún está muy distante el consenso sobre las causas de la esquizofrenia.

Lo más probable es que se trate de un conjunto de enfermedades asociadas causadas por múltiplos factores. Los más citados son la predisposición genética y las alteraciones bioquímicas y estructurales del cerebro. Estudios recientes muestran que infecciones y hasta el estrés causado por la vida urbana y las migraciones pueden ayudar a desencadenar la enfermedad ( lea en Pesquisa FAPESP edición 95 ).

  • Es cierto que descendientes de portadores de esquizofrenia tienen propensión mayor a desarrollar la enfermedad, pero lo hereditario, por sí solo, es incapaz de explicar todas las manifestaciones de la enfermedad.
  • Ese mosaico de posibilidades torna difícil también escudriñar las causas de los prejuicios en el desarrollo neuropsicomotor de los hijos que no manifiestan el trastorno mental.

Nuevamente, no se descarta ningún tipo de ingrediente genético y que tales comprometimientos resulten de una expresión incompleta de la enfermedad. “Puede ser genética, pero también puede involucrar factores ambientales o ser causada por la falta de estímulo al desarrollo del niño consecuencia de la situación del padre o de la madre”, dice Angela Terzian.

Ciertos prejuicios tienen origen claramente cultural. Es probable que las hijas de pacientes no tengan empleo formal porque aún recaiga más sobre las mujeres la responsabilidad de cuidar del padre o de la madre enfermos. La situación conyugal se explica por el prejuicio y por el aislamiento. “Persiste el estigma de ‘hijo de paciente enfermo mental’ que perjudica las relaciones sociales”, afirma la investigadora.

Relatos de hijos de pacientes seleccionados por la investigadora revelan de forma aguda el drama descrito en las estadísticas. Son casos como el de Vinícius, de 36 años, que cuida a la madre enferma hasta hoy: “No me acuerdo de mi madre haciéndome un cariño.

Cuando yo tenía 11 años ella fue internada y me quedé tres años sin ver a mi madre. No pude estudiar, tenía que trabajar, no tuve amigos. Hoy yo la cuido a ella, ella vive conmigo, mi mujer y mis hijos. Tengo mi profesión, pero fue mucho sufrimiento. Voy viviendo la vida, intentando recuperar la vida que yo perdí allá atrás, viviendo ahora”.

Otra entrevistada por la investigadora, Silvia, de 38 años, recordó el drama de su infancia y adolescencia, conviviendo con el padre victimado por la enfermedad. “Cuando yo tenía 6 años mi padre tuvo una crisis. Él no trabajaba y se quedaba en casa cuidándome a mi y a mi hermano que tenía 8 años.

Ahí él tuvo esta crisis y nos dejó solos y desapareció. Tardó tres días para que supiéramos de él. Él fue internado y se quedó ocho meses en el hospital. Cuando él estaba en casa, nosotros nos poníamos tristes, porque sabíamos que él iba a pelear con nosotros. No era aquel padre que daba una o dos palmaditas, daba diez, 12 sopapos de verdad, por cualquier cosita que no le agradaba, él no conversaba Hoy él está bien tratado, va sin faltar al servicio de salud, toma los medicamentos, hace terapia y aprendió a hacer tapetes.

Mi hermano y yo nos turnamos para cuidarlo, pero él ayuda hasta a cuidar a mis hijos. Yo no tengo rabia. Lo que yo pueda hacer, lo hago por él hoy en día”. Uno de los objetivos de la investigación de Ángela es suministrar datos y reflexiones que ayuden a crear estrategias de salud pública volcadas para las víctimas de la esquizofrenia y sus familias.

  1. Las políticas públicas hasta hoy no contemplan la idea de que los pacientes expresan el deseo y ejercen el derecho de tener relaciones amorosas y sexuales, de constituir familia, de tener hijos y de cuidar plenamente a sus niños.
  2. Tal vez eso sea un requemor del tiempo en que no se daba a los pacientes otra alternativa que no fuera la internación en manicomios”, dice Angela Terzian.

“Actualmente, con el acceso a tratamientos que garantizan una mejor calidad de vida y mayor convivencia social, es necesario comprender que no basta dar medicamentos. El paciente tiene el derecho de escoger si quiere o no ser padre o madre y el sistema de salud necesita prepararse para dar una respuesta a esa demanda, sea ofreciendo esquemas de planificación familiar, ya sea monitoreando a los hijos y promoviendo intervenciones sociales para compensar los perjuicios identificados en las investigaciones.

Se ellos tienen dificultades para el aprendizaje, por ejemplo, es necesario trabajar eso en las escuelas”, afirma la investigadora. “Gente del campo” Dos relatos de pacientes escogidos por la investigadora son reveladores de la realidad de los pacientes en el interior de Brasil y de como eso puede cambiarse.

Uno de ellos es el de la paciente A.A.C., de 54 años, que, a pesar de la enfermedad, tuvo 11 hijos: “La gente del campo es así, tiene un montón de hijos, todo el mundo ayuda a cuidar, los parientes, los conocidos Yo tuve mi primer hijo con 18 años, después con 19, 21 y 22.

  1. Ahí ya me enfermé y tuve que tratarme y sólo fui a tener mi quinto hijo con 28 años.
  2. En el último, que tiene ahora 18 años, el médico dijo que era mejor que yo parara, porque de la manera que iba yo podía todavía tener muchos más hijos.
  3. Yo no quería, pero mi marido creyó que era mejor.
  4. Todos tienen una buena salud y ahora ellos ayudan a cuidarme”.

El segundo relato es de M.P.N., de 23 años, casada y madre de un hijo planificado, que mantiene la enfermedad bajo control con la ayuda de medicamentos: “Quedé embarazada hace dos años, ya estaba tomando remedios para la esquizofrenia, un remedio nuevo, yo estaba muy bien y mi marido y yo planificamos la gravidez.

¿Qué es esquizofrenia agresiva?

Generalidades – Si bien la mayoría de las personas con esquizofrenia no son violentas, la violencia es una de las razones por las cuales una persona que tiene esquizofrenia puede necesitar hospitalización. Es una manera de proteger a la persona o a aquellos a su alrededor hasta que pasen las ideas delirantes o las alucinaciones a menudo asociadas con la violencia.

Hablar de violencia, especialmente cuando está dirigida a personas o grupos de personas en particular (como antiguos colegas de trabajo) o lugares, como escuelas, iglesias o edificios gubernamentales. Hablar, escribir o dibujar sobre la muerte y la violencia. Tener cambios de ánimo inexplicables o comportarse en forma agresiva o violenta. Los actos agresivos pueden incluir burlarse y mofarse de otros con insultos; amenazar, reírse de otros o hacerles juegos psicológicos a otras personas; o amenazar por teléfono. Comprar armas u otros medios, como sustancias tóxicas, que pudieran herir o matar a personas, o hablar de estas cosas. No asumir la responsabilidad por las propias acciones o decir que las acciones están justificadas por cómo ha sido tratada la persona. Beber alcohol o consumir drogas ilegales con más frecuencia. Aumento del miedo de otras personas (paranoia). Decirle a alguien que oye voces que le dicen que hiera o mate a otra persona.

Revisado: 20 octubre, 2022 Autor: El personal de Healthwise Evaluación médica: Kathleen Romito MD – Medicina familiar & Christine R. Maldonado PhD – Salud de la Conducta Esta información no reemplaza el consejo de un médico. Healthwise, Incorporated, niega toda garantía y responsabilidad por el uso de esta información.

¿Qué se debe hacer frente a una persona que alucina?

Dar palmaditas suaves puede dirigir la atención de la persona hacia usted y reducir los síntomas. También busque razones o sentimientos detrás de la alucinación o el delirio y trate de averiguar lo que significan para la persona.

¿Cómo se comporta una persona con psicosis?

Los síntomas de la psicosis incluyen delirios (creencias falsas) y alucinaciones (ver u oír cosas que otros no ven ni oyen). Otros síntomas incluyen hablar de forma incoherente o sin sentido y comportarse de forma inapropiada para la situación en la que se encuentra.

¿Dónde puedo internar a una persona con esquizofrenia?

El Centro Integral de Salud Mental (CISAME) del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Proporciona servicios integrales orientados a la prevención y atención ambulatoria de psicopatologías diversas y en caso de requerirse, refiere a los usuarios a unidades hospitalarias. Objetivo: Proporcionar prevención y atención ambulatoria con especial énfasis en actividades de promoción, diagnóstico temprano, tratamiento oportuno y rehabilitación de niños, adolescentes, adultos y adultos mayores con trastornos mentales.

¿Cómo dormir a una persona con esquizofrenia?

Melatonina en pacientes esquizofrénicos ambulatorios con insomnio Estudio doble ciego, placebo controlado | 04 JUL 07 Los disturbios del dormir o el insomnio secundario, están frecuentemente asociados con desórdenes psiquiátricos, así como con muchas situaciones médicas o quirúrgicas.

El sueño es un importante proceso fisiológico restaurativo. Los neurotransmisores como la melatonina, la acetilcolina, la serotonina, la noradrenalina y otros están involucrados en la inducción y el mantenimiento del sueño (1,2). Los disturbios del dormir o el insomnio secundario, están frecuentemente asociados con desórdenes psiquiátricos, así como con muchas situaciones médicas o quirúrgicas.(3).

La melatonina ( N-acetyl-5-methoxytryptamina), un promotor del sueño endógeno, es un hormona segregada por la glándula pineal. Los niveles de melatonina aumentan por la noche; la variación diurna se encuentra sincronizada por el ciclo luz-oscuridad y ayuda a mantener el ritmo circadiano.(1).

Los bajos niveles de melatonina y los disturbios en la variación diurna de su secreción se encuentran asociados con insomnio.(4).El suministro exógeno de melatonina ha sido utilizado con éxito para el tratamiento del insomnio asociado con una alteración en el patrón secretor de melatonina. Las condiciones en las cuales la melatonina exógena ha sido aprobada terapéuticamente incluyen: los desórdenes en las fases del sueño como el jet-lag (viajes tras meridianos), el shift-work (turnos rotativos) y en los ciegos.

La melatonina también ha demostrado que tiene propiedades hipnóticas en el insomnio asociado con la edad mayor. También se la ha utilizado con éxito en el caso de la manía (8) y otras enfermedades médicas.(9).para tratar el insomnio.En el caso puntual de la esquizofrenia, los pacientes experimentan comúnmente insomnio, habitualmente les cuesta conciliar el sueño o mantenerlo.(10,11); por lo cual algunos de ellos presentan un sueño de mala calidad o una disminución en el tiempo total de sueño, de tal importancia que hace necesario una atención clínica individualizada de este problema; ya que el insomnio ocasiona stress, el cual puede empeorar la psicopatología en el paciente esquizofrénico, así como su correcto tratamiento reduce la severidad de la enfermedad y mejora la calidad de vida,

En los pacientes esquizofrénicos no tratados con antispicóticos el pico nocturno de melatonina se encuentra disminuido, patrón que no retorna a la normalidad a pesar de la mejoría clínica con el tratamiento antipsicóticos(12,13). Además en los pacientes con patologías crónicas, se encuentra una disminución en el pico nocturno de melatonina no observable en los estadios iniciales de esa alteración.

Si bien el insomnio en los pacientes con esquizofrenia puede ser tratado Para continuar leyendo debe ingresar con su usuario de IntraMed : Melatonina en pacientes esquizofrénicos ambulatorios con insomnio

¿Qué drogas pueden causar esquizofrenia?

Son capaces de provocar, acelerar o destapar síntomas de alteraciones mentales. De hecho, existen ciertas drogas, como las anfetaminas, el cannabis, los alucinógenos (LSD), la cocaína o el alcohol que pueden inducir a la psicosis en personas especialmente vulnerables a padecer esquizofrenia 4,5.

¿Cuál es la diferencia entre esquizofrenia y trastorno bipolar?

Diferencias: –

  • Aunque pueden haber delirios y alucinaciones en episodios de manía, los síntomas psicóticos suelen ser menos complejos y de menos duración que en la esquizofrenia.
  • El trastorno bipolar suele tener mejor pronóstico que la esquizofrenia.
  • Las características principales de la esquizofrenia son la presencia de síntomas psicóticos y en cambio, el trastorno bipolar se caracteriza principalmente por el cambio brusco del estado anímico. Por lo tanto, el inicio es distinto para ambos, mientras que el trastorno bipolar suele iniciarse con episodios de depresión mayor o de manía/hipomanía, los primeros síntomas de la esquizofrenia son los síntomas psicóticos.
  • Los síntomas negativos de la esquizofrenia suelen perdurar en el tiempo, en cambio, los síntomas de depresión mayor del trastorno bipolar únicamente se presentan cuando se encuentran en estos episodios.

Recuerda que para el diagnóstico de cualquier trastorno psicológico es necesario acudir a un profesional de la salud mental, Si presentas algún síntoma de los mencionados, no tienes porqué avergonzarte ni sentirte culpable por ello pero es importante que acudas a un psicólogo/a que pueda determinar qué es lo que te está sucediendo y ofrecerte un tratamiento adaptado a tu caso.

¿Dónde vive esquizofrenia natural?

Nació en en una localidad aledaña a la Ciudad de México, de madre soltera. Tiene 4 hermanos/medio-hermanos.

¿Qué es la esquizofrenia simple?

¿A qué nos referimos con esquizofrenia simple? – Trastorno no muy frecuente que cursa con un desarrollo insidioso y progresivo, caracterizado por un comportamiento extravagante, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general.

  1. No hay evidencia de alucinaciones y ni de ideas delirantes y el trastorno es no tan claramente psicótico como los tipos hebefrénico, paranoide y catatónico.
  2. Los rasgos o síntomas “negativos» característicos de la esquizofrenia residual aparecen sin haber sido precedidos de síntomas psicóticos claramente manifiestos.

El creciente empobrecimiento social puede conducir a un vagabundeo, los enfermos se encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus objetivos.

¿Cómo saber si alguien tiene psicosis?

Los síntomas de la psicosis incluyen delirios (creencias falsas) y alucinaciones (ver u oír cosas que otros no ven ni oyen). Otros síntomas incluyen hablar de forma incoherente o sin sentido y comportarse de forma inapropiada para la situación en la que se encuentra.

¿Qué se debe hacer frente a una persona que alucina?

Dar palmaditas suaves puede dirigir la atención de la persona hacia usted y reducir los síntomas. También busque razones o sentimientos detrás de la alucinación o el delirio y trate de averiguar lo que significan para la persona.

¿Qué parte del cerebro se daña con la esquizofrenia?

Bases Neurobiológicas de la Esquizofrenia The Neurobiological Basis of Schizophrenia Jerónimo Saiz Ruiz, Diego C. de la Vega Sánchez, Patricia Sánchez Páez Hospital Universitario Ramón y Cajal, Universidad de Alcalá, Cibersam, Irycis – Madrid – España Dirección para correspondencia RESUMEN Profundizar en el conocimiento de la neurobiología de la Esquizofrenia es un elemento clave para perfeccionar nuestra capacidad de diagnóstico e identificar futuros objetivos de tratamiento y con ello, mejorar el pronóstico de los pacientes.

  • Los avances realizados se han centrado en las fases avanzadas de la enfermedad, pero los estadíos iniciales están peor definidos.
  • Sin embargo, gran parte de la investigación actual se centra en estas fases iniciales de la enfermedad con el objetivo de encontrar biomarcadores que nos permitan identificar a aquellos sujetos en riesgo de padecer la enfermedad que se pudieran beneficiar de intervenciones tempranas que previniesen o mitigasen futuras complicaciones.

Para alcanzar estos objetivos es imprescindible avanzar en el conocimiento de los mecanismos biológicos que están en el origen de la enfermedad a través de diferentes ramas del conocimiento médico como la genética, neuroimagen o la neurofisiología. Palabras clave: esquizofrenia, neurobiología, genética, neurotransmisión, neuroimagen.

ABSTRACT Improving our knowledge of the neurobiology of schizophrenia is a key element to improving its diagnosis and identifying future targets for treatment, and by doing so, improving patients’ prognosis. The progress made thus far has been focused on the advanced stages of the disease, but the early stages are much less well defined.

However, most of the present research is directed at the early stages of the disease, with the aim of finding biomarkers that would allow us to identify subjects at risk of the disease and who could benefit from early interventions to prevent or mitigate future complications.

To achieve these objectives, it is essential to have a clearer understanding of the underlying biology through the different branches of medicine such as genetics, neuroimaging or neurophysiology. Key words: schizophrenia, neurobiology, genetics, neurotransmission, neuroimaging. Introducción La investigación de la Esquizofrenia ha avanzado notablemente en el último siglo.

Desde que Kraepelin acuñara el término de “demencia precoz” para referirse a esta enfermedad, han sido numerosos los avances que se han realizado en los distintos campos de la medicina en relación a la biología subyacente al trastorno. Pese a ello, la etiología y fisiopatología apenas han sido aclaradas.

  • La historia de la investigación de la Esquizofrenia está llena de pasos en falso y teorías abandonadas.
  • Incluso en la actualidad, a pesar de las numerosas publicaciones anuales que se realizan son pocas las que aportan datos relevantes.
  • Este artículo tiene como objetivo revisar los principales hallazgos realizados hasta la fecha y las teorías con más peso en la concepción actual de la enfermedad.

Genética de la Esquizofrenia La Esquizofrenia es una enfermedad con una elevada heredabilidad. A pesar de que la investigación La correspondencia sobre este artículo dirigirla al primer autor al E- en este campo está siendo muy productiva, alcanmailzando avances importantes en poco tiempo, no hemos sido capaces de explicar la transmisión familiar de esta enfermedad.

Estudios en familiares El que la Esquizofrenia tiene un componente genético es algo que no se puede dudar. Basta con pensar que la prevalencia en la población general se sitúa entre el 0,1% y el 1%, pero aumenta dramáticamente en los familiares de pacientes esquizofrénicos.img/revistas/clinsa/v21n3 En el gráfico 1 se recoge el riesgo estimado para desarrollar Esquizofrenia a lo largo de la vida en los familiares de pacientes esquizofrénicos, datos obtenidos a través de estudios sistemáticos realizados en Europa occidental desde 1920 (McGue y Gottesman, 1989).

Como se ve en el gráfico, cuanto mayor es el grado de asociación familiar con un esquizofrénico, mayor es la posibilidad de desarrollar la enfermedad. Así por ejemplo, los primos o nietos de un esquizofrénico tienen un riesgo muy bajo, mientras que los gemelos univitelinos y los hijos de dos padres esquizofrénicos son los sujetos con mayor riesgo.

Estos datos permiten concluir que cuanto mayor carga genética se comparte con un esquizofrénico, mayor es la posibilidad de desarrollar la enfermedad. Pudiera surgir la duda de si la mayor agregación familiar se pudiera deber no tanto a la carga genética de las familias si no a los factores ambientales que rodean a estas familias.

Para despejar estas sospechas se pueden recurrir a los estudios de gemelos y de adopción. Estudios de gemelos En estos estudios se compara si la presencia de un determinado rasgo (en nuestro caso la Esquizofrenia) es mayor en gemelos monocigóticos que en dicigóticos.

Los gemelos monocigóticos comparten el 100% de su ADN, son genéticamente idénticos, mientras que los dicigóticos comparten el 50% de su ADN. Si un determinado rasgo se presenta con mayor concordancia en gemelos monocigóticos que en los dicigóticos podemos concluir que tiene un importante componente genético.

Se han realizado numerosos estudios de gemelos, identificándose desde un principio una mayor concordancia en los gemelos monocigóticos que en los dicigóticos (Ban y cols, 1982; Kendler, 1983; Kringlen, 1976; Portin y Alanen, 1997; Kallmann, 1994), con cifras que oscilaban entre una concordancia en monocigóticos del 27% al 69%, y en dicigóticos del 5% al 31%.

A pesar de la poca consistencia entre los resultados de los distintos estudios (que se explica por la existencia de diferencias en los criterios diagnósticos elegidos y por la variabilidad en los tamaños muestrales), siempre se obtuvieron mayores tasas de concordancia en los gemelos monocigóticos que en los dicigóticos.

Aunque estos estudios permiten inferir la importancia del componente genético, sigue sin aclarar el papel que el ambiente juega en la aparición de la enfermedad. Es por esto la enorme importancia de los estudios de adopción. Estudios de adopción Estos estudios son una herramienta muy útil para diferenciar la influencia del componente genético de los factores ambientales en la transmisión de una determinada enfermedad.

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Mientras que en los estudios de gemelos el ambiente no varía, en los de adopción podemos comparar distintos tipos de ambientes en sujetos con una predisposición genética similar. De este modo pueden ayudar a esclarecer si son factores genéticos o ambientales los que intervienen en el desarrollo de la enfermedad.

El primer estudio de adopción lo realizó Heston en 1966 en los Estados Unidos. Durante 30 años realizó seguimiento a un grupo de 47 pacientes, hijos de madres esquizofrénicas adoptados al nacer, y lo comparó con otro grupo control de 50 pacientes adoptados al nacer hijos de madres sanas.

  1. Mientras que en el grupo de los hijos de esquizofrénicas la prevalencia de la enfermedad fue de 11% (5 pacientes), en los controles no hubo ningún caso de Esquizofrenia (Heston, 1966).
  2. Estos resultados se han podido replicar en numerosos estudios posteriores (Tienari et al., 1987; Tienari y Wynne, 1994; Kety, 1976; Kety, 1983; Wender et al., 1977), lo que permite concluir la importancia del componente genético en el desarrollo de la Esquizofrenia, si bien queda claro que no es el único agente causal y que el ambiente juega un papel importante.

Estudios de ligamiento Una vez se ha tenido la sospecha de que una enfermedad tiene una etiología genética, el siguiente paso es intentar identificar dicho gen. La finalidad de los estudios de ligamiento es averiguar si un determinado gen, o varios genes, se asocian a la presencia o no de una enfermedad.

Para establecer esta relación se utilizan marcadores genéticos localizados en la región cromosómica de interés (donde sospechamos que se localiza el gen responsable de la enfermedad), y vemos cómo se transmite a lo largo de varias generaciones de una misma familia que sufra la enfermedad a estudiar.

Si la enfermedad y el marcador genético se transmiten juntos, podemos afirmar que en esa región existe un gen que interviene en la aparición de la enfermedad. Los estudios de ligamiento son muy útiles en enfermedades causadas por un solo gen, pero tienen unos resultados más limitados en enfermedades como la Esquizofrenia, en la que se cree intervienen varios genes.

Esto ha provocado resultados contradictorios en el pasado al comparar los distintos estudios. Para corregir esto se ha recurrido a una herramienta estadística, el Lod Score que expresa la probabilidad de que el gen y el marcador se transmitan juntos frente a la probabilidad de que no lo hagan. De esta forma los estudios de ligamiento han ganado en potencia y han permitido concluir que, si bien no existe un gen concreto que se asocie de forma indiscutible a la Esquizofrenia, sí que hay determinados genes que juegan un papel importante en la aparición de la misma.

Hasta la fecha, se han publicado más de 35 estudios de ligamiento y han aparecido señales de ligamiento significativas tanto en estudios individuales como en meta análisis (Segurado et al., 2003; Lewis et al., 2003; Badner y Gershon, 2002). En concreto, las regiones que con más fuerza se asocian a la Esquizofrenia son 1p, 2q, 3p, 5q, 6p, 8p, 10q, 16p (Ng et al., 2009), aunque constantemente aparecen nuevos estudios que proponen nuevas localizaciones (para obtener información actualizada consultar http://www.schizophreniaforum.org/res/sczgene/default.asp ).

Estudios de asociación El procedimiento consiste en comparar la frecuencia de alelos de un polimorfismo concreto en individuos no emparentados afectados por una misma enfermedad, con la frecuencia de presentación en individuos sanos de la misma población. La principal ventaja respecto al resto de los estudios es que permiten identificar a genes que confieren un riesgo moderado de una enfermedad (Risch y Merikangas, 1996).

Un primer procedimiento en los estudios de asociación es determinar los “genes candidatos” a investigar: genes que por su localización en regiones cromosómicas identificadas en estudios de ligamiento (genes candidatos posicionales), o porque estén implicados en alguna hipótesis fisiopatológica (genes candidatos funcionales), se cree pueden estar implicados en la aparición de la enfermedad.

Un ejemplo de estos últimos son los genes implicados en el sistema dopaminérgico. Posteriormente, los avances técnicos permitieron dar un paso más, con estudios en los que siguiendo un modelo de casos y controles se estudia el genoma completo de pacientes y controles sanos en búsqueda de variaciones en su material genético, los GWAS ( Genome- Wide Association Studies ).

En los últimos años se han realizado numerosos estudios Los genes que hasta la fecha han acumulado una mayor evidencia de asociación con la Esquizofrenia son los que se presentan en la tabla 1, si bien las aportaciones de nuevos marcadores son continuas.

Factores de riesgo/ambientales Aún habiéndose producido importantes avances en el conocimiento de esta enfermedad, podemos seguir afirmando, como se hacía hace diez años, que aunque sabemos que la heredabilidad de la Esquizofrenia es sustancial, la etiología de la misma está mal explicada en estos momentos (Cardno y Gottesman, 2000).

A pesar de la importancia del componente genético en el origen de la Esquizofrenia, el efecto de los genes puede depender además de la interacción entre ellos, de la interacción con agentes ambientales, tanto biológicos como psicosociales (Brown, 2006; Spauwen et al., 2006; van Os et al., 2005).

A continuación se exponen algunos factores ambientales que se han relacionado con la etiología de la Esquizofrenia: Estación de nacimiento: los individuos con Esquizofrenia tienen mayor probabilidad de haber nacido en los meses de invierno, con un riesgo relativo del 10% para los nacidos en invierno frente a los nacidos en verano (Bembenek, 2005).

Este dato está fuertemente relacionado con el hecho de que los pacientes cuyas madres se encontraban en el segundo trimestre de embarazo durante una epidemia de gripe, tienen más riesgo de desarrollar Esquizofrenia (Brown, 2006). Infecciones: además de la gripe, se han implicado otras infecciones que supuestamente, pudieran influir en el desarrollo del sistema nervioso central (Pérez Nevot et al., 2007) tanto durante el embarazo como en los primeros años de vida: la rubeola en el primer trimestre(Brown et al., 2001), polio en el segundo trimestre (Suvisaari et al., 1999), varicela en el nacimiento (Torrey et al., 1988), herpes virus (Buka et al., 2008), o de meningitis durante la infancia (Abrahao et al., 2005).

  1. Complicaciones perinatales: estas complicaciones pueden referirse tanto al embarazo, al parto como al desarrollo fetal (Hultman et al., 1999).
  2. La presencia de complicaciones obstétricas perinatales aumenta la vulnerabilidad a la Esquizofrenia, (siendo el riesgo relativo de padecer Esquizofrenia en estos sujetos de 2) (Verdoux y Sutter, 2002; Geddes et al., 1999).

Por otro lado, las complicaciones obstétricas son más frecuentes en las madres de edad avanzada (Lopez- Castroman et al., 2010), lo que explicaría la relación entre madres mayores e hijos esquizofrénicos. Edad de los padres: además de la ya mencionada edad de la madre, otros estudios han encontrado una relación entre la edad avanzada parental y la Esquizofrenia (Zammit et al., 2003; Malaspina et al., 2001; Byrne et al., 2003).

Sin embargo, en un meta análisis reciente se ha puesto de manifiesto que los padres de edad avanzada, independientemente del sexo, tienen más riesgo de tener hijos con Esquizofrenia, y que este riesgo también es mayor en los padres jóvenes menores de 25 años (Miller et al., 2010). Cannabis: cada vez hay una mayor evidencia de la aparición de Esquizofrenia en consumidores de cannabis (Le Bec et al., 2009; Sevy et al., 2010; Dragt et al., 2010; Fernandez-Espejo et al., 2009; Wilson y Cadet, 2009).

En los últimos años se ha llegado a identificar al Delta9-THC como el principio activo del cannabis con más poder para producir psicosis (Di et al., 2009). Residencia urbana: el riesgo de presentar Esquizofrenia es mayor en aquellos que nacen o crecen en áreas urbanas (van Os et al., 2005).

Si bien se desconoce el mecanismo etiopatogénico, se postula que sería la acción de factores biológicos y sociales más predominantes en los ambientes urbanos lo que estaría detrás de este fenómeno, actuando de forma sinérgica con la predisposición ambiental. Como candidatos potenciales encontramos la contaminación, el uso de tóxicos (cannabis) o la exclusión social (Kelly et al., 2010).

Etnia, inmigración y estrés psicosocial : al estudiar la aparición de la Esquizofrenia en inmigrantes africanos o caribeños en el Reino Unido y Holanda, así como en sus descendientes, se observó que tenían tasas 10 veces mayores que la población general.

  • Sin embargo, estas tasas no están tan elevadas en los inmigrantes de piel no oscura ni en sus descendientes, lo que descarta que sea un efecto relacionado con la inmigración.
  • Dado que las tasas de Esquizofrenia en sus países de origen tampoco eran superiores, parece ser un fenómeno relacionado con el estrés psicosocial de ser negro en poblaciones blancas (Eaton y Harrison, 2000).

Neurotransmisión y circuitos en Esquizofrenia El mecanismo neuroquímico de la Esquizofrenia permanece desconocido en nuestro tiempo. La hipótesis Dopaminérgica ha sido la más aceptada, sin embargo, resulta insuficiente para explicar toda la fenomenología de esta enfermedad y existen hallazgos que implican otros sistemas de neurotransmisión.

Hipótesis Dopaminérgica Esta hipótesis sostiene que los síntomas de la Esquizofrenia se deben a un exceso de dopamina o a una elevada sensibilidad a este neurotransmisor (Matthysse, 1974). Se formuló tras el descubrimiento de que los antipsicóticos efectivos en la Esquizofrenia eran antagonistas de los receptores dopaminérgicos (Carlsson y Lindqvist, 1963) y tras la observación de que los agentes liberadores de dopamina podían producir síntomas psicóticos (Rotrosen et al., 1979; Thompson et al., 2004; Lieberman et al., 1987).

Las principales vías dopaminérgicas cerebrales que nos interesa señalar son: Mesolímbica: Proyecta desde el área tegmental ventral del mesencéfalo a ciertas áreas límbicas, como el núcleo accumbens, que forma parte del circuito de recompensa. Teóricamente la hiperactividad dopaminérgica de esta vía explicaría la producción de los síntomas positivos en las psicosis.

Además, este circuito es importante para la regulación de las respuestas emocionales, la motivación, el placer y la recompensa, por lo que una disfunción a este nivel, podría explicar parte de los síntomas negativos observados en la Esquizofrenia. En este caso, existiría un déficit en la función dopaminérgica.

Quizás, la mayor incidencia de abuso de sustancias en la Esquizofrenia, podría explicarse como un intento de potenciar la función deficitaria de este sistema de recompensa o centro del placer mesolímbico (Grace, 1993; Grace, 1991a). Por otro lado, la hiperactividad de las neuronas dopaminérgicas de esta vía puede desempeñar un papel en las conductas agresivas y hostiles de la Esquizofrenia, sobre todo si se asocia a un control serotoninérgico errático.

  1. Mesocortical: Proyecta desde el área tegmental ventral a córtex prefrontal ventromedial y dorsolateral.
  2. Los haces que conectan con el córtex ventromedial, se han relacionado con funciones de regulación de emociones y afectividad, por lo que, un déficit dopaminérgico en esta vía podría explicar parte de los síntomas negativos y afectivos observados en la Esquizofrenia.

Por otro lado, los haces que proyectan al cortex dorsolateral se relacionan con la regulación de funciones cognitivas, por lo que algunos de los síntomas negativos y cognitivos de la Esquizofrenia pueden ser debidos a un déficit de actividad dopaminérgica a este nivel (Cropley et al., 2006).

  • Nigroestriada: Proyecta desde la sustancia negra del troncoencéfalo a los ganglios basales o estriado.
  • Esta vía forma parte del sistema extrapiramidal y desempeña un papel clave en el control de los movimientos motores.
  • En la Esquizofrenia no tratada, esta vía puede estar relativamente preservada.
  • Sin embargo, las sustancias que bloquean los receptores de dopamina D2 en esta vía, reproducen trastornos de movimiento como la enfermedad de Parkinson (con temblor, rigidez y acinesia/bradicinesia), acatisia y distonía, provocados por la deficiencia de dopamina a este nivel.

Cuando la dopamina está en exceso en esta vía, se producen movimientos hipercinéticos como corea, tics o discinesias. Un ejemplo sería la discinesia tardía inducida por neurolépticos que puede aparecer por el bloqueo crónico de estos receptores en esta vía nigroestriada.

Tuberoinfundibular: Constituida por las neuronas que proyectan desde el hipotálamo a la hipófisis anterior, mediando en funciones neuroendocrinas. Regula la secreción de prolactina a la circulación sanguínea inhibiendo su liberación. Al recibir tratamiento con fármacos que bloquean los receptores dopaminérgicos D2 en esta vía se elevan los niveles de prolactina, pudiendo surgir efectos secundarios (galactorrea, amenorrea y disfunción sexual).

En pacientes con Esquizofrenia que no reciben tratamiento antipsicótico se considera normal el funcionamiento de esta vía. La hipótesis con más aceptación conceptual ha sido la dopaminérgica, a pesar de lo cual, el grueso de los datos que la apoyan son indirectos (efecto psicotizante de sustancias dopaminérgicas y efecto antipsicótico de fármacos antidopaminérgicos) (Keshavan et al., 2008).

En la versión revisada de la hipótesis dopaminérgica, se propone que la Esquizofrenia se asociaría a una disregulación en la transmisión dopaminérgica: por un lado se observaría una hiperfunción dopaminérgica subcortical en las proyecciones mesolímbicas, que resultaría en la hiperestimulación de los receptores D2 con aparición de sintomatología positiva.

Por otro lado, una hipofunción en las proyecciones dopaminérgicas mesocorticales al córtex prefrontal, que resulta en la hipoestimulación de los receptores D1 con la consecuente sintomatología negativa, afectiva y cognitiva. Sin embargo, las vías dopaminérgicas nigroestriada y tuberoinfundibular permanecerían relativamente preservadas (Davis et al., 1991; Laruelle et al., 2003).

  • Para poder explicar la complejidad de la Esquizofrenia se han propuesto teorías basadas en la alteración del sistema dopaminérgico donde pueden tener cabida alteraciones en otros sistemas de neurotransmisión.
  • En este contexto se desarrolló la teoría de la constricción de los límites de tolerancia a la dopamina, donde se plantea la coexistencia de situaciones de hiperdopaminergia e hipodopaminergia relativa por una alteración de la modulación de la actividad de este neurotransmisor (Ashcroft et al., 1981; Grace, 1991b).

Esta modulación dependería de otros neurotransmisores y de la interacción de los diferentes receptores dopaminérgicos, existiendo mecanismos moduladores de compensación homeostática, que implican disminución o aumento de receptores dopaminérgicos en función de la concentración existente de dopamina en la hendidura sináptica.

De este modo, cuando existe un exceso de concentración de dopamina en la hendidura sináptica, se produce una disminución de receptores y a la inversa. En condiciones normales, en respuesta a estímulos como el estrés, el disparo neuronal de dopamina se produce de manera fásica, inmediata, siendo ésta rápidamente reincorporada sin dar lugar a la mediación del mecanismo de homeostasis descrito.

Sin embargo, en reposo la dopamina se libera de manera tónica a la hendidura sináptica, mantenida más tiempo, dando lugar a la activación de los mecanismos de compensación homeostática reguladores de la densidad de receptores. Esta liberación tónica de dopamina se mantendría gracias a la actividad de la corteza cerebral, que a través de proyecciones glutamatérgicas corticosubcorticales conseguiría un tono dopaminérgico adecuado (Grace, 1991b).

La disregulación dopaminérgica subcortical observada en la Esquizofrenia podría ser secundaria al fracaso de la corteza prefrontal (Weinberger y Lipska, 1995; Grace, 1991b; Lewis y Levitt, 2002). Así, Carlsson describe un modelo en el que la corteza prefrontal modularía la actividad cerebral del cerebro medio mediante una vía activadora, constituida por proyecciones glutamatérgicas hacia las neuronas dopaminérgicas; y otra vía inhibitoria mediante proyecciones glutamatérgicas hacia las interneuronas gabaérgicas (Carlsson y Lindqvist, 1963).

Según el modelo de Grace, en la Esquizofrenia existiría una hipoglutamatergia corticosubcortical, con lo que la liberación tónica de dopamina estaría disminuida, disminuyendo su concentración en la hendidura sináptica. Consecuentemente a esta disminución, se activarían mecanismos homeostáticos de hipersensibilidad dopaminérgica, generando una hiperactivación dopaminérgica postsináptica en respuesta a una actividad dopaminérgica fásica (Grace, 1991b).

  1. Hipótesis Glutamatérgica Los mecanismos propuestos para explicar la mediación del glutamato en la Esquizofrenia encuentran su fundamento en la neurotoxicidad inducida por este neurotransmisor y su interacción con la dopamina (Coyle, 2006).
  2. El glutamato es un neurotransmisor excitatorio capaz de actuar sobre cualquier neurona cerebral.

Existen cinco vías glutamatérgicas específicas, con relevancia en la fisiopatogenia de la Esquizofrenia. Vías corticotroncoencefálicas: Vía descendente que tiene un papel esencial en la regulación de liberación de neurotransmisores. Se proyecta desde las neuronas piramidales del cortex prefrontal a centros del troncoencéfalo: • Núcleos del rafe: responsables de la neurotransmisión serotoninérgica.

Locus coeruleus: encargado de la neurotransmisión noradrenérgica • Sustancia negra: con neurotransmisión dopaminérgica. • Área tegmental ventral: con neurotransmisión dopaminérgica. Actúa indirectamente en este área a través de interneuronas inhibitorias gabaérgicas, frenando de esta manera la vía dopaminérgica mesolímbica con una inhibición tónica de la liberación de dopamina.

Tras varias observaciones, se desarrolló una hipótesis en la que los receptores NMDA, específicamente en las proyecciones corticoencefálicas, podrían ser hipoactivos en la Esquizofrenia, resultando una hiperactividad dopaminérgica mesolímbica con aparición de sintomatología positiva (Javitt y Zukin, 1991; Javitt y Coyle, 2004; Pariante et al., 2004).

Asimismo, se observó que cuando los receptores NMDA son hipofuncionantes debido a la acción del antagonista fenciclidina (PCP), además de los síntomas positivos descritos aparecían síntomas negativos, cognitivos y afectivos típicos de la Esquizofrenia. Esto se debe a que las neuronas glutamatérgicas córtico-troncoencefálicas actúan como un acelerador de las neuronas dopaminérgicas mesocorticales, a diferencia de las neuronas glutamatérgicas córtico-troncoencefálicas sobre las neuronas dopaminérgicas mesolímbicas, donde actúan por medio de interneuronas gabaérgicas como antes se ha señalado.

Es por ello, que la hipofunción del receptor NMDA en las proyecciones córtico-troncoencefálicas conllevaría una hipoactividad en la vía mesocortical dopaminérgica, explicando de esta manera la aparición de síntomas negativos, afectivos y cognitivos en la Esquizofrenia (Coyle et al., 2003; Tsai y Coyle, 2002).

  1. Vía córtico-estriada y córtico-accumbens y vías tálamocorticales: Las dos primeras forman parte del brazo descendente del haz córtico-estriado-tálamocortical (CSTC), mientras que las terceras constituyen el brazo ascendente de vuelta del mismo.
  2. Habitualmente las proyecciones glutamatérgicas descendentes finalizan sobre neuronas gabaérgicas en el estriado, que a su vez proyectan al tálamo creando un filtro sensorial.

La hipofunción del receptor NMDA en los haces CSTC provoca la reducción de la función inhibitoria del filtro talámico, lo que puede dar lugar a un exceso de información sensorial en el córtex, apareciendo de esta manera síntomas positivos de la Esquizofrenia.

Además de esto, cabe señalar el efecto de la hiperactividad dopaminérgica mesolímbica explicado con anterioridad, que en los haces CSTC reduce aun más la efectividad del filtro talámico, haciendo que demasiada información escape al córtex cerebral de manera difusa, contribuyendo de esta manera a la producción de alucinaciones y otros síntomas corticales como los negativos, afectivos y cognitivos.

Vías corticotalámicas: Es una vía glutamatérgica que aporta entradas sensoriales al tálamo desde el córtex. Una hipofunción de los receptores de NMDA a este nivel provoca una disregulación de la información que llega al córtex debido a una sobrecarga y malfuncionamiento de las entradas glutamatérgicas corticales directamente desde el filtro talámico.

  • Vías corticocorticales: Las neuronas piramidales se conectan entre sí mediante glutamato.
  • Teniendo en cuenta la hipótesis de la Esquizofrenia del receptor glutamatérgico hipofuncionante, existiría una comunicación corticocortical disfuncional caótica, pudiendo dar lugar a la aparición de síntomas de Esquizofrenia.

Por último, hacer mención a la hipótesis excitotóxica de la Esquizofrenia que propone la neurodegeneración como resultado de una excesiva neurotransmisión excitadora glutamatérgica, para explicar el curso en declive de esta enfermedad. Esta excitotoxicidad parece ser la vía final común de muchos trastornos neurodegenerativos neuropsiquiátricos.

  1. Se cree que la actividad glutamatérgica excitadora normal se altera, comenzando un proceso patológico de sobreexcitación que puede acompañarse de diversos síntomas, y que finalmente conlleva a la muerte neuronal.
  2. La excitación neuronal limitada mediada por los receptores NMDA de glutamato es necesaria para la potenciación a largo plazo, formación de memoria y sinaptogénesis, siendo útil para llevar a cabo el podado dendrítico que trata de deshacerse de la materia cerebral muerta (Goff y Wine, 1997; Konradi y Heckers, 2003).

Podemos concluir que la hipofunción glutamatérgica podría servir de nexo entre distintos modelos etiopatogénico, como la teoría dopaminérgica, el neurodesarrollo; la plasticidad sináptica disfuncional y la hipótesis degenerativa. Hipótesis Serotoninérgica Las hipótesis que implican a la serotonina en la Esquizofrenia, señalan su papel trófico en el neurodesarrollo, su interacción con el sistema dopaminérgico y los efectos de la serotonina en la corteza prefrontal a través de sus receptores 5HT2A (Kapur y Remington, 1996).

  1. En los últimos años se ha sugerido un aumento del tono serotoninérgico central en los pacientes con Esquizofrenia (Abel et al., 1996; Monteleone et al., 1999).
  2. Diversos autores han sugerido que la sintomatología negativa de la Esquizofrenia reflejaría en parte, una hipofunción dopaminérgica en la corteza prefrontal, debida al efecto inhibidor que tendría la serotonina a ese nivel (Weinberger y Berman, 1988; Weinberger y Lipska, 1995; Davis et al., 1991).

Es por ello, que los fármacos inhibidores de la función serotoninérgica desinhibirían la transmisión dopaminérgica en el córtex prefrontal, mejorando la clínica negativa (Kapur y Remington, 1996; Sepehry et al., 2007). Sistema Colinérgico La administración de agonistas colinérgicos provoca un aumento de sintomatología negativa en los pacientes con Esquizofrenia y una aparición de estos síntomas en los sanos (Peralta y Cuesta, 1995), sosteniendo algunos autores, que la hiperactividad colinérgica media en la sintomatología negativa de la Esquizofrenia (Tandon y Greden, 1989; Davis et al., 1991).

Sistema Gabaérgico Estudios postmortem de pacientes con Esquizofrenia han encontrado niveles reducidos en el cortex prefrontal de la decarboxilasa del ácido glutámico, que es el indicador de la síntesis de GABA (Lewis et al., 2005). Además, los receptores de GABA estarían regulados al alza como mecanismo compensador a los menores niveles de GABA (Jarskog et al., 2007).

Otros sistemas Además de los sistemas de neurotransmisión señalados anteriormente, la Esquizofrenia se ha relacionado con el ácido gamma-aminobutírico (GABA), neuropéptidos, receptores adrenérgicos y mensajeros secundarios. Hipótesis del Neurodesarrollo Actualmente la investigación tiende a plantear la Esquizofrenia como una enfermedad del neurodesarrollo, en la que el proceso patológico ocurriría durante el desarrollo cerebral mucho antes que las manifestaciones clínicas (Yui et al., 1999; Laruelle et al., 2003).

Los eventos del desarrollo incluyen diferenciación y migración de precursores neuronales, proliferación de dendritas y axones, muerte celular programada o apoptosis y poda sináptica (Ashe et al., 2001). La teoría del neurodesarrollo postula que, al menos una parte de los esquizofrénicos tendrían un trastorno como resultado de una alteración producida durante el periodo del neurodesarrollo y cuyo origen sería genético, ambiental o por una combinación de ambos.

Dicha lesión temprana interactuaría con el proceso de maduración normal del cerebro, sobre todo en áreas corticales relacionadas con la respuesta a situaciones de estrés en el adulto, lo cual daría lugar a la aparición de los síntomas tras un pequeño periodo silente en la adolescencia tardía y en los adultos jóvenes (Lewis y Levitt, 2002).

Este modelo lo que postula es que una predisposición genética aunada a agentes ambientales tempranos (infecciones virales y procesos inmunológicos entre otros) produciría alteraciones en el neurodesarrollo que llevarían a un control cortical deficiente de la actividad dopaminérgica subcortical y el estrés lo que haría sería sensibilizar este sistema, que ya está funcionando mal desde el primer día, para en algún momento producir lo que nosotros conocemos como episodio psicótico.

El daño neuronal también podría estar mediado por procesos de excitotoxicidad, genéticamente programados o provocados ambientalmente. Si estos procesos ocurren en etapas tempranas del desarrollo, antes de que las conexiones sinápticas se completen, provocan un estado de disconectividad del córtex cerebral que da lugar a síntomas de Esquizofrenia (Stephan et al., 2006).

Así, algunos autores afirman que la ausencia de gliosis en las cortezas cerebrales de los pacientes con Esquizofrenia no descarta un proceso neurodegenerativo, pues podría haber una pérdida neuronal por apoptosis (Lieberman, 1999). Neuroimagen Estructural Las pruebas de neuroimagen estructural constituyen una excelente herramienta para el conocimiento de las alteraciones neuroanatómicas presentes en la Esquizofrenia de una manera no invasiva.

Entre ellas encontramos la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), con ciertas ventajas respecto a la primera, entre otras una capacidad de resolución de la imagen más alta. No obstante, y a pesar del desarrollo de las nuevas técnicas empleadas en neuroimagen funcional, los hallazgos no han aportado avances relevantes en cuanto a su aplicación en el diagnóstico clínico de la Esquizofrenia.

Los datos obtenidos en investigación hasta el momento actual, muestran una enorme heterogeneidad en las alteraciones estructurales presentes en los pacientes con Esquizofrenia, lo que parece reflejar la gran variabilidad clínica de esta enfermedad. A pesar de que se ha avanzado mucho en este campo, los resultados no son del todo concluyentes, en parte por los problemas metodológicos a la hora de delimitar el concepto de Esquizofrenia.

En la Tabla 2 se muestra un resumen de las conclusiones de una exhaustiva revisión de 118 estudios caso-control en Esquizofrenia, realizados con RM (Dye et al., 1999; McCarley et al., 1999). Los diferentes estudios apuntan hacia la implicación en la neuropatología de la Esquizofrenia, de varias estructuras: Ventrículos laterales: Se observa con una unanimidad de los estudios prácticamente completa, un aumento del volumen ventricular cerebral como hallazgo inespecífico, desconociendo por el momento su significación (Dye et al., 1999; Wright et al., 2000; Kapur et al., 2000).

Esta alteración ha sido detectada ya en las primeras fases de la enfermedad, por lo que no puede ser atribuida al efecto de la cronicidad o a la exposición a la medicación (Andrea-sen et al., 1990). Este aumento de volumen se observa especialmente en sus astas frontales y temporales (Shenton et al., 2001; Lawrie y Abukmeil, 1998).

Sistema límbico y áreas temporolímbicas: Para algunos autores, las alteraciones del lóbulo temporal son los hallazgos más consistentes en la Esquizofrenia (Crow, 1990), mientras que para otros lo son las reducciones bilaterales del hipocampo, hallazgo que suele estar presente en los pacientes sin déficit (Liddle et al., 1994; Buchanan et al., 1993).

  1. Numerosos estudios coinciden en que en la Esquizofrenia existe una disminución de volumen del complejo hipocampo-amígdala y giro temporal superior (Nelson et al., 1998; Wright et al., 2000; Matsumoto et al., 2001).
  2. Así como una disminución de la sustancia blanca de los lóbulos temporales y giro parahipocampal (Sanfilipo et al., 2000; Wright et al., 2000).

Córtex prefrontal: Se observa una reducción significativa del volumen total de la sustancia gris prefrontal en primeros episodios de pacientes con Esquizofrenia en comparación con controles sanos (Wible et al., 2001). Volumen total cerebral: Se observa una disminución del volumen cerebral asociado al ensanchamiento de los surcos corticales, sin que existan diferencias interhemisféricas (Kleinschmidt et al., 1994).

  1. Diversos autores coinciden en que las regiones más afectadas de la corteza son las áreas prefrontal y temporal (Wright et al., 2000).
  2. Tálamo: Debido a la implicación de esta estructura en el procesamiento de la información sensorial, el estudio de las alteraciones a este nivel tiene un interés especial.

Aunque los resultados obtenidos hasta el momento son contradictorios, hay numerosos estudios que apuntan hacia la reducción del volumen del tálamo como uno de los posibles sustratos en la etiopatogenia de esta enfermedad (Andreasen et al., 1990; Wright et al., 2000; Andrea-sen et al., 1994; Ettinger et al., 2001; Flaum et al., 1995; Gur et al., 1998).

Ganglios de la base: Se observa el aumento de volumen de estructuras como el nucleo caudado, el putamen y el pálido en los pacientes esquizofrénicos respecto a los controles sanos (Wright et al., 2000). Sin embargo, estas diferencias volumétricas detectadas parecen relacionarse con la medicación neuroléptica.

Así, el aumento del volumen en el caudado se ha relacionado con el tratamiento con antipsicóticos típicos, mientras que este aumento revertiría cuando se sustituyen éstos por los antipsicóticos de segunda generación (Corson et al., 1999; Scheepers et al., 2001).

Hipófisis: En un estudio realizado con pacientes con Esquizofrenia activa, se observa un mayor tamaño hipofisario, lo que sugiere una activación del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal en las fases activas de la enfermedad, respecto a pacientes con enfermedad más cronificada, en los que se encuentra disminuido, como consecuencia de repetidos episodios de hiperactividad del eje (Pariante et al., 2004).

Neuroimagen funcional La aplicación de técnicas de neuroimagen funcional como la tomografía por emisión de positrones (PET), tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) y resonancia magnética funcional (RMf), en el estudio de la biología de la Esquizofrenia, ha posibilitado la investigación de cuestiones que nos ayudan a entender la fisiopatología de esta enfermedad.

A pesar de las dificultades para extraer conclusiones sobre los hallazgos obtenidos, debido en parte a los diversos problemas metodológicos, muchos de los trabajos relacionan de forma clara la etiopatogenia de la enfermedad con alteraciones de los lóbulos frontal y temporal, así como con los circuitos de conexión frontotemporales (Meyer-Lindenberg et al., 2005).

Así por ejemplo, se ha observado en diferentes estudios de la función cerebral una falta de activación del cortex prefrontal dorsolateral cuando se somete a tareas cognitivas. Respecto a la región temporal los estudios publicados son menos consistentes, encontrándose trabajos que hablan a favor de una hiperactividad, otros que lo hacen a favor de la hipoactividad, y otros que no hayan datos significativos (Zakzanis et al., 2000; Davidson y Heinrichs, 2003).

La neuroimagen funcional de circuitos en pacientes con Esquizofrenia sugiere que el procesamiento de información es anómalo en áreas clave del cerebro vinculadas a los síntomas específicos de este trastorno. De este modo, puede demostrarse la vinculación de síntomas cognitivos al córtex prefrontal dorsolateral y la relación entre los síntomas de disregulación emocional con la amígdala.

Sin embargo, encontramos hallazgos discordantes en los diferentes estudios y posiblemente la mejor explicación para justificarlos es que la disfunción cortical en la Esquizofrenia es probablemente más complicada que una simple hiperactivación o hipoactivación de los circuitos, pudiéndose describir mejor como una pérdida de sincronía (Winterer y Weinberger, 2004).

Por otro lado, señalar que las pruebas de neuroimagen funcional tienen el potencial de desenmascarar endofenotipos biológicos clínicamente silentes en hermanos no afectados de pacientes con Esquizofrenia que comparten algunos de los mismos genes de riesgo, pero no los suficientes para desarrollar la enfermedad.

Asimismo, la neuroimagen funcional también tiene el potencial de desenmascarar endofenotipos biológicos silentes en pacientes presintomáticos destinados a desarrollar la enfermedad en un futuro (Fusar-Poli y Borgwardt, 2007). Neurofisiología Esta rama de la medicina permite estudiar la actividad eléctrica cerebral bien en reposo o durante la realización de ciertos ejercicios.

Estos estudios permiten la obtención de biomarcadores que reflejan el estado de diferentes regiones cerebrales, así como aportar datos para la formulación de hipótesis que impliquen determinadas localizaciones o sistemas de neurotransimisión. Electroencefalografía Es el registro de la actividad eléctrica cerebral en reposo.

Aplicado en el estudio de la Esquizofrenia ha aportado algunos hallazgos significativos en sujetos afectados, llegándose a identificar datos específicos, como son variaciones en las ondas alfa 1, alfa2, delta y theta en función del predominio de síntomas positivos o negativos (John et al., 2009).

Los pacientes con Esquizofrenia tienen asimetrías interhe misféricas que se han visto reflejadas en estudios con EEG, comprobándose que aumentan con la duración de la enfermedad y la existencia de síntomas negativos (Jalili et al., 2010). Potenciales evocados Registran la actividad eléctrica de las vías sensoriales en reposo y ante estímulos.

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Cuando exponemos a controles sanos a estímulos auditivos repetitivos se observa una inhibición de la respuesta a este estímulo repetitivo que se puede recoger mediante un registro electroencefálico, la onda P50. Esto es el reflejo de un mecanismo de inhibición sensorial para eliminar estímulos irrelevantes (Campanella y Guerit, 2009).

En los sujetos con Esquizofrenia se ha comprobado que existen alteraciones en la onda P50 (Bramon et al., 2004) que podrían reflejar una sobrecarga sensorial que les imposibilitaría discriminar la información importante, hecho que podría relacionarse con la aparición de las alucinaciones auditivas (Garcia M.

y Arango C., 2010). Este descubrimiento ha sido un hallazgo consistente, que ha sido propuesto como el marcador biológico mejor establecido para diferenciar sujetos sanos de afectados por Esquizofrenia (Bramon et al., 2004). Otro marcador neurofisiológico, la onda P300, también se ha visto alterada en esquizofrénicos, con una disminución de su amplitud significativa.

Se trata de un potencial evocado relacionado con eventos, y para producirla se utiliza el paradigma odball : se somete al sujeto a un estímulo auditivo continuo uniforme debiendo responder ante la escucha de estímulos anormales (presionando un botón de un pulsador o contando), produciéndose la onda P300 unos 300ms después de la aparición del estímulo.

La onda P300 tiene dos subcomponentes, la onda P3a, que se produce con cada estímulo y que se localiza en la región frontal, y la onda P3b que se origina ante el estímulo anormal y tiene una localización más parietal (Javitt et al., 2008). Se sabe que tanto la onda P3a como la P3b son de menor amplitud en pacientes con Esquizofrenia (Frodl-Bauch et al., 1999; Mathalon et al., 2000).

Además, se ha relacionado la onda P3b con los síntomas residuales, y se han observados otras variaciones respecto a su amplitud, latencia y topografía que se han implicado con anormalidades anatómicas, en concreto, con una reducción de la materia gris en el giro temporal superior posterior izquierdo.

Sin embargo, la disminución de la onda P300 no es específica de la Esquizofrenia, habiéndose objetivado también en pacientes con dependencia a alcohol, trastorno bipolar o enfermedad de Alzheimer, entre otros trastornos (Javitt et al., 2008). Se ha comprobado que la heredabilidad de la anormalidad de la amplitud de la oda P300 es alta, en torno al 70- 80%, por lo que podría servir como marcador de riesgo.

  • Potencial de Disparidad También llamado “Mismatch negativity” (MMN), es un registro de potencial evocado auditivo que se produce, al igual que la onda P300, cuando una secuencia de estímulos auditivos repetitivos se interrumpe con sonidos inesperados y diferentes.
  • Una peculiaridad de éste es su independencia de la atención del sujeto a estudiar, es preatencional, por lo que es de especial interés en sujetos que no quieren o no pueden colaborar durante la prueba (Escera, 1997).

Cuando se ha aplicado en sujetos con Esquizofrenia se ha comprobado una reducción de la amplitud del MNN en enfermos crónicos, los que indica un deterioro en el procesamiento de la información auditiva dependiente del contexto y en la memoria sensorial auditiva (Umbricht y Krljes, 2005).

Además, se ha visto que los registros de MMN son normales en los primeros episodios de Esquizofrenia y que sin embargo empeoran en pacientes crónicos, con mayor presencia de síntomas negativos, lo que reflejaría un deterioro en la corteza auditiva primaria (Umbricht y Krljes, 2005). Se cree refleja una disfunción en el receptor de N-metil D-aspartato (NMDA), ya que se ha reproducido las anomalías en el registro con la administración de antagonistas de NMDA en primates.

Discusión Las últimas décadas de investigación de la neurobiología de la Esquizofrenia han aportado interesantes datos sobre la anatomía, neurotransmisión y neuropatología de esta enfermedad. Los avances técnicos y la cada vez mayor capacidad de compartir los nuevos hallazgos han jugado un papel fundamental en esta progresión de nuestro conocimiento.

  1. Muchas ideas se han abandonado, pero otras se han visto reforzadas por datos que las apoyan y lo más importante, siguen surgiendo nuevas teorías.
  2. En el campo de la genética es sin duda donde los avances tecnológicos han permitido cambiar radicalmente nuestra visión de la enfermedad.
  3. En pocos años hemos pasado de buscar genes aislados a realizar barridos completos del genoma.

Hemos pasado de intentar explicar la Esquizofrenia mediante esquemas de genética clásica a entender que se trata de una enfermedad de herencia compleja, dependiente de varios genes así como de diversos factores ambientales. La investigación de las causas exógenas de la Esquizofrenia es una de las direcciones en las que más se puede avanzar en los próximos años.

Así por ejemplo, los estudios con cannabis seguramente aporten mucha información en el futuro, ya que a su incremento paulatino en el consumo en la población general, se añaden cada vez mayores evidencias de su relación con la psicosis en general y con la Esquizofrenia en particular. En neuroimagen, tanto estructural como funcional, y en neurofisiología, las herramientas de las que disponemos se superan año tras año, cada vez ofrecen datos más precisos y cada vez son capaces dar respuesta a nuevas preguntas.

Así pues, los avances se realizan desde distintas líneas de investigación pero con la intención de converger en una dirección común: es necesario utilizar un enfoque multidisciplinar para dar respuesta a las preguntas que la neurobiología de la Esquizofrenia nos plantea.

  1. Además de las materias ya mencionadas, es necesario emplear las aportaciones que se hagan desde otras ramas del conocimiento.
  2. Los avances en la nosología, con unos criterios diagnósticos más refinados y en los que se incluyan medidas objetivas (como los déficits cognitivos), en la investigación básica, en la psicofarmacología o en la neuropsicología, han de ser integrados.

En neuropsicología por ejemplo, se han realizado importantes avances en la comprensión de los mecanismos cognitivos y fisiológicos subyacentes a los signos y síntomas de la Esquizofrenia, lo cual nos permite mejorar nuestro conocimiento de la neurobiología del trastorno, así como las estrategias de tratamiento, tanto psicológicas como farmacológicas.

En estos años hemos acumulado numerosos e importantes datos sobre las causas de la Esquizofrenia, pero seguimos sin poder explicar su etiología. No sabemos qué significado tienen muchos de los hallazgos encontrados y no tenemos pruebas de las teorías propuestas. Aún hoy la hipótesis dopaminérgica, la más aceptada, se sustenta más en datos indirectos que en directos, y no conocemos cómo se relacionan los síntomas con los resultados en la neuroimagen o en la anatomopatología.

La situación actual y el balance de estos años de investigación pueden resumirse de dos formas: pensando que a pesar del trabajo realizado no hemos solucionado el problema, o que en estos años se han generado más datos, se han formulado nuevas teorías y propuesto más ideas que en ninguna época anterior.

Extended Summary The neurobiological basis of Schizophrenia Improving our knowledge of the neurobiology of schizophrenia is a key element in order to improve diagnosis and identify future targets for treatment, and, in doing so, also improve patients’ prognosis. The progress made thus far has been focused on the advanced stages the disease, but the early stages are much less well defined.

However, most of the present research is directed at the early stages of the disease, with the aim of finding biomarkers that would allow us to identify subjects at risk of the disease and who could benefit from early interventions to prevent or mitigate future complications.

To achieve these objectives, it is essential to have a clearer understanding of the underlying biology through the different branches of medicine such as genetics, neuroimaging or neurophysiology. The genetics of schizophrenia Family studies Schizophrenia is a disease with a high level of heritability.

Family studies demonstrate this, and also the greater the degree of genetic affinity with the affected family member, the higher the risk of schizophrenia being present. That is, the more genetic material is shared, the greater the risk of having schizophrenia.

Twin studies The results of the numerous twin studies that have been carried out show a higher concordance for the disease among monozygotic twins (27% to 69%) than among dizygotic twins (5% to 31%). Adoption studies of schizophrenia This type of study is useful in order to differentiate the influence of genetic and environmental conditions.

The first study, done in the 1960´s, compared the index offspring of adopting-away schizophrenic biological parents with control adoptees whose adopting-away parents were non-schizophrenic. It showed an increased rate of illness in the index adoptees, supporting a genetic hypothesis.

  1. Later studies obtained similar results.
  2. Linkage studies Linkage studies use family samples to evaluate the connection between genetic markers and the disease.
  3. More than 35 linkage studies have been carried out into schizophrenia.
  4. The chromosomal regions most likely to contain susceptible genes for schizophrenia were 1p, 2q, 3p, 5q, 6p, 8p, 10q, 16p.

Association studies This kind of study investigates the risk of developing schizophrenia when specific gene variants are present. Association studies allow us to detect genes which have even a relatively small effect on the appearance of schizophrenia.

  1. In recent years, several studies have been carried out using modern genome-wide association studies (GWAS) techniques, reporting the following to be risk genes for the development of schizophrenia: PGBD1, NRGN, NOTCH4, PDE4B, TCF4, DAOA and TPH1.
  2. Environmental risk factors Various environmental exposures, both biological and psychosocial risk factors, have been implicated in the etiology of schizophrenia.

Season of birth: subjects born during winter are more likely to develop schizophrenia (5–10% greater than those born in summer). Infections: several infections, (such as influenza, rubella or toxoplasmosis) are associated with a higher risk of presenting Schizophrenia.

  1. Although the mechanism is unclear, it is supposed that these infections interfere with normal fetal brain development.
  2. Perinatal complication: adverse events during pregnancy or birth have been linked to doubling of the risk of developing schizophrenia in the offspring.
  3. Age of the parents: older parent are associated with a higher risk of schizophrenia being present in the offspring.

Recent studies have also found higher risk in parents younger than 25 years old. Cannabis: an increasing number of studies have found a higher risk of developing schizophrenia among cannabis consumers. Its psychotic action is particularly related to Delta-9-tetrahydrocannabinol.

  • Other factors: living in cities during the childhood years and being an immigrant are important risk factors for developing schizophrenia.
  • Neurotransmission and Schizophrenia circuits The neurochemical mechanism of schizophrenia remains unknown.
  • To explain the complexity of this disease, numerous theories have been proposed based on the alteration of the dopaminergic system where changes in other neurotransmitter systems can also be involved.

Dopaminergic hypothesis This is currently the most widely accepted hypothesis. It suggests that schizophrenia is associated with a dysregulation in dopaminergic transmission: on the one hand subcortical dopaminergic hyperfunction in the mesolimbic projections would be observed, resulting in hyperstimulation of D2 receptors with positive symptomatology.

  1. Furthermore, a hypofunction in mesocortical dopaminergic projections to the prefrontal cortex would also be observed, resulting in understimulation of D1 receptor with the consequent negative, affective and cognitive symptoms of this.
  2. However, the dopaminergic nigrostriatal and tuberoinfundibular would remain relatively preserved.

Glutamatergic Hypothesis The mechanisms proposed to explain the mediation of glutamate in schizophrenia are based on the neurotoxicity induced by this neurotransmitter and its interaction with dopamine. After several observations, a hypothesis was developed according to which NMDA receptors, specifically in corticoencefalics projections, may be hypoactive in schizophrenia.

This NMDA receptor hypofunction would lead on the one hand to dopaminergic mesolimbic hyperactivity (with the appearance of positive symptoms), and on the other hand, due to mediation GABAergic inhibitory interneurons, to hypoactivity in the dopaminergic mesocotical pathway (with the emergence of negative, affective and cognitive symptoms).

Other systems Schizophrenia has been associated with other neurotransmitter systems, with the serotonergic, cholinergic and GABAergic being the most remarkable. Neurodevelopmental hypothesis The neurodevelopmental theory states that, at least some patients with schizophrenia have this disease as a result of an alteration occurring during the period of neurodevelopment, and that its origin is genetic, environmental or a combination of both.

  1. This early lesion interacts with normal maturation of the brain, especially in cortical areas related to the response to stress in adults, which would lead to the onset of symptoms after a short window period in late adolescence and young adults.
  2. Imaging Invivo neuroimaging techniques, such as computed tomography (CT) and magnetic resonance imaging (MRI), have shown great development over recent years.

However, the results of studies employing these techniques have been quite heterogeneous. Lateral Ventricles: Enlargement of the lateral ventricles is reported in all the studies. This macroscopic brain structural change is present from the beginning of the illness.

  1. Limbic System and temporal lobe: reduction in the volume of both areas has been reported in many studies.
  2. Prefrontal cortex: reduction in the volume of this area has been reported in first psychotic episodes.
  3. Total brain volume: A reduction of the total brain volume has been reported, with no interhemispheric differences.

Thalamus: Although the findings are less consistent, it is suggested that there is a reduction in the volume of the Thalamus. Basal ganglia: The relative volumes of the basal ganglia structures (caudate, putamen and globus pallidus) were higher in patients with schizophrenia.

  1. Pituitary Gland: Ahigher volume has been reported in this structure, which may be related to an increased hypothalamic-pituitary-adrenal axis.
  2. Functional imaging Functional techniques include functional magnetic resonance imaging (fMRI), positron-emission tomography (PET) and single photon emission computed tomography (SPECT).

A frequent observation reported from these studies is the lack of activation of the dorsolateral prefrontalcortex (DLPFC) when challenged with cognitive tasks. The results in other brain regions were less consistent. Increased temporal activity was reported in some studies, although many others showed decreased activity in this region.

Neurophysiology Electroencephalography (EEG) The recording of electrical activity along the scalp produced by the firing of neurons within the brain, known as electroencephalography (EEG), has shown significant results among patients with schizophrenia. Alpha 1, alpha 2, delta and theta waves varied depending on the presence of positive or negative symptoms.

In schizophrenic patients abnormalities of asymmetry increased as the duration of the disease increased, and correlated with the negative symptoms. Event-related potentials (ERP) This is the recording of electrical potential from the nervous system of a human following the presentation of a stimulus.

  • When normal controls are exposed to repetitive auditory stimuli, there is an inhibition of responsiveness to these repeated stimuli, which is indexed by a decreased P50 reflecting the activation of an inhibitory mechanism to block out irrelevant stimuli.
  • However, most patients with schizophrenia have an impairment of P50 sensory gating.

This is arguably the best established biological finding in schizophrenia. The P300 is elicited using an auditory oddball paradigm in which patients are exposed to a series of tones and have to respond to deviant ones. Schizophrenia is associated with blunted amplitude of the auditory P300 response to salient stimuli.

Mismatch Negativity (MMN) is an endogenous auditory ERP elicited using an auditory oddball paradigm. Unlike other ERPs, MMN is independent of subjects’ attention. Reduction in the amplitude of MMN has been consistently replicated in schizophrenia. Conclusions The last decades of research into the neurobiology of schizophrenia have provided interesting results.

Our concept of the disease has benefited from the improvement of the techniques and the attempts to connect the different areas of knowledge. However, this rapid development must continue since there are still many aspects to clarify. Referencias Abel, K.M.

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