Contents
- 1 ¿Cómo se escribe en letras los números decimales?
- 2 ¿Cómo se lee el número?
- 3 ¿Cómo se leen y escriben los números naturales?
- 4 ¿Cómo se lee un número de 10 dígitos?
- 5 ¿Cómo se escribe el número 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 en inglés?
- 6 ¿Cómo se escribe un número de 7 cifras?
- 7 ¿Cómo se escribe un número en letras con centavos?
¿Cómo se escribe la cantidad?
¿Cómo escribir una cantidad de dinero en pesos mexicanos? – Escribir una cantidad de dinero en pesos mexicanos es importante para muchas situaciones, ya sea para elaborar un contrato o simplemente para anotar el precio de un producto. Para escribir correctamente la cantidad, es necesario seguir ciertas reglas.
- En primer lugar, debes colocar un signo de pesos ($) al principio de la cifra.
- Luego, se escribe la cantidad numérica con letras en plural.
- Por ejemplo, si quieres escribir $100 pesos, lo escribirás como “cien pesos”.
- Es importante indicar si se trata de una cantidad de pesos con centavos.
- En este caso, se utiliza la palabra “con” para separar la cantidad de los centavos.
Por ejemplo, si se quiere escribir la cantidad de $150.50, se escribirá como “ciento cincuenta pesos con cincuenta centavos”. En casos donde la cantidad es muy grande, se pueden usar las denominaciones de millones, miles o cientos para facilitar la escritura.
- Por ejemplo, se podría escribir la cantidad de $1,500,000 como “Un millón quinientos mil pesos”.
- En resumen, la regla básica para escribir una cantidad de dinero en pesos mexicanos es colocar el signo de pesos ($) al inicio, escribir la cantidad con letras en plural, usar la palabra “con” si hay centavos y usar denominaciones de millones, miles o cientos en números muy grandes.
Siguiendo estas reglas, podrás escribir cualquier cantidad de dinero de manera clara y concisa.
¿Cómo se escribe en letras los números decimales?
Leer los decimales cifra a cifra o por grupos – Existen dos formas de leer los decimales. En una de ellas se pronuncia la parte entera, después la coma y luego se mencionan los dígitos de la parte decimal uno a uno. Por ejemplo, el número 63,7295 se lee así: “sesenta y tres coma siete dos nueve cinco”,
¿Cómo se escribe 21 22 y 23?
Diccionario panhispánico de dudas
número o cifra | numeral cardinal |
---|---|
20 | veinte |
21 | veintiuno, fem. veintiuna; apocopado: veintiún |
22, 23, etc. | veintidós, veintitrés, etc. |
30 | treinta |
¿Cómo se lee el número?
¿Cómo se nombran los números? – Ahora que sabes como usar los dígitos para representar cantidades puedes aprender cómo nombrar los números. Ya sabemos cómo deben ser mencionadas las diez primeras cantidades: con el nombre de los dígitos. En la tabla de abajo puedes ver la manera como deben ser mencionadas las decenas y centenas: Para leer un número debemos mencionar primero las cifras mas representativas, estas son las que se encuentran más a la izquierda. En el caso del número 839, debemos mencionar primero las ocho centenas, luego las tres decenas y después las nueve unidades, el resultado es: “ochocientos treinta y nueve”.
Para leer de una manera más sencilla números grandes, acostumbramos a separar las cifras en grupos de tres, Cuando leemos las cifras cuatro, cinco y seis, agregamos la palabra mil. Por ejemplo, el número 5.243 debe ser leído como “cinco mil doscientos cuarenta y tres”. O el número 764.321 debe ser leído como “setecientos sesenta y cuatro mil trescientos veintiuno”.
Las seis cifras siguientes son los millones y están separadas por una comilla: ‘, debemos leerlas normalmente pero agregamos la palabra millón (o millones) y después seguimos leyendo el resto de las cifras. De esta manera el número 9.586 ‘ 545.347 debe ser leído así: “nueve mil quinientos ochenta y seis millones quinientos cuarenta y cinco mil trescientos cuarenta y siete”. Decimos dieciséis para leer el 16, diecisiete para 17, dieciocho para 18 y diecinueve para 19, Por ejemplo, el número 12.719 se lee: “doce mil setecientos diecinueve”. /es/los-numeros/numeros-cardinales-y-ordinales/content/
¿Cómo se escribe el número de 1000?
Mil o millar es un número natural que se escribe 1000, o 10³ en notación científica, y que sigue del 999 y precede al 1001.
¿Cómo se escribe el 300?
Trescientas, trescientos | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE – ASALE. Del lat. trecĕnti.1.
¿Cómo se escriben los números de millones?
3. Los millones – No hay un signo especial para los millones, que se marcan igualmente con un espacio: 1 000 000. Se desaconsejan, por tanto, grafías como 1’000,000 (con apóstrofo) y 1,000.000 (coma y punto), que se ven ocasionalmente en los medios.
¿Cómo se leen y escriben los números naturales?
Al leer números, primero se separan las cifras, de tres en tres, empezando por la derecha. Después se leen de izquierda a derecha, como si fuesen números de tres cifras, y se añaden las palabras mil, millones, billones, trillones,. donde corresponda.
Hasta el número treinta siempre se escribe con una sola palabra.
Según indica la Real Academia Española, al escribir números de más de cuatro cifras, se agruparán estas de tres en tres, empezando por la derecha, y separando los grupos por espacios en blanco y no por puntos o comas (8 327 451). Los números de cuatro cifras se escriben sin espacios de separación (2458).
Lectura y escritura de números naturales
¿Cómo se lee un número de 10 dígitos?
Para leer un número de 10 cifras, primero debemos colocar un espacio cada 3 cifras, empezando desde la derecha. Por ejemplo, si queremos leer el número 4576156871, colocamos espacios cada 3 cifras, siempre empezando desde la derecha. A continuación, formamos grupos de 6 cifras.
¿Cómo se escribe un número de 8 cifras?
➢ Los números de ocho cifras están formados por decenas de millón, unidades de millón, centenas de millar, decenas de millar, unidades de millar, centenas, decenas y unidades.1 DMM = 10 000 UM = 10 000 000 U 10 000 000 se lee diez millones.
¿Cómo se escribe la cantidad 14800 en letras?
¿Cómo escribir 14800 en letras? – El número 14800 se escribe con letras como catorce mil ochocientos. Así pues, si se precisa saber cómo se debe escribir 14800 con letras, tal vez porque se necesita entender como se oye de manera correcta o cómo debe transcribirlo de manera perfecta se tendrá que tomar en cuenta que la forma precisa de convertir el número 14800 con letras será catorce mil ochocientos,
¿Cómo se escribe el número 500?
El quinientos (500) es el número natural que sigue al cuatrocientos noventa y nueve y precede al quinientos uno.
¿Cómo se escribe el número 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 en inglés?
22 se escribe twenty two // se pronuncia: (tuenti chu) 23 se escribe twenty three // se pronuncia: (tuenti zri) 24 se escribe twenty four // se pronuncia: (tuenti four) 25 se escribe twenty five // se pronuncia: (tuenti faiv)
¿Cómo se escribe 22 23 24 25 26 27 28 29 30?
REGLAS Y EJERCICIOS ACENTOS MAYÚSCULAS SIGNOS ABREVIATURAS GENTILICIOS EXTRANJERISMOS NUMERALES ERRORES PALABRAS DUDOSAS PALABRAS HOMÓFONAS PREFIJOS Y SUFIJOS SIGLAS Y ACRÓNIMOS
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Acompañan a los nombres e informan con exactitud de cantidades y órdenes de colocación. Ofrecen la particularidad de corresponderse en la escritura con dos formas gráficas de naturaleza diferente: un signo lingüístico, expresado mediante letras, y un signo matemático, los números, Inventario de formas de los numerales cardinales
Los números cardinales expresan simplemente el número o la cantidad. Designan los guarismos: 1, 2, 3, 4, 5,. uno, dos, tres, cuatro, cinco,. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS CARDINALES Los cardinales de cero a quince, todas las decenas ( veinte, treinta, cuarenta, etc.), cien(to), quinientos y mil son palabras simples. El resto de los numerales cardinales son complejos y se forman por fusión, yuxtaposición o coordinación de cardinales simples. De los cardinales complejos, se escriben hoy en una sola palabra los correspondientes a los números 16 a 19 y 21 a 29, así como todas las centenas: dieciséis, dieciocho, veintiuno, veintidós, doscientos, cuatrocientos, seiscientos, etc. No obstante lo dicho, por analogía con la serie de los cardinales compuestos de diez y de veinte, y debido a su comportamiento prosódico igualmente unitario, se documentan casos de grafías univerbales en los correspondientes a a otras decenas ( treintaicinco, cuarentaitres, cincuentaiocho, etc.), especialmente en textos de autores americanos. Estas grafías simples, aunque aún minoritarias, son asimismo válidas, pues responden a la tendencia a la fusión gráfica que experimentan las unidades léxicas pluriverbales que forman un solo grupo acentual; aun así, en el uso culto general son claramente mayoritarias las grafías pluriverbales tradicionales ( treinta y cinco, cuarenta y tres, cincuenta y ocho, etc.). Cuando el cardinal uno y sus compuestos se anteponen, en función adjetiva, a un sustantivo masculino, adoptan siempre la forma apocopada un: un libro, veintiún soldados, ciento un opositores, También es normal la apócope de la forma femenina una cuando el numeral precede a un sustantivo femenino que comienza por /a/ tónica: un águila, veintiún hachas, ciento un armas; pero no se considera incorrecto, aunque en la lengua actual es muy poco frecuente, utilizar en estos casos la forma plena una : una águila, veintiuna hachas, ciento una armas, Solo es correcta la apócope ante sustantivos; así pues, no debe decirse el treinta y un por ciento, sino el treinta y uno por ciento. Los cardinales, cuando son sustantivos, son siempre masculinos: el tres, un millón. Cuando funcionan como adjetivos o como pronombres carecen de variación de género, a excepción de uno y sus compuestos, que tienen formas específicas para el femenino: una, veintiuna, treinta y una, etc.; y de los correspondientes a las centenas, a partir de doscientos, cuyos femeninos adoptan la terminación -cientas (salvo quinientos, que tiene forma propia y cuyo femenino es quinientas ): doscientas, trescientas, etc. El género del numeral lo determina el sustantivo al que se refiere: De las trescientas páginas que tiene el libro, me he leído cuarenta y una. En el caso de las centenas, el cardinal en función adjetiva debe concordar necesariamente en género con el sustantivo al que cuantifica, tanto si lo precede inmediatamente ( doscientos kilos, trescientas toneladas ) como si entre ellos se interpone otro elemento, por ejemplo, la palabra mil, si se trata de numerales complejos ( doscientos mil kilos, trescientas mil toneladas ). En lo que se refiere al cardinal uno y sus compuestos, la concordancia es obligada cuando el numeral precede inmediatamente al sustantivo: treinta y un kilos, veintiuna toneladas (no veintiún toneladas ); pero si entre el numeral y el sustantivo femenino se interpone la palabra mil, la concordancia de género es opcional: veintiún mil toneladas o veintiuna mil toneladas, Al escribir números de más de cuatro cifras, se agruparan estas de tres en tres, empezando por la derecha, y separando los grupos por espacios en blanco: Ejemplo: 2 543 218 ( y no por puntos o comas, como dependiendo de las zonas, se hacía hasta ahora: 5.645.452 ; 1,342,245 ). Los números de cuatro cifras se escriben sin espacio de separación: 1256 (no 1 256 ). En ningún caso deben repartirse en líneas diferentes las cifras que componen un número. Nunca se escriben con puntos, comas ni blancos de separación los números referidos a años, páginas, versos, portales de vías urbanas, códigos postales, apartados de correos, números de artículos legales, decretos o leyes: año 2009, página 2356, código postal 41530, Para separar la parte entera de la decimal debe usarse la coma, según establece la normativa internacional: 25,3456, No obstante, también se admite el uso anglosajón del punto, extendido en algunos países americanos: 25.3456, Para expresar el número cien se emplean las palabras cien y ciento, – cien : cuando acompaña a un sustantivo. Ejemplo: cien años de soleda d. – ciento : para los porcentajes ( excepto 100% ) y cuando es un pronombre. Ejemplo: Más vale pájaro en mano que ciento volando, Cuando la cuantificación es imprecisa, los numerales cardinales se combinan con las expresiones y tantos e y pico, Cuando se escribe un texto, los números comprendidos entre el cero y el nueve se suelen escribir con letras; entre diez y veinte pueden escribirse con cifra o con letra; a partir del veinte, es aconsejable escribir con cifra. Debe tenerse especial cuidado en escribir correctamente los cardinales doscientos, trescientos y seiscientos (compuestos, respectivamente, de dos, tres y seis + el plural cientos)- La única grafía hoy admitida para estos numerales incluye, como se ve, la secuencia -sc, que no debe simplificarse ni en -c- ( docientos, trecientos,) ni en -s- ( dosientos, tresientos.). También debe evitarse el error de escribir con -sc-, por ultracorrección, otros numerales a los que no les corresponde: setescientos, novescientos, en lugar de los correctos setecientos, novecientos. Los múltiplos de mil mantienen tradicionalmente en la escritura la independencia gráfica de sus componentes: dos mil (libros), tres mil (soldados), quince mil (metros), cuatrocientas mil personas), etc. Solo cuando se emplean como sustantivos lexicalizados, como ocurre cuando designan las montañas de una altura igual o superior a la expresada por el numeral, deben usarse las grafías univerbales dosmil, tresmil., ochomil, que permiten la normal formación de los plurales correspondientes: Tres meses después de subir a su último ochomil, Edurne Pasaban se ha convertido en la primera en subir las 14 montañas más altas del mundo, Las voces millar, millón, millardo, billón, trillón y cuatrillón son sustantivos, a diferencia de los demás cardinales, cuya función primaria es adjetiva; por lo tanto, cuando estos numerales cuantifican por sí solos a un sustantivo, este debe ir necesariamente precedido de la preposición de: un millón de personas, dos billones de pesos; pero si, por formar parte de un numeral complejo, van seguidos de otros cardinales, el sustantivo cuantificado no va precedido de preposición: un millón doscientas mil personas, Lo mismo sucede si se escriben con números: 1 000 000 de personas, 1 200 000 personas. Además, estos sustantivos numerales, cuando se usan en singular, deben ir siempre precedidos de un determinante: Acudieron un millón doscientas mil personas (no Acudieron millón doscientas mil personas ); Mañana te devolveré el millón de pesos que me prestaste. El caso de mil es especial, puesto que pertenece a ambas categorías: mil es el adjetivo cardinal correspondiente al número 1000: mil casas, mil personas; mientras que el plural miles es un sustantivo masculino sinónimo de millares : miles de euros, muchos miles de personas, etc. Inventario de formas de los numerales ordinales
Los numerales ordinales son los que indican orden o sucesión en relación con los números naturales. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS ORDINALES Son palabras simples los ordinales correspondientes a los números 1 al 9: primero, segundo, tercero, etc.; los correspondientes a todas las decenas (de 10 a 90): décimo, vigésimo, trigésimo, cuadragésimo, etc.; y los correspondientes a todas las centenas (de 100 a 900): centésimo, ducentésimo, tricentésimo, cuadringentésimo, etc. También son simples los ordinales correspondientes a 1000 y a las potencias superiores: milésimo, millonésimo, billonésimo, etc. El resto de los ordinales son complejos y se generan por yuxtaposición o por fusión de formas simples. Así, los correspondientes a las series de las decenas y las centenas se construyen posponiendo al ordinal de orden superior los ordinales correspondientes a los órdenes inferiores: decimotercero, vigésimocuarto, trigésimo noveno, ducentésimo segundo, tricentésimo cuadragésimo noveno, etc. Los ordinales correspondientes a los números 11 y 12 presentan hoy dos formas válidas: las etimológicas simples undécimo y duodécimo, aún preferidas en el uso más culto, y las compuestas decimoprimero y decimosegundo, creadas modernamente por analogía con la forma que adoptan los ordinales del resto de las series ( vigesimoprimero, vigesimosegundo, trigésimo primero, trigésimo segundo, etc.). Los ordinales complejos correspondientes a la primera y a la segunda decena se pueden escribir e una o dos palabras, pero hoy son mayoritarias y, por ello, preferibles las grafías univerbales ( decimotercero, decimocuarto, vigesimoprimero, vigesimoctavo, etc.), más acordes con el proceso de cohesión prosódica y morfológica experimentado por estas formas complejas. A partir de la tercera decena solo se emplean tradicionalmente las grafías pluriverbales ( trigésimo primero, cuadragésimo segundo, quincuagésimo tercero, etc.), aunque no serían censurables las grafías univerbales en estos ordinales, puesto que, al igual que los correspondientes a las decenas primera y segunda, también manifiestan tendencia a la cohesión prosódica y morfológica: trigesimoprimero, cuadragesimosegunda, Si el ordinal se escribe en dos palabras, el primer elemento mantiene la tilde que le corresponde como palabra independiente: trigésimo segundo, trigésima cuarta, trigésimo octavo, cuadragésima quinta ; pero, si se escribe en una sola palabra, el ordinal compuesto, que resulta ser una voz llana terminada en vocal, debe escribirse sin tilde, pues no le corresponde llevarla según las reglas de acentuación: vigesimosegundo ( no vigésimosegundo), Los ordinales compuestos escritos en una sola palabra solo presentan variación de género y número en el segundo componente: vigesimoprimero, vigesimoprimera, vigesimoprimeros, vigesimoprimeras ; pero, si se escriben en dos palabras, ambos componentes son variables: vigésimo primero, vigésima primera, vigesimos primeros, vigésimas primeras, No se consideran correctas las grafías en dos palabras si se mantiene invariable el primer componente: vigésimo segundos, vigésimo cuarta, vigésimo octavas, Es decir, cuando los ordinales se escriben en dos palabras, ambas tienen que concordar con el sustantivo al que acompañan: vigésima segunda edición ; décima cuarta asamblea, Por el contrario, cuando se escriben en una sola palabra, la concordancia con el sustantivo se da solo en el último componente: vigesimosegunda edición; decimocuarta asamblea, Los ordinales complejos de la serie de los millares, los millones, los billones, etc., en la práctica poco o nada usados, se forman prefijando al ordinal simple el cardinal que lo multiplica, y posponiendo los ordinales correspondientes a los órdenes inferiores: dosmilésimo (2000.º), tresmilésimo tricentésimo cuadragésimo quinto (3345.º), quinientosmilésimo (500 000.º), etc. También en estas series, cuando el numeral se escribe en varias palabras, deben manifestar la variación de género y número todos sus componentes: tresmilésimas, tricentésimas cuadragésimas quintas, Debe tenerse en cuenta que, en la lengua actual, existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales más allá de los correspondientes a la segunda o tercera decenas, de manera que hoy es normal y frecuente emplear como ordinales los números cardinales. No deben utilizarse como ordinales formas propias de los numerales fraccionarios o partitivos; así, no debe decirse el onceavo piso, en lugar de el undécimo piso. El ordinal correspondiente al número 50 es quincuagésimo (del lat. quinquagesimus ), no cincuentésimo, Han caído en desuso los ordinales con la terminación -eno (salvo noveno, forma preferida hoy frente a nono ), frecuentes en el español medieval y clásico: deceno, onceno, doceno o duodeno, treceno, veinteno, etc. Cuando al ordinal octavo se prefija otro ordinal, se recomienda reducir las dos oes resultantes a una sola: vigesimoctavo (mejor que vigesimooctavo )., Debe tenerse en cuenta que, en la lengua actual, existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales más allá de los correspondientes a la segunda o tercera decenas, de manera que hoy es normal y frecuente emplear como ordinales los números cardinales. Para expresar abreviadamente los ordinales, se utilizan dos sistemas: la numeración romana y la numeración arábiga seguida de letra volada; así, puede escribirse tanto la XXIII edición del Festival de San Sebastián como la 23.ª edición del Festival de San Sebastián. Cuando se utiliza el segundo procedimiento, hay que tener en cuenta que, salvo en el caso de las formas apocopadas primer y tercer, que llevan voladas las dos últimas letras del ordinal ( 1.er, 3.er, 23.er ), en el resto de los casos únicamente va volada la última letra: 1.º, 2.º, 3.ª, 28.ª, etc. No son aconsejables, pues, abreviaciones como 1.ero, 2.do, 7.mo, 8.vo, 9.no, etc., usadas a veces en el español americano, probablemente por influjo de las correspondientes abreviaciones inglesas ( 1st, 2nd, 3rd, 7th ). Solo tienen forma propia los ordinales correspondientes a los números del 1 al 12, los de las decenas y también los de las centenas; a partir de 1 000, todos los millares se forman añadiendo la terminación -ésimo al numeral correspondiente. Ejemplos: tresmilésimo, cienmilésimo, Los ordinales primero y tercero se apocopan en las formas primer y tercer cuando preceden a un sustantivo masculino, aunque entre ambos se interponga otra palabra; esta apócope también se produce cuando forman parte de ordinales compuestos: el primer ministro, mi tercer gran amor; el vigesimoprimer aniversario. La apócope es opcional si el ordinal aparece antepuesto y coordinado con otro adjetivo: mi primero y último amor o mi primer y último amor, Constituye un arcaísmo, que debe evitarse en el habla culta actual, la apócope de estos ordinales ante sustantivos femeninos: la primer vez, la tercer casa, En contraste con los cardinales, los ordinales pueden construirse, en su forma de singular masculino, con lo : Lo primero es ver cómo está, Inventario de formas de los numerales fraccionarios
Los numerales fraccionarios, también llamados partitivos, designan las varias fracciones o partes iguales en que se ha dividido la unidad. Así en las fracciones matemáticas, el numeral fraccionario es el que expresa el denominador, mientras que el numerador se corresponde con un numeral cardinal: dos tercios 2/3), tres cuartos (3/4), etc.1.
Por lo tanto, se consideran incorrectas las grafías con separación entre sus componentes: diez milésimo, dos millonésimo, a) Adjetivos fraccionarios De los adjetivos fraccionarios, únicamente medio puede modificar directamente al sustantivo que expresa la entidad dividida, con el que debe concordar en género y número: mediolibro, media tortilla, dos medias naranjas,
El resto se forma hoy añadiendo al numeral cardinal el sufijo -ava: treceava, veintiunava, Los correspondientes a los números once y doce, así como los correspondientes a las decenas, admiten ambas formas: onceava y undécima ; doceava y duodécima ; veinteava y vigésima, treintava y trigésima, etc.), aunque hoy suelen preferirse las primeras.
Solo los sustantivos fraccionarios correspondientes a diez, cien, mil y millón, y sus múltiplos, pueden ser masculinos -uso frecuente en América- o femeninos ( décimo o décima, milésimo o milésima ), Al igual que ocurre en el caso de los adjetivos, para los correspondientes a las decenas pueden admitirse las formas propiamente fraccionarias, que terminan en -avo, o las que coinciden con los ordinales, pero estas últimas son de raro uso hoy. Inventario de formas de los números romanos
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|
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sesenta | LX |
setenta | LXX |
ochenta | LXXX |
noventa | XC |
cien | C |
ciento uno | CI |
ciento dos | CII |
doscientos | CC |
trescientos | CCC |
cuatrocientos | CD |
quinientos | D |
seiscientos | DC |
setecientos | DCC |
ochocientos | DCCC |
novecientos | CM |
mil | M |
mil uno | MI |
dos mil | MM |
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Convertir de número arábigo a romano (Para números menores de 5000) 1. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS ROMANOS La numeración romana se basa en el empleo de siete letras del alfabeto latino, a las que corresponde un valor numérico fijo: I (= 1), V (= 5), X (= 10), L (= 50), C (= 100), D (= 500), M (= 1000).
- Para escribir correctamente un número utilizando este sistema, es necesario tener en cuenta lo siguiente: a) Aunque en textos antiguos se usaban a veces letras minúsculas para representar los números romanos, hoy deben utilizarse solo letras con forma mayúscula.
- Cuando se refieran a sustantivos escritos en minúscula, se recomienda escribirlos en versalitas (letras de figura mayúscula, pero del mismo tamaño que las minúsculas): siglo V, páginas XIX-XXIII; y en versales (letras mayúsculas de tamaño superior al de las minúsculas), cuando vayan solos o se refieran a sustantivos escritos con inicial mayúscula: Alfonso X, II Congreso Internacional,
Cuando los números romanos se usan con valor ordinal, no deben acompañarse de letras voladas: tomo vi.º, II.ª Guerra Mundial, b) Los números romanos se escriben e interpretan de izquierda a derecha, en sentido decreciente, esto es, de los millares a las unidades: MDCCLVI,
C) No debe repetirse hoy más de tres veces consecutivas una misma letra; así, el número 333 se escribe en romanos CCCXXXIII ; pero 444 no puede escribirse CCCCXXXXIIII ; se escribe CDXLIV, No obstante, en la Antigüedad podían repetirse hasta cuatro veces consecutivas las letras I y X, Hoy en día solo pervive la secuencia de cuatro signos en la indicación del cuatro en las esferas de los relojes que utilizan números romanos, donde este número puede aparecer representado como IV o como IIII,
d) Nunca se repetirá dos veces una letra si existe otra que por sí sola representa ese valor; así, no puede escribirse VV para representar el número 10, porque ese valor lo representa la letra X, Esta es la causa de que los signos V, L y D no se repitan nunca, pues el doble de su valor lo representan, respectivamente, los signos X, C y M,
e) Cuando una letra va seguida de otra de valor igual o inferior, se suman sus valores: V I (= 6), XV (= 15), XXVII (= 27), f) Cuando una letra va seguida de otra de valor superior, se le resta a la segunda el valor de la primera: I V (= 4), IX (= 9), XL (= 40), XC (= 90), CD (= 400), CM (= 900), g) Los signos V, L y D no se utilizan nunca como valor sustractivo: así, el número 45 debe escribirse XLV, y no VL,
h) El valor de los números romanos queda multiplicado por mil tantas veces como rayas horizontales se tracen encima: así, L— (= 50 000), M —— (= 1 000 000 000),2. USO ACTUAL DE LOS NÚMEROS ROMANOS En la actualidad, solo se usan los números romanos, casi siempre con valor ordinal, en los casos siguientes: a) En monumentos o lápidas conmemorativas, para indicar los años: MCMXCIX (= 1999),
- Esta costumbre está cayendo en desuso y actualmente es más normal usar la numeración arábiga.
- A imitación de los antiguos modelos de inscripciones lapidarias latinas, es posible encontrar en algún caso que los grupos que corresponden a los millares, las centenas, las decenas y las unidades se separan con un punto situado a media altura: M·CM·XCM·IX,
b) En las publicaciones periódicas, para señalar el año al que corresponde a cada ejemplar desde que comenzó su edición: El País. Lunes, 6 de septiembre de 2010. Año XXXV. Número 12 131, En este uso alternan con los números arábigos. c) Para indicar los siglos: siglo XV, siglo XXI,
- Se escriben siempre pospuestos al nombre.
- No deben usarse, en este caso, números arábigos: siglo 21,
- D) Para indicar las dinastías en ciertas culturas: los faraones de la XVIII dinastía,
- Se escriben normalmente antepuestos al nombre.
- Pueden sustituirse por la abreviatura del numeral ordinal correspondiente: la 18.ª dinastía,
e) En las series de papas, emperadores y reyes de igual nombre: J uan XXIII, Napoleón III, Felipe IV. Se escriben siempre pospuestos al nombre. f) En la numeración de volúmenes, tomos, partes, libros, capítulos o cualquier otra división de una obra, así como en la numeración de actos, cuadros o escenas en las piezas teatrales: tomo III, libro II, capítulo IV, escena VIII,
Se escriben pospuestos al nombre. En muchos de estos casos, pueden sustituirse por las abreviaturas, antepuestas o pospuestas, de los numerales ordinales correspondientes: tomo 3.º o 3.er tomo, capítulo 12.º o 12.º capítulo ; e incluso por números cardinales, aunque en ese caso el número solo puede ir pospuesto al nombre: tomo 3, volumen 2, capítulo 7,
g) En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes, festivales, etc.: II Congreso Internacional de la Lengua Española, XXIII Feria del Libro de Buenos Aires, Se escriben antepuestos al nombre. Si el número resulta excesivamente complejo, se prefiere, en su lugar, el uso de las abreviaturas de los numerales correspondientes: 78.º Campeonato Mundial de Ajedrez,
H) Para numerar las páginas de secciones preliminares de una obra (prólogo, introducción, etc.), con el fin de distinguirlas de las del cuerpo central: El autor cita a Cervantes en la página XVII del prólogo, Se escriben pospuestos al nombre. i) Para representar el mes en la expresión abreviada de las fechas: 12-IX-1978,
Hoy es más habitual emplear para ello números arábigos. j) Los números romanos usados con valor ordinal no deben escribirse nunca acompañados de letras voladas: tomo VI.º, II.ª Conferencia de Eficiencia Energética, k) Los grados con que en la escala de Mercalli se mide la intensidad y capacidad de destrucción de los terremotos: El sismo tuvo una intensidad de grado VI en la escala modificada de Mercalli,
L) En España, en los identificadores de las carreteras nacionales: Repostó su vehículo en una gasolinera de la N-IV,3. LECTURA DE LOS NÚMEROS ROMANOS Como se ha señalado, los números romanos se usan fundamentalmente hoy con valor ordinal, por lo que en su lectura debe reproducirse, en principio, el número ordinal que corresponda en cada caso: IV Jornadas de Diseño Empresarial (cuartas jornadas.),
No obstante, puesto que los ordinales excesivamente complejos suelen reemplazarse en el uso actual por los correspondientes cardinales, es también posible leer como cardinales los números romanos elevados: LXXVIII Congreso nacional de Mutualistas (septuagésimo octavo congreso.
- O setenta y ocho congreso.),
- También pueden leerse como cardinales u ordinales en aquellos contextos en que la lengua admite el uso de ambos tipos de numerales: tomo III (tomo tres o tomo tercero),
- En cambio, cuando se usan solo como identificadores, para nombrar o referirse a algo que forma parte de una serie, se leen únicamente como cardinales: la N-II (la ene dos o la nacional dos),
En otros contextos de uso, su lectura puede variar según el valor del número que representan: a) Los números romanos que indican año se leen como cardinales: MDCCXXI (mil setecientos veintiuno) ; no obstante, hasta el diez puede leerse también como ordinales: año II (año II o año segundo),
b) En referencia a los siglos, los números romanos del I al X se leen indistintamente como cardinales o como ordinales, con preferencia culta por este último: siglo I (siglo uno o siglo primero) ; pero del siglo XI en adelante, solo es normal su lectura como cardinales: siglo XVIII (siglo dieciocho),
c) En la indicación de orden en las series de papas y reyes del mismo nombre, los números romanos se leen como ordinales hasta el diez (aunque para este último también se admite la lectura como cardinal): Enrique VIII (Enrique octavo) ; y como cardinales a partir del diez: Juan XXIII (Juan veintitrés), Los numerales multiplicativos expresan el resultado obtenido de una multiplicación. Como adjetivos, denotan que el sustantivo al que se refieren -con el que deben concordar en género y número- se compone de tantas unidades o medidas iguales, o implica tantas repeticiones, como el numeral indica: triple salto, habitaciones cuádruples,
NÚMERO | NUMERAL MULTIPLICATIVO |
2 | doble y duplo, fem. dupla |
3 | triple y triplo, fem. tripla |
4 | cuádruple y cuádruplo, fem. cuádrupla |
5 | quíntuple y quíntuplo, fem. quíntupla |
6 | séxtuple y séxtuplo, fem. séxtupla |
7 | séptuple y séptuplo, fem. séptupla |
8 | óctuple y óctuplo, fem. óctupla |
9 | nónuplo, fem. nónupla |
10 | décuplo, fem. décupla |
11 | undécuplo, fem. undécupla |
12 | duodécuplo, fem. duodécupla |
13 | terciodécuplo, fem. terciodécupla |
100 | céntuplo, fem. céntupla |
1. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS MULTIPLICATIVOS A excepción de los que corresponden a los números dos ( doble ) y tres ( triple ), todos los numerales multiplicativos son formas esdrújulas, por lo que deben escribirse con tilde: cuádruple, décupla, céntuplo. Los hay que poseen dos formas, una acabada en – e, válida para ambos géneros ( parto doble, letra doble), y otra terminada en – o, a la que corresponde un femenino en – a ( parto duplo, letra dupla ). No obstante, como adjetivos, solo se usan hoy las formas terminadas en – e, Como sustantivos, aunque son mayoritarias las formas en – e ( el doble, el triple, etc.). En realidad, solo es normal el uso de los multiplicativos más bajos de la serie, especialmente doble, triple y cuádruple, A partir del nueve, son prácticamente inusitados; en su lugar, se emplea el numeral cardinal que corresponda, seguido de veces mayor o veces más, fórmula que sirve también para expresar la idea de multiplicación en aquellos casos en que no existe forma específica de multiplicativo: > (Maza Astronomía ). La elección de cifras o de palabras en la escritura de los números depende de factores muy diversos, como el tipo de texto de que se trate, la complejidad del número que se deba expresar o el contexto de uso. De manera general puede afirmarse que en textos científicos y técnicos es más normal el empleo de cifras por su concisión y claridad, y resulta obligado cuando los números se utilizan en lenguajes formales, como sucede cuando aparecen en operaciones matemáticas o en fórmulas de cualquier índole, o cuando se emplean en cómputos estadísticos, inventarios, tablas, gráficos o cualquier otro contexto en que el manejo de números es constante y constituye parte fundamental de lo escrito.
- A este respecto, se ofrecen a continuación una serie de recomendaciones que responden a las tendencias más extendidas.1.
- ESCRITURA CON PALABRAS Se escribirán preferentemente con palabras: a) Los números que pueden expresarse en una sola palabra, esto es, del cero al veintinueve, las decenas ( treinta, cuarenta, etc.) y las centenas ( cien, doscientos, etc.): Tiene nueve hijos: dos chicas y siete chicos; El restaurante no tiene aforo para más de cuatrocientas personas.
b) Los números redondos que pueden expresarse en dos palabras ( trescientos mil, dos millones, etc.): Veinte mil manifestantes acudieron a la convocatoria. c) Los números inferiores a cien que se expresan en dos palabras unidas por la conjunción y (hasta noventa y nueve ): Se licenció hace treinta y siete años.
No es recomendable mezclar en un mismo enunciado números escritos con cifras y números escritos con palabras; así pues, si algún número perteneciente a las clases antes señaladas forma serie con otros más complejos, es mejor escribirlos todos con cifras: En la Biblioteca de Palacio hay 35 manuscritos y 135 226 volúmenes impresos, 134 de ellos incunables,
d) En textos no técnicos es preferible escribir con palabras los números no excesivamente complejos referidos a unidades de medida. En ese caso, no debe usarse el símbolo de la unidad, sino el sustantivo correspondiente: Los últimos veinte kilómetros se hicieron interminables.
- Cuando se utiliza el símbolo, es obligado escribir el número en cifras.
- E) Las fracciones, fuera de contextos matemáticos: Dos quintos de los encuestados respondieron afirmativamente.
- F) Los números que corresponden a cantidades o cifras aproximadas: Tiene unos cuarenta y tantos años: Se levantó a las seis y algo.
g) Los números que se utilizan expresivamente o forman parte de locuciones y frases hechas: En organización, es la número uno; no le busques tres pies al gato. h) Los números que corresponden a fechas históricas o festividades, incluso cuando pasan a utilizarse en la denominación de vías o espacios urbanos: ¿Quedamos en la plaza del Dos de Mayo? No obstante, en algunos países del ámbito hispánico es normal el uso de cifras en estos contextos: calle del 16 de Septiembre.
i) Los números que identifican los naipes de la baraja: el seis de oros, el diez de picas.2. ESCRITURA CON CIFRAS Se escribirán con cifras: a) Los que exigirían el empleo de cuatro o más palabras en su escritura con numerales: Se recibieron 32 423 solicitudes (más claro y de comprensión más rápida que treinta y dos mil cuatrocientas veintitrés ).
En algunos documentos, como cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., por razones de seguridad, la expresión en cifras va acompañada normalmente de la expresión en palabras: Páguese al portador de este cheque la cantidad de veinticinco mil tresciencietas treinta y ocho euros (25 338€).
B) Los números que forman parte de códigos o identificadores de cualquier tipo (códigos postales, números telefónicos, documentos de identidad, signaturas de bibliotecas, numeración de textos legales, etc.): C.P.89765; Ley 124/1990. c) Los números que indican año: El año 2000 fue bisiesto, d) La numeración de las vías urbanas y carreteras: avenida (de) Libertadores, 35; carretera comarcal 713.
e) Los números formados por una parte entera y otra decimal: El índice de natalidad es de 1,5 (o 1.5) niños por mujer. También en este caso, en cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., la expresión numérica suele acompañarse de la expresión en palabras: Páguese al portador la cantidad de mil doscientos treinta y cuatro euros con veinticinco céntimos.
- El sustantivo cuantificado por una expresión numérica decimal, incluso si esta designa una cantidad inferior a la unidad, debe aparecen en plural: 0,5 millones de euros.
- F) Los números que aparecen en documentos técnicos y en formulaciones matemáticas, físicas o químicas: 3x=y.
- G) Los números referidos a unidades de medida, cuando van seguidos del símbolo correspondiente: Inauguraron una central solar de 42 kW en la localidad.
No se deben escribir en líneas diferentes la cifra y el símbolo. h) Los números seguidos de la abreviatura del concepto que cuantifican: 5 cts. (‘cinco céntimos’). No se deben escribir en líneas diferentes el número y la abreviatura. i) Los números pospuestos al sustantivo al que se refieren (expresado o no mediante abreviatura), usados para identificar un elemento concreto dentro de una serie: página 3 (o pág.3), gráfico 15; tabla 7, etc.
j) Los números utilizados para la jerarquización de niveles de texto o como llamadas de notas al pie: 1.1.3 Descomposición de un número en factores primos. k) Los números que cuantifican los elementos dispuestos en una lista: 2 botellas de leche 6 cervezas 1 paquete de pañuelos 3. USO COMBINADO DE CIFRAS Y PALABRAS a) La combinación de cifras y palabras en la escritura de un numeral compuesto no se considera correcta.
Así pues, los números deben escribirse enteramente en cifras ( 37,154 000,10 000) o enteramente en palabras (diez mil). b) Solo las cantidades que tienen como base un sustantivo de significación numeral como millar, millón, millardo, billón, trillón y cuatrillón podrán escribirse mezclando el uso de cifras (para expresar el numeral cuantificador)) y palabras (para expresar el sustantivo numeral cuantificado): 15 millares; 327 millones, etc.
- Prueba de las palabras anteriormente citadas son sustantivos numerales, y no adjetivos, es que, si se expresa el elemento al que cuantifica toda la expresión, este debe ir precedido de la preposición de: 15 millares de ejemplares; 327 millones de habitantes.
- C) Este método abreviado no es válido para las cantidades expresadas en miles porque mil no es un sustantivo (la forma sustantiva es millar ), sino que forma parte de adjetivos numerales compuestos de dos palabras, en cuya escritura no deben mezclarse cifras y letras; así, no debe escribirse 125 mil personas,
La forma correcta sería 125 000 personas o enteramente en palabras: ciento veinticinco mil personas. d) Asimismo, no resulta apropiado mezclar la expresión y medio/a con numerales escritos con cifras. Así pues, es mejor escribir 3,5 (o 3.5) millones de bolívares o tres millones y medio de bolívares que 3 millones y medio de bolívares, En la actualidad conviven dos modelos de expresión de la hora: el que, para numerarlas, divide las veinticuatro horas del día en dos periodos de doce horas (doce diurnas y doce nocturnas) y el que numera correlativamente las veinticuatro horas.1. MODELO DE DOCE HORAS En este modelo, el día queda dividido en dos periodos de doce horas, de forma que para indicar cada una de ellas se emplean los números del 1 al 12 o los numerales cardinales correspondientes ( una, dos, tres, etc.).
Cuando la hora se escribe con cifras en este modelo, para despejar posibles dudas en su interpretación, se emplean las abreviaturas a.m. (del lat. ante meridiem ‘antes del mediodía’) y p.m. (del lat. post meridiem ‘después del mediodía’), que indican a qué tramo del día corresponde la hora expresada: 4 a.m.
(‘cuatro de la mañana o de la madrugada’) y 4 p.m. (‘cuatro de la tarde’). Para las doce de la mañana se recomienda el empleo de la abreviatura m. (del lat. meridies ‘mediodía’); mientras que a la medianoche le corresponde la expresión 12 a.m.2. MODELO DE VEINTICUATRO HORAS En este modelo, para indicar cada una de las horas se utilizan los números del 0 al 23, o los numerales cardinales correspondientes ( cero, una, dos., doce, trece, etc.).
- Presenta la ventaja de que a cada hora le corresponde un número diferente, por lo que, al no haber riesgo de ambigüedad, no se requieren precisiones adicionales.
- Este modelo se expresa con preferencia en cifras y se usa especialmente en contextos en los que se requiere especial precisión: La sonda espacial fue lanzada a las 18:48 h.
Aunque es menos común su empleo cuando la hora se escribe con palabras, no faltan ejemplos en textos periodísticos y literarios. El sistema de veinticuatro horas es el más adecuado para la expresión en cifras de intervalos unidos con guion: Horario: 8:00-22:00.3.
- USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LA HORA Como principio general, se recomienda escribir la hora utilizando bien palabras, bien cifras, sin mezclar ambas: las diez de la noche o las 22:00.
- Por ello, una expresión combinada como las 10 de la noche, aunque no incorrecta, se considera menos recomendable que cualquiera de las anteriores.
La hora se escribe preferentemente con palabras, y no con cifras, en textos de carácter narrativo o discursivo, ya sean literarios, periodísticos o de otra índole. Se recomienda escribir toda la expresión horaria con palabras cuando, usando el modelo de doce horas, se añadan precisiones sobre el tramo del día al que corresponde la hora indicada.
- También cuando se exprese la hora de forma aproximada, con fórmulas atenuativas como alrededor de, a eso de, en torno a, y pico.
- En cambio, la hora se escribe preferentemente con cifras cuando se utiliza el modelo de veinticuatro horas, así como en todos aquellos contextos que requieren la máxima precisión y economía en este punto, como sucede en horarios, convocatorias, actas, informes técnicos o científicos y, en general, en todos los usos que deban respetar las directrices de los organismos de normalización: El embarque del vuelo finalizará a las 17:35.
Para escribir correctamente la hora utilizando cifras, debe tenerse en cuenta lo siguiente: a) De acuerdo con la norma ISO 8601, para separar los elementos que integran la expresión de la hora deben utilizarse los dos puntos: 13:27, En el uso común, fuera de textos técnicos, es también válido el empleo del punto: 13.27,
En cualquiera de los casos, el signo de separación se escribe pegado a los dígitos que lo preceden y lo siguen. Nunca debe usarse con este fin la coma, signo reservado para la expresión de magnitudes decimales. b) Para expresar la hora en cifras según el estándar internacional de veinticuatro horas, deben emplearse dos dígitos por cada elemento (dos dígitos para la hora, dos dígitos para los minutos y dos dígitos para los segundos, aunque estos últimos se suelen omitir); por tanto, deben incluirse tantos ceros como sea necesario para cumplir esta condición: 03:07 (por las tres de la madrugada y siete minutos), 22:00 (por las diez en punto de la noche),
Como se ve en el último ejemplo, las horas en punto incluyen dos ceros en la posición correspondiente a los minutos. No obstante, en el uso común, fuera de textos técnicos, estos dos ceros pueden omitirse si tras la indicación de la hora se escribe el símbolo h: Su tren llega a las 22 h.
Es también frecuente prescindir del primer dígito que indica la hora cuando este es un cero: El avión despegó a las 3:07 (o a las 3:07 h). c) El uso del símbolo h (‘hora’) tras las cifras que expresan hora es opcional en el formato que incluye dos dígitos por elemento: 17:30 o 17:30 h ; pero, si se prescinde de los dos ceros correspondientes a los minutos en la indicación de las horas en punto -como es frecuente en el uso común-, conviene emplear el símbolo para clarificar que se trata de una indicación horaria: a las 7 h.
Como todos los símbolos, debe escribirse sin punto y separado por un espacio de la cifra a la que se acompaña. d) El uso de las abreviaturas a.m., m. y p.m. que se emplean en el modelo de doce horas para indicar el tramo del día al que corresponde la hora indicada es incompatible con el uso del símbolo h, porque dichas abreviaturas ya explicitan suficientemente que se trata de una referencia horaria. La fecha es la indicación de un momento preciso en el tiempo según un determinado calendario. En nuestro caso se construye con tres anclajes temporales básicos: el día, el mes y el año del calendario gregoriano. La forma de expresar estos elementos y el orden en que se sitúan varían en función del modelo utilizado.1.
- MODELOS DE EXPRESIÓN DE LA FECHA a) El modelo de orden ascendente expresa en primer lugar el día, seguido del mes y el año: 27 de noviembre de 2010, 27.11.2010,
- Este modelo es el predominante en el ámbito internacional.
- Al ser también el modelo tradicional y más generalizado en el mundo hispánico, se recomienda su empleo en todos los países hispanohablantes, a fin de mantener la unidad.
b) El modelo de uso habitual en los Estados Unidos de América —y algunas de sus áreas de influencia— sitúa en primer lugar el mes, seguido del día y el año: noviembre 27 de 2010, 11.27.2010, Aunque este modelo tiene cierto uso en Hispanoamérica y cuenta con algunos antecedentes hispanos, se desaconseja su empleo en español, que hoy es achacable al influjo del inglés.
Presenta además el inconveniente de que, en fechas inferiores o iguales al día doce de cada mes, su interpretación puede ser ambigua, por estar los hispanohablantes más habituados al modelo de orden ascendente. Así una fecha como 2.11.2010, que remitiría en este modelo al once de febrero de dos mil diez, sería interpretado por muchos hispanohablantes como indicativa del dos de noviembre, con el consiguiente riesgo de graves malentendidos.
c) El modelo de orden descendente, en el que aparece en primer lugar el año, seguido del mes y el día, es el recomendado por la norma ISO 8601, que fija el formato de intercambio de las fechas expresadas en cifras en documentos de carácter científico o técnico de circulación internacional: 2010.11.27 (por 27 de noviembre de 2010 ).
El orden descendente presenta la ventaja de ser analógico con la expresión normalizada de la hora (horas-minutos-segundos) y de permitir la ordenación automática de las fechas. En este modelo no deben omitirse los ceros si las cifras que indican el mes o el día es menor de diez.2. USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LA FECHA El sistema más común y extendido en los textos generales combina el uso de palabras y cifras: el día y el año se escriben con números arábigos, mientras que el mes se indica con su nombre, escrito siempre con inicial minúscula.
Cada uno de los elementos de la fecha se separa utilizando la preposición de: 13 de julio de 2010. Los números que expresan años deben escribirse sin ningún signo ni espacio entre sus dígitos: 1998, 2010. En la datación de cartas y documentos, si se antepone la indicación del lugar o el día de la semana en que se escribe el texto, la fecha se separa de esos otros elementos mediante una coma: Panamá, 8 de abril de 2009; Lunes, 10 de mayo de 2010.
- A fin de abreviar su expresión, las fechas pueden escribirse utilizando únicamente las cifras que indican el día, el mes y el año, separando cada elemento con guiones, barras o puntos, y sin dejar espacios en blanco: 7-7-1962; 7/7/1962; 7.7.1962.
- En estos casos, el año puede expresarse con sus cuatro dígitos o solamente con los dos últimos, omitiendo los que indican el siglo, siempre que ello no induzca a error en su identificación: 27.7.68,
El mes, por su parte, puede expresarse en números arábigos o en romanos, aunque esta segunda opción ( 16-VI-1970 ) es hoy poco frecuente. Cuando el número que indica el mes o el día es inferior a diez, se recomienda no anteponer un cero a la cifra simple, salvo que ello sea necesario por razones técnicas (por ejemplo, en formularios informatizados) o de seguridad (para evitar alteraciones en la fecha en documentos bancarios o comerciales); así, en usos comunes es preferible escribir 5.7.99, 2-9-1940 que 05.07.99, 02-09-1940.3.
USO DE LAS PREPOSICIONES PARA LA EXPRESIÓN DE LAS FECHAS En la expresión de las fechas se usan las preposiciones a, en y de, a) La preposición a se antepone siempre a la indicación del día, tanto de la semana como del mes, cuando introduce un complemento del verbo estar : Estamos a lunes, Si se utiliza el verbo ser para expresar la fecha, debe hacerse sin preposición y con el verbo en tercera persona del singular: Es lunes.
También se emplea la preposición a ante la indicación del día cuando este se menciona sin artículo y es complemento de un verbo expreso o sobreentendido: Expido el presente certificado a 3 de enero de 1998, En el resto de los casos, la indicación del día va sin preposición y precedida de artículo: Te llamaré el lunes,
- B) La preposición en antecede a la indicación del mes; o del año, si este no va acompañado del mes: Estamos en mayo,
- Hoy debe evitarse, por arcaico, el uso de en inmediatamente delante del día del mes: La ley se aprobó en 3 de mayo ; lo normal, en estos casos, es usar el artículo: La ley se aprobó el 3 de mayo.
c) La preposición de se emplea entre la mención del día y el mes, y entre la del mes y el año: Murió el 15 de julio de 1957, También se usa la preposición de cuando se antepone al nombre del mes la palabra mes: Estamos en el mes de septiembre. No es necesaria esta preposición si se antepone a la expresión numérica del año la palabra año, aunque en estilo literario o formal se pone a veces: Murió en el año (DE) 1974. 1. LA EXPRESIÓN DE LOS SIGLOS Los siglos se escriben siempre utilizando números romanos: siglo XXI, siglo XII. Los distintos calendarios toman como referencia para el inicio del cómputo cronológico un hecho relevante en la historia de la comunidad que los utiliza.
Este hecho marca el comienzo del periodo de tiempo, denominado era, en el que se inscribe el cómputo. En el calendario gregoriano, este hecho relevante es el nacimiento de Jesucristo, de ahí que nuestra era se denomine tradicionalmente era cristiana, aunque también recibe el nombre de era común por su empleo generalizado en el mundo occidental.
En nuestro sistema de datación, cuando es necesario especificar si el siglo indicado es anterior o posterior al momento de inicio del cómputo, se utilizan abreviaturas convencionales a. de J.C., a. de C., a.J.C, o a.C, (‘antes de Cristo’), a.n.e. (‘antes de nuestra era’), a.e.c.
‘antes de la era común’) y d. de J.C., d. de C., d.J.C. o d.C. (después de Cristo’), d.n.e, (‘después de nuestra era’), d.e.c. (‘después de la era común’).2. LA EXPRESIÓN DE LAS DÉCADAS En español, las décadas, esto es, los periodos de diez años referidos a cada una de las decenas de que se compone un siglo, se expresan preferentemente utilizando los numerales cardinales que designan cada decena, siempre en singular ( los años veinte, la década de los treinta, los cuarenta, pero no los cuarentas ).
Aunque siempre es preferible el empleo de numerales cardinales también pueden expresarse las décadas con cifras: Aprovechamos todo los periódicos de la ciudad de los años 20. Puesto que el numeral con que se expresan las décadas debe usarse siempre en singular, no son admisibles, si la década se escribe con cifras, fórmulas como los 30s o los 30’s, copiadas del ingles.3.
- LA EXPRESIÓN DE LOS AÑOS Exceptuando la posibilidad de que se utilicen números romanos, los años se escriben siempre con números arábigos: año 977, 1998, 2010.
- La mención de un año también puede realizarse únicamente con las dos últimas cifras: Cuando murió su padre en el año 95.
- En español es innecesario y desaconsejable escribir un apóstrofo para indicar la supresión de las dos primeras cifras de un año, uso debido al influjo del inglés y que suele aparecer en la mención de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años: Barcelona’92 (en referencia a los Juegos Olímpicos celebrados ese año); español basta con las dos últimas cifras: Barcelona 92.
Para indicar los años anteriores y posteriores al momento del inicio del cómputo de nuestra era, si esa previsión resulta necesaria, pueden utilizarse las mismas abreviaturas convencionales que se han mencionado en relación con los siglos: 211 a.C., 123 d.C., 45 a.n.e.
- No se considera adecuado expresar los años anteriores a la fecha de inicio del cómputo de nuestra era extrapolando la pauta de escritura de los números negativos en la notación matemática, esto es, anteponiendo el signo menos a la cifra del año: En -202 Escipión derrotó a Aníbal.
- En la datación de cartas y documentos es frecuente, que antes de la fecha, se mencione también el lugar en que se escriben.
En estos casos, se pone coma entre el lugar y la fecha: Quito, 21 de febrero de 1967, También se escribe coma entre el nombre del día de la semana y la indicación del día, mes y año: Hoy es sábado, 18 de agosto de 2001. Es incorrecto escribir con punto la expresión numérica de los años: 1.992, 2.011, Un porcentaje es la expresión de un tanto por ciento, esto es, del número de unidades consideradas en relación con un total de cien. Para la expresión de los porcentajes debe utilizarse siempre la fórmula por ciento o el símbolo correspondiente a esta locución (%): Comparten las tareas del hogar al cincuenta por ciento; Contiene el 60% de la dosis diaria recomendada de vitamina C. En la expresión de los porcentajes ha de utilizarse siempre la fórmula por ciento: «En un noventa por ciento se trataba de desempleados de larga duración»; no se considera correcto, en estos casos, el uso de la forma apocopada cien: el noventa por cien, El uso de la locución por cien solo se considera correcto cuando el porcentaje expresa la totalidad. Para ese caso, son igualmente válidas las expresiones ciento por ciento (preferida en América), cien por ciento y cien por cien (preferida en España). La locución por ciento debe escribirse siempre en dos palabras. La escritura en una sola palabra es válida únicamente para el sustantivo masculino porciento (‘porcentaje’), que se usa sobre todo en el español caribeño. Mientras que la locución por ciento puede acompañar tanto a cifras como a palabras, el símbolo % solo debe emplearse cuando el porcentaje se escribe con cifras; en consecuencia, no es correcto usar el símbolo % si el porcentaje se expresa con palabras: el trece% de los encuestados, En cambio, no se considera incorrecto usar la locución por ciento acompañada de cifras: Solo se gastó un 2,3 por ciento del presupuesto. En cualquier caso, lo más aconsejable es escribir los porcentajes enteramente con palabras ( el trece por ciento ) o con cifras acompañadas del símbolo % ( el 13% ). El símbolo % se lee siempre >, excepto si aparece en la expresión 100%, caso en el que puede leerse también >. Se recomienda no separar en líneas de textos diferentes los elementos que integran la expresión de los porcentajes, se escriban con cifras o con palabras: 3 / %, tres / por ciento, tres por / ciento. No debe dejarse espacio de separación entre el número y el signo %. No debe usarse el signo % cuando el porcentaje se expresa con palabra: el tres %, Es incorrecta la apócope del numeral uno y sus compuestos cuando no van antepuestos a un sustantivo; por tanto, no debe decirse el treinta y un por ciento, sino el treinta y uno por ciento,1. USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LOS PORCENTAJES Cuando el porcentaje corresponde a un número inferior a diez, puede escribirse tanto con cifras como con palabras: Un 8% de los alumnos nunca acude a la biblioteca o Un ocho por ciento de los alumnos nunca acude a la biblioteca. La escritura con cifras es más frecuente en los textos de carácter científico o técnico. En cambio, los porcentajes superiores a diez se escriben casi exclusivamente con cifras, tanto por corresponder a números que se expresan en su mayoría con más de una palabra como por el hecho de ser las cifras de más fácil y rápida interpretación: Solo el 38% de la población participó en los comicios, La escritura de porcentajes superiores a diez enteramente en palabras solo es normal en documentos de carácter financiero, administrativo o legal (cheques bancarios, letras de cambio, contratos, etc.) en los que la expresión con palabras deba acompañar a la cifra para evitar toda posible confusión o manipulación: El deudor declara que es propietario del 47% (cuarenta y siete por ciento) del capital social. Puesto que los números formados por una parte entera y una decimal se escriben con cifras, así deben escribirse también los porcentajes decimales, aunque correspondan a números inferiores a diez: << Los carburantes se abarataron el 3,5% el pasado abril >>. Pero también pueden escribirse con palabras en textos de carácter financiero, administrativo o legal con el fin de evitar equívoco o manipulaciones: << Cuota: Cero entero setecientas milésimas por ciento >>.2. LA COORDINACIÓN DE PORCENTAJES ESCRITOS CON CIFRAS Cuando en un enunciado aparecen varios porcentajes coordinados, el símbolo % suele colocarse tras la última cifra: Entre el 85 y el 95 % de la población se mostró en contra de la medida. No obstante, en documentos de carácter científico-técnico es preferible repetir el símbolo tras cada una de las cifras para evitar toda posibilidad de confusión: Entre el 85% y el 95% de la población se mostró en contra de la medida. En los intervalos de porcentajes escritos con guion, lo más indicado es usar un solo símbolo colocado al final: 20-25%.3. EL TANTO POR MIL En determinado tipo de textos, especialmente en los de carácter estadístico o financiero, se expresan a menudo tantos por mil, en lugar de tantos por ciento. Un tanto por mil indica el número de unidades consideradas en relación con un total de mil. En estos casos, tras la expresión del número concreto de que se trate (que puede escribirse con palabras o con cifras), se emplea la locución por mil o, más raramente, por millar : << Aproximadamente el dos por mil no saben hacer una raíz cuadrada >>. Cuado el tanto por mil se escribe con cifras, es habitual usar el símbolo ‰: La alícuota general del impuesto será del 4 ‰ para los créditos. Aunque la forma habitual de referirse a este tipo de expresiones es mediante la locución sustantiva tantos por mil o tantos por millar, en algunos países de América se emplea también el sustantivo pormilaje, creado por analogía con porcentaje, (Fuente: Diccionario panhispánico de dudas y Ortografía de la lengua española )
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¿Cómo se escriben los números 16 17 18 y 19?
¿Cómo se escribe 14 15 16 17 18 y 19? –
REGLAS Y EJERCICIOS ACENTOS MAYÚSCULAS SIGNOS ABREVIATURAS GENTILICIOS EXTRANJERISMOS NUMERALES ERRORES PALABRAS DUDOSAS PALABRAS HOMÓFONAS PREFIJOS Y SUFIJOS SIGLAS Y ACRÓNIMOS |
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Acompañan a los nombres e informan con exactitud de cantidades y órdenes de colocación. Ofrecen la particularidad de corresponderse en la escritura con dos formas gráficas de naturaleza diferente: un signo lingüístico, expresado mediante letras, y un signo matemático, los números, Inventario de formas de los numerales cardinales
Los números cardinales expresan simplemente el número o la cantidad. Designan los guarismos: 1, 2, 3, 4, 5,. uno, dos, tres, cuatro, cinco,. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS CARDINALES Los cardinales de cero a quince, todas las decenas ( veinte, treinta, cuarenta, etc.), cien(to), quinientos y mil son palabras simples.
No obstante lo dicho, por analogía con la serie de los cardinales compuestos de diez y de veinte, y debido a su comportamiento prosódico igualmente unitario, se documentan casos de grafías univerbales en los correspondientes a a otras decenas ( treintaicinco, cuarentaitres, cincuentaiocho, etc.), especialmente en textos de autores americanos. Estas grafías simples, aunque aún minoritarias, son asimismo válidas, pues responden a la tendencia a la fusión gráfica que experimentan las unidades léxicas pluriverbales que forman un solo grupo acentual; aun así, en el uso culto general son claramente mayoritarias las grafías pluriverbales tradicionales ( treinta y cinco, cuarenta y tres, cincuenta y ocho, etc.). Cuando el cardinal uno y sus compuestos se anteponen, en función adjetiva, a un sustantivo masculino, adoptan siempre la forma apocopada un: un libro, veintiún soldados, ciento un opositores, También es normal la apócope de la forma femenina una cuando el numeral precede a un sustantivo femenino que comienza por /a/ tónica: un águila, veintiún hachas, ciento un armas; pero no se considera incorrecto, aunque en la lengua actual es muy poco frecuente, utilizar en estos casos la forma plena una : una águila, veintiuna hachas, ciento una armas, Solo es correcta la apócope ante sustantivos; así pues, no debe decirse el treinta y un por ciento, sino el treinta y uno por ciento.
El género del numeral lo determina el sustantivo al que se refiere: De las trescientas páginas que tiene el libro, me he leído cuarenta y una. En el caso de las centenas, el cardinal en función adjetiva debe concordar necesariamente en género con el sustantivo al que cuantifica, tanto si lo precede inmediatamente ( doscientos kilos, trescientas toneladas ) como si entre ellos se interpone otro elemento, por ejemplo, la palabra mil, si se trata de numerales complejos ( doscientos mil kilos, trescientas mil toneladas ).
Los números de cuatro cifras se escriben sin espacio de separación: 1256 (no 1 256 ). En ningún caso deben repartirse en líneas diferentes las cifras que componen un número. Nunca se escriben con puntos, comas ni blancos de separación los números referidos a años, páginas, versos, portales de vías urbanas, códigos postales, apartados de correos, números de artículos legales, decretos o leyes: año 2009, página 2356, código postal 41530, Para separar la parte entera de la decimal debe usarse la coma, según establece la normativa internacional: 25,3456, No obstante, también se admite el uso anglosajón del punto, extendido en algunos países americanos: 25.3456, Para expresar el número cien se emplean las palabras cien y ciento, – cien : cuando acompaña a un sustantivo.
Debe tenerse especial cuidado en escribir correctamente los cardinales doscientos, trescientos y seiscientos (compuestos, respectivamente, de dos, tres y seis + el plural cientos)- La única grafía hoy admitida para estos numerales incluye, como se ve, la secuencia -sc, que no debe simplificarse ni en -c- ( docientos, trecientos,) ni en -s- ( dosientos, tresientos.). También debe evitarse el error de escribir con -sc-, por ultracorrección, otros numerales a los que no les corresponde: setescientos, novescientos, en lugar de los correctos setecientos, novecientos. Los múltiplos de mil mantienen tradicionalmente en la escritura la independencia gráfica de sus componentes: dos mil (libros), tres mil (soldados), quince mil (metros), cuatrocientas mil personas), etc. Solo cuando se emplean como sustantivos lexicalizados, como ocurre cuando designan las montañas de una altura igual o superior a la expresada por el numeral, deben usarse las grafías univerbales dosmil, tresmil., ochomil, que permiten la normal formación de los plurales correspondientes: Tres meses después de subir a su último ochomil, Edurne Pasaban se ha convertido en la primera en subir las 14 montañas más altas del mundo, Las voces millar, millón, millardo, billón, trillón y cuatrillón son sustantivos, a diferencia de los demás cardinales, cuya función primaria es adjetiva; por lo tanto, cuando estos numerales cuantifican por sí solos a un sustantivo, este debe ir necesariamente precedido de la preposición de: un millón de personas, dos billones de pesos; pero si, por formar parte de un numeral complejo, van seguidos de otros cardinales, el sustantivo cuantificado no va precedido de preposición: un millón doscientas mil personas, Lo mismo sucede si se escriben con números: 1 000 000 de personas, 1 200 000 personas.
Inventario de formas de los numerales ordinales
Los numerales ordinales son los que indican orden o sucesión en relación con los números naturales. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS ORDINALES Son palabras simples los ordinales correspondientes a los números 1 al 9: primero, segundo, tercero, etc.; los correspondientes a todas las decenas (de 10 a 90): décimo, vigésimo, trigésimo, cuadragésimo, etc.; y los correspondientes a todas las centenas (de 100 a 900): centésimo, ducentésimo, tricentésimo, cuadringentésimo, etc.
Los ordinales correspondientes a los números 11 y 12 presentan hoy dos formas válidas: las etimológicas simples undécimo y duodécimo, aún preferidas en el uso más culto, y las compuestas decimoprimero y decimosegundo, creadas modernamente por analogía con la forma que adoptan los ordinales del resto de las series ( vigesimoprimero, vigesimosegundo, trigésimo primero, trigésimo segundo, etc.). Los ordinales complejos correspondientes a la primera y a la segunda decena se pueden escribir e una o dos palabras, pero hoy son mayoritarias y, por ello, preferibles las grafías univerbales ( decimotercero, decimocuarto, vigesimoprimero, vigesimoctavo, etc.), más acordes con el proceso de cohesión prosódica y morfológica experimentado por estas formas complejas. A partir de la tercera decena solo se emplean tradicionalmente las grafías pluriverbales ( trigésimo primero, cuadragésimo segundo, quincuagésimo tercero, etc.), aunque no serían censurables las grafías univerbales en estos ordinales, puesto que, al igual que los correspondientes a las decenas primera y segunda, también manifiestan tendencia a la cohesión prosódica y morfológica: trigesimoprimero, cuadragesimosegunda, Si el ordinal se escribe en dos palabras, el primer elemento mantiene la tilde que le corresponde como palabra independiente: trigésimo segundo, trigésima cuarta, trigésimo octavo, cuadragésima quinta ; pero, si se escribe en una sola palabra, el ordinal compuesto, que resulta ser una voz llana terminada en vocal, debe escribirse sin tilde, pues no le corresponde llevarla según las reglas de acentuación: vigesimosegundo ( no vigésimosegundo), Los ordinales compuestos escritos en una sola palabra solo presentan variación de género y número en el segundo componente: vigesimoprimero, vigesimoprimera, vigesimoprimeros, vigesimoprimeras ; pero, si se escriben en dos palabras, ambos componentes son variables: vigésimo primero, vigésima primera, vigesimos primeros, vigésimas primeras, No se consideran correctas las grafías en dos palabras si se mantiene invariable el primer componente: vigésimo segundos, vigésimo cuarta, vigésimo octavas, Es decir, cuando los ordinales se escriben en dos palabras, ambas tienen que concordar con el sustantivo al que acompañan: vigésima segunda edición ; décima cuarta asamblea, Por el contrario, cuando se escriben en una sola palabra, la concordancia con el sustantivo se da solo en el último componente: vigesimosegunda edición; decimocuarta asamblea, Los ordinales complejos de la serie de los millares, los millones, los billones, etc., en la práctica poco o nada usados, se forman prefijando al ordinal simple el cardinal que lo multiplica, y posponiendo los ordinales correspondientes a los órdenes inferiores: dosmilésimo (2000.º), tresmilésimo tricentésimo cuadragésimo quinto (3345.º), quinientosmilésimo (500 000.º), etc. También en estas series, cuando el numeral se escribe en varias palabras, deben manifestar la variación de género y número todos sus componentes: tresmilésimas, tricentésimas cuadragésimas quintas, Debe tenerse en cuenta que, en la lengua actual, existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales más allá de los correspondientes a la segunda o tercera decenas, de manera que hoy es normal y frecuente emplear como ordinales los números cardinales. No deben utilizarse como ordinales formas propias de los numerales fraccionarios o partitivos; así, no debe decirse el onceavo piso, en lugar de el undécimo piso. El ordinal correspondiente al número 50 es quincuagésimo (del lat. quinquagesimus ), no cincuentésimo, Han caído en desuso los ordinales con la terminación -eno (salvo noveno, forma preferida hoy frente a nono ), frecuentes en el español medieval y clásico: deceno, onceno, doceno o duodeno, treceno, veinteno, etc. Cuando al ordinal octavo se prefija otro ordinal, se recomienda reducir las dos oes resultantes a una sola: vigesimoctavo (mejor que vigesimooctavo )., Debe tenerse en cuenta que, en la lengua actual, existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales más allá de los correspondientes a la segunda o tercera decenas, de manera que hoy es normal y frecuente emplear como ordinales los números cardinales. Para expresar abreviadamente los ordinales, se utilizan dos sistemas: la numeración romana y la numeración arábiga seguida de letra volada; así, puede escribirse tanto la XXIII edición del Festival de San Sebastián como la 23.ª edición del Festival de San Sebastián.
Solo tienen forma propia los ordinales correspondientes a los números del 1 al 12, los de las decenas y también los de las centenas; a partir de 1 000, todos los millares se forman añadiendo la terminación -ésimo al numeral correspondiente. Ejemplos: tresmilésimo, cienmilésimo, Los ordinales primero y tercero se apocopan en las formas primer y tercer cuando preceden a un sustantivo masculino, aunque entre ambos se interponga otra palabra; esta apócope también se produce cuando forman parte de ordinales compuestos: el primer ministro, mi tercer gran amor; el vigesimoprimer aniversario.
Los numerales fraccionarios, también llamados partitivos, designan las varias fracciones o partes iguales en que se ha dividido la unidad. Así en las fracciones matemáticas, el numeral fraccionario es el que expresa el denominador, mientras que el numerador se corresponde con un numeral cardinal: dos tercios 2/3), tres cuartos (3/4), etc.1.
El resto se forma hoy añadiendo al numeral cardinal el sufijo -ava: treceava, veintiunava, Los correspondientes a los números once y doce, así como los correspondientes a las decenas, admiten ambas formas: onceava y undécima ; doceava y duodécima ; veinteava y vigésima, treintava y trigésima, etc.), aunque hoy suelen preferirse las primeras. B) Sustantivos fraccionarios Los sustantivos fraccionarios que corresponden a las fracciones 1/2 y 1/3 son mitad y tercio, respectivamente. En el resto de los casos, la forma de los sustantivos fraccionarios coincide con la de los adjetivos, con la salvedad de que el sustantivo es normalmente masculino y para el adjetivo solo se emplea la forma femenina: cuarto, cuarta (parte), Solo los sustantivos fraccionarios correspondientes a diez, cien, mil y millón, y sus múltiplos, pueden ser masculinos -uso frecuente en América- o femeninos ( décimo o décima, milésimo o milésima ), Al igual que ocurre en el caso de los adjetivos, para los correspondientes a las decenas pueden admitirse las formas propiamente fraccionarias, que terminan en -avo, o las que coinciden con los ordinales, pero estas últimas son de raro uso hoy. Inventario de formas de los números romanos
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diecinueve | XIX |
veinte | XX |
veintiuno | XXI |
veintidós | XXII |
veintitrés | XXIII |
veinticuatro | XXIV |
veinticinco | XXV |
veintiséis | XXVI |
veintisiete | XXVII |
veintiocho | XXVIII |
veintinueve | XXIX |
treinta | XXX |
treinta y uno | XXXI |
treinta y dos | XXXII |
cuarenta | XL |
cuarenta y uno | XLI |
cuarenta y dos | XLII |
cincuenta | L |
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sesenta | LX |
setenta | LXX |
ochenta | LXXX |
noventa | XC |
cien | C |
ciento uno | CI |
ciento dos | CII |
doscientos | CC |
trescientos | CCC |
cuatrocientos | CD |
quinientos | D |
seiscientos | DC |
setecientos | DCC |
ochocientos | DCCC |
novecientos | CM |
mil | M |
mil uno | MI |
dos mil | MM |
td> Convertir de número arábigo a romano (Para números menores de 5000) 1. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS ROMANOS La numeración romana se basa en el empleo de siete letras del alfabeto latino, a las que corresponde un valor numérico fijo: I (= 1), V (= 5), X (= 10), L (= 50), C (= 100), D (= 500), M (= 1000). Para escribir correctamente un número utilizando este sistema, es necesario tener en cuenta lo siguiente: a) Aunque en textos antiguos se usaban a veces letras minúsculas para representar los números romanos, hoy deben utilizarse solo letras con forma mayúscula. Cuando se refieran a sustantivos escritos en minúscula, se recomienda escribirlos en versalitas (letras de figura mayúscula, pero del mismo tamaño que las minúsculas): siglo V, páginas XIX-XXIII; y en versales (letras mayúsculas de tamaño superior al de las minúsculas), cuando vayan solos o se refieran a sustantivos escritos con inicial mayúscula: Alfonso X, II Congreso Internacional, Cuando los números romanos se usan con valor ordinal, no deben acompañarse de letras voladas: tomo vi.º, II.ª Guerra Mundial, b) Los números romanos se escriben e interpretan de izquierda a derecha, en sentido decreciente, esto es, de los millares a las unidades: MDCCLVI,
- C) No debe repetirse hoy más de tres veces consecutivas una misma letra; así, el número 333 se escribe en romanos CCCXXXIII ; pero 444 no puede escribirse CCCCXXXXIIII ; se escribe CDXLIV,
- No obstante, en la Antigüedad podían repetirse hasta cuatro veces consecutivas las letras I y X,
- Hoy en día solo pervive la secuencia de cuatro signos en la indicación del cuatro en las esferas de los relojes que utilizan números romanos, donde este número puede aparecer representado como IV o como IIII,
d) Nunca se repetirá dos veces una letra si existe otra que por sí sola representa ese valor; así, no puede escribirse VV para representar el número 10, porque ese valor lo representa la letra X, Esta es la causa de que los signos V, L y D no se repitan nunca, pues el doble de su valor lo representan, respectivamente, los signos X, C y M, e) Cuando una letra va seguida de otra de valor igual o inferior, se suman sus valores: V I (= 6), XV (= 15), XXVII (= 27), f) Cuando una letra va seguida de otra de valor superior, se le resta a la segunda el valor de la primera: I V (= 4), IX (= 9), XL (= 40), XC (= 90), CD (= 400), CM (= 900), g) Los signos V, L y D no se utilizan nunca como valor sustractivo: así, el número 45 debe escribirse XLV, y no VL, h) El valor de los números romanos queda multiplicado por mil tantas veces como rayas horizontales se tracen encima: así, L— (= 50 000), M —— (= 1 000 000 000),2.
USO ACTUAL DE LOS NÚMEROS ROMANOS En la actualidad, solo se usan los números romanos, casi siempre con valor ordinal, en los casos siguientes: a) En monumentos o lápidas conmemorativas, para indicar los años: MCMXCIX (= 1999), Esta costumbre está cayendo en desuso y actualmente es más normal usar la numeración arábiga.
A imitación de los antiguos modelos de inscripciones lapidarias latinas, es posible encontrar en algún caso que los grupos que corresponden a los millares, las centenas, las decenas y las unidades se separan con un punto situado a media altura: M·CM·XCM·IX, b) En las publicaciones periódicas, para señalar el año al que corresponde a cada ejemplar desde que comenzó su edición: El País.
- Se escriben siempre pospuestos al nombre.
- No deben usarse, en este caso, números arábigos: siglo 21,
- D) Para indicar las dinastías en ciertas culturas: los faraones de la XVIII dinastía,
- Se escriben normalmente antepuestos al nombre.
- Pueden sustituirse por la abreviatura del numeral ordinal correspondiente: la 18.ª dinastía,
e) En las series de papas, emperadores y reyes de igual nombre: J uan XXIII, Napoleón III, Felipe IV. Se escriben siempre pospuestos al nombre. f) En la numeración de volúmenes, tomos, partes, libros, capítulos o cualquier otra división de una obra, así como en la numeración de actos, cuadros o escenas en las piezas teatrales: tomo III, libro II, capítulo IV, escena VIII,
- Se escriben pospuestos al nombre.
- En muchos de estos casos, pueden sustituirse por las abreviaturas, antepuestas o pospuestas, de los numerales ordinales correspondientes: tomo 3.º o 3.er tomo, capítulo 12.º o 12.º capítulo ; e incluso por números cardinales, aunque en ese caso el número solo puede ir pospuesto al nombre: tomo 3, volumen 2, capítulo 7,
g) En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes, festivales, etc.: II Congreso Internacional de la Lengua Española, XXIII Feria del Libro de Buenos Aires, Se escriben antepuestos al nombre. Si el número resulta excesivamente complejo, se prefiere, en su lugar, el uso de las abreviaturas de los numerales correspondientes: 78.º Campeonato Mundial de Ajedrez, h) Para numerar las páginas de secciones preliminares de una obra (prólogo, introducción, etc.), con el fin de distinguirlas de las del cuerpo central: El autor cita a Cervantes en la página XVII del prólogo, Se escriben pospuestos al nombre.
- L) En España, en los identificadores de las carreteras nacionales: Repostó su vehículo en una gasolinera de la N-IV,3.
- LECTURA DE LOS NÚMEROS ROMANOS Como se ha señalado, los números romanos se usan fundamentalmente hoy con valor ordinal, por lo que en su lectura debe reproducirse, en principio, el número ordinal que corresponda en cada caso: IV Jornadas de Diseño Empresarial (cuartas jornadas.),
- No obstante, puesto que los ordinales excesivamente complejos suelen reemplazarse en el uso actual por los correspondientes cardinales, es también posible leer como cardinales los números romanos elevados: LXXVIII Congreso nacional de Mutualistas (septuagésimo octavo congreso.
- O setenta y ocho congreso.), También pueden leerse como cardinales u ordinales en aquellos contextos en que la lengua admite el uso de ambos tipos de numerales: tomo III (tomo tres o tomo tercero), En cambio, cuando se usan solo como identificadores, para nombrar o referirse a algo que forma parte de una serie, se leen únicamente como cardinales: la N-II (la ene dos o la nacional dos),
- En otros contextos de uso, su lectura puede variar según el valor del número que representan: a) Los números romanos que indican año se leen como cardinales: MDCCXXI (mil setecientos veintiuno) ; no obstante, hasta el diez puede leerse también como ordinales: año II (año II o año segundo),
- b) En referencia a los siglos, los números romanos del I al X se leen indistintamente como cardinales o como ordinales, con preferencia culta por este último: siglo I (siglo uno o siglo primero) ; pero del siglo XI en adelante, solo es normal su lectura como cardinales: siglo XVIII (siglo dieciocho),
- c) En la indicación de orden en las series de papas y reyes del mismo nombre, los números romanos se leen como ordinales hasta el diez (aunque para este último también se admite la lectura como cardinal): Enrique VIII (Enrique octavo) ; y como cardinales a partir del diez: Juan XXIII (Juan veintitrés), Los numerales multiplicativos expresan el resultado obtenido de una multiplicación. Como adjetivos, denotan que el sustantivo al que se refieren -con el que deben concordar en género y número- se compone de tantas unidades o medidas iguales, o implica tantas repeticiones, como el numeral indica: triple salto, habitaciones cuádruples,
NÚMERO | NUMERAL MULTIPLICATIVO |
2 | doble y duplo, fem. dupla |
3 | triple y triplo, fem. tripla |
4 | cuádruple y cuádruplo, fem. cuádrupla |
5 | quíntuple y quíntuplo, fem. quíntupla |
6 | séxtuple y séxtuplo, fem. séxtupla |
7 | séptuple y séptuplo, fem. séptupla |
8 | óctuple y óctuplo, fem. óctupla |
9 | nónuplo, fem. nónupla |
10 | décuplo, fem. décupla |
11 | undécuplo, fem. undécupla |
12 | duodécuplo, fem. duodécupla |
13 | terciodécuplo, fem. terciodécupla |
100 | céntuplo, fem. céntupla |
1. ORTOGRAFÍA DE LOS NÚMEROS MULTIPLICATIVOS A excepción de los que corresponden a los números dos ( doble ) y tres ( triple ), todos los numerales multiplicativos son formas esdrújulas, por lo que deben escribirse con tilde: cuádruple, décupla, céntuplo. Los hay que poseen dos formas, una acabada en – e, válida para ambos géneros ( parto doble, letra doble), y otra terminada en – o, a la que corresponde un femenino en – a ( parto duplo, letra dupla ). No obstante, como adjetivos, solo se usan hoy las formas terminadas en – e, Como sustantivos, aunque son mayoritarias las formas en – e ( el doble, el triple, etc.). En realidad, solo es normal el uso de los multiplicativos más bajos de la serie, especialmente doble, triple y cuádruple, A partir del nueve, son prácticamente inusitados; en su lugar, se emplea el numeral cardinal que corresponda, seguido de veces mayor o veces más, fórmula que sirve también para expresar la idea de multiplicación en aquellos casos en que no existe forma específica de multiplicativo: > (Maza Astronomía ). La elección de cifras o de palabras en la escritura de los números depende de factores muy diversos, como el tipo de texto de que se trate, la complejidad del número que se deba expresar o el contexto de uso. De manera general puede afirmarse que en textos científicos y técnicos es más normal el empleo de cifras por su concisión y claridad, y resulta obligado cuando los números se utilizan en lenguajes formales, como sucede cuando aparecen en operaciones matemáticas o en fórmulas de cualquier índole, o cuando se emplean en cómputos estadísticos, inventarios, tablas, gráficos o cualquier otro contexto en que el manejo de números es constante y constituye parte fundamental de lo escrito. A este respecto, se ofrecen a continuación una serie de recomendaciones que responden a las tendencias más extendidas.1. ESCRITURA CON PALABRAS Se escribirán preferentemente con palabras: a) Los números que pueden expresarse en una sola palabra, esto es, del cero al veintinueve, las decenas ( treinta, cuarenta, etc.) y las centenas ( cien, doscientos, etc.): Tiene nueve hijos: dos chicas y siete chicos; El restaurante no tiene aforo para más de cuatrocientas personas. b) Los números redondos que pueden expresarse en dos palabras ( trescientos mil, dos millones, etc.): Veinte mil manifestantes acudieron a la convocatoria. c) Los números inferiores a cien que se expresan en dos palabras unidas por la conjunción y (hasta noventa y nueve ): Se licenció hace treinta y siete años. No es recomendable mezclar en un mismo enunciado números escritos con cifras y números escritos con palabras; así pues, si algún número perteneciente a las clases antes señaladas forma serie con otros más complejos, es mejor escribirlos todos con cifras: En la Biblioteca de Palacio hay 35 manuscritos y 135 226 volúmenes impresos, 134 de ellos incunables, d) En textos no técnicos es preferible escribir con palabras los números no excesivamente complejos referidos a unidades de medida. En ese caso, no debe usarse el símbolo de la unidad, sino el sustantivo correspondiente: Los últimos veinte kilómetros se hicieron interminables. Cuando se utiliza el símbolo, es obligado escribir el número en cifras. e) Las fracciones, fuera de contextos matemáticos: Dos quintos de los encuestados respondieron afirmativamente. f) Los números que corresponden a cantidades o cifras aproximadas: Tiene unos cuarenta y tantos años: Se levantó a las seis y algo. g) Los números que se utilizan expresivamente o forman parte de locuciones y frases hechas: En organización, es la número uno; no le busques tres pies al gato. h) Los números que corresponden a fechas históricas o festividades, incluso cuando pasan a utilizarse en la denominación de vías o espacios urbanos: ¿Quedamos en la plaza del Dos de Mayo? No obstante, en algunos países del ámbito hispánico es normal el uso de cifras en estos contextos: calle del 16 de Septiembre. I) Los números que identifican los naipes de la baraja: el seis de oros, el diez de picas.2. ESCRITURA CON CIFRAS Se escribirán con cifras: a) Los que exigirían el empleo de cuatro o más palabras en su escritura con numerales: Se recibieron 32 423 solicitudes (más claro y de comprensión más rápida que treinta y dos mil cuatrocientas veintitrés ). En algunos documentos, como cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., por razones de seguridad, la expresión en cifras va acompañada normalmente de la expresión en palabras: Páguese al portador de este cheque la cantidad de veinticinco mil tresciencietas treinta y ocho euros (25 338€).
- B) Los números que forman parte de códigos o identificadores de cualquier tipo (códigos postales, números telefónicos, documentos de identidad, signaturas de bibliotecas, numeración de textos legales, etc.): C.P.89765; Ley 124/1990.
- C) Los números que indican año: El año 2000 fue bisiesto,
- D) La numeración de las vías urbanas y carreteras: avenida (de) Libertadores, 35; carretera comarcal 713.
e) Los números formados por una parte entera y otra decimal: El índice de natalidad es de 1,5 (o 1.5) niños por mujer. También en este caso, en cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., la expresión numérica suele acompañarse de la expresión en palabras: Páguese al portador la cantidad de mil doscientos treinta y cuatro euros con veinticinco céntimos.
- El sustantivo cuantificado por una expresión numérica decimal, incluso si esta designa una cantidad inferior a la unidad, debe aparecen en plural: 0,5 millones de euros.
- F) Los números que aparecen en documentos técnicos y en formulaciones matemáticas, físicas o químicas: 3x=y.
- G) Los números referidos a unidades de medida, cuando van seguidos del símbolo correspondiente: Inauguraron una central solar de 42 kW en la localidad.
No se deben escribir en líneas diferentes la cifra y el símbolo. h) Los números seguidos de la abreviatura del concepto que cuantifican: 5 cts. (‘cinco céntimos’). No se deben escribir en líneas diferentes el número y la abreviatura. i) Los números pospuestos al sustantivo al que se refieren (expresado o no mediante abreviatura), usados para identificar un elemento concreto dentro de una serie: página 3 (o pág.3), gráfico 15; tabla 7, etc.
J) Los números utilizados para la jerarquización de niveles de texto o como llamadas de notas al pie: 1.1.3 Descomposición de un número en factores primos. k) Los números que cuantifican los elementos dispuestos en una lista: 2 botellas de leche 6 cervezas 1 paquete de pañuelos 3. USO COMBINADO DE CIFRAS Y PALABRAS a) La combinación de cifras y palabras en la escritura de un numeral compuesto no se considera correcta.
Así pues, los números deben escribirse enteramente en cifras ( 37,154 000,10 000) o enteramente en palabras (diez mil). b) Solo las cantidades que tienen como base un sustantivo de significación numeral como millar, millón, millardo, billón, trillón y cuatrillón podrán escribirse mezclando el uso de cifras (para expresar el numeral cuantificador)) y palabras (para expresar el sustantivo numeral cuantificado): 15 millares; 327 millones, etc.
- Prueba de las palabras anteriormente citadas son sustantivos numerales, y no adjetivos, es que, si se expresa el elemento al que cuantifica toda la expresión, este debe ir precedido de la preposición de: 15 millares de ejemplares; 327 millones de habitantes.
- C) Este método abreviado no es válido para las cantidades expresadas en miles porque mil no es un sustantivo (la forma sustantiva es millar ), sino que forma parte de adjetivos numerales compuestos de dos palabras, en cuya escritura no deben mezclarse cifras y letras; así, no debe escribirse 125 mil personas,
La forma correcta sería 125 000 personas o enteramente en palabras: ciento veinticinco mil personas. d) Asimismo, no resulta apropiado mezclar la expresión y medio/a con numerales escritos con cifras. Así pues, es mejor escribir 3,5 (o 3.5) millones de bolívares o tres millones y medio de bolívares que 3 millones y medio de bolívares, En la actualidad conviven dos modelos de expresión de la hora: el que, para numerarlas, divide las veinticuatro horas del día en dos periodos de doce horas (doce diurnas y doce nocturnas) y el que numera correlativamente las veinticuatro horas.1.
- Cuando la hora se escribe con cifras en este modelo, para despejar posibles dudas en su interpretación, se emplean las abreviaturas a.m. (del lat.
- Ante meridiem ‘antes del mediodía’) y p.m. (del lat.
- Post meridiem ‘después del mediodía’), que indican a qué tramo del día corresponde la hora expresada: 4 a.m.
(‘cuatro de la mañana o de la madrugada’) y 4 p.m. (‘cuatro de la tarde’). Para las doce de la mañana se recomienda el empleo de la abreviatura m. (del lat. meridies ‘mediodía’); mientras que a la medianoche le corresponde la expresión 12 a.m.2. MODELO DE VEINTICUATRO HORAS En este modelo, para indicar cada una de las horas se utilizan los números del 0 al 23, o los numerales cardinales correspondientes ( cero, una, dos., doce, trece, etc.).
Presenta la ventaja de que a cada hora le corresponde un número diferente, por lo que, al no haber riesgo de ambigüedad, no se requieren precisiones adicionales. Este modelo se expresa con preferencia en cifras y se usa especialmente en contextos en los que se requiere especial precisión: La sonda espacial fue lanzada a las 18:48 h.
Aunque es menos común su empleo cuando la hora se escribe con palabras, no faltan ejemplos en textos periodísticos y literarios. El sistema de veinticuatro horas es el más adecuado para la expresión en cifras de intervalos unidos con guion: Horario: 8:00-22:00.3.
- USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LA HORA Como principio general, se recomienda escribir la hora utilizando bien palabras, bien cifras, sin mezclar ambas: las diez de la noche o las 22:00.
- Por ello, una expresión combinada como las 10 de la noche, aunque no incorrecta, se considera menos recomendable que cualquiera de las anteriores.
La hora se escribe preferentemente con palabras, y no con cifras, en textos de carácter narrativo o discursivo, ya sean literarios, periodísticos o de otra índole. Se recomienda escribir toda la expresión horaria con palabras cuando, usando el modelo de doce horas, se añadan precisiones sobre el tramo del día al que corresponde la hora indicada.
- También cuando se exprese la hora de forma aproximada, con fórmulas atenuativas como alrededor de, a eso de, en torno a, y pico.
- En cambio, la hora se escribe preferentemente con cifras cuando se utiliza el modelo de veinticuatro horas, así como en todos aquellos contextos que requieren la máxima precisión y economía en este punto, como sucede en horarios, convocatorias, actas, informes técnicos o científicos y, en general, en todos los usos que deban respetar las directrices de los organismos de normalización: El embarque del vuelo finalizará a las 17:35.
Para escribir correctamente la hora utilizando cifras, debe tenerse en cuenta lo siguiente: a) De acuerdo con la norma ISO 8601, para separar los elementos que integran la expresión de la hora deben utilizarse los dos puntos: 13:27, En el uso común, fuera de textos técnicos, es también válido el empleo del punto: 13.27, En cualquiera de los casos, el signo de separación se escribe pegado a los dígitos que lo preceden y lo siguen.
Nunca debe usarse con este fin la coma, signo reservado para la expresión de magnitudes decimales. b) Para expresar la hora en cifras según el estándar internacional de veinticuatro horas, deben emplearse dos dígitos por cada elemento (dos dígitos para la hora, dos dígitos para los minutos y dos dígitos para los segundos, aunque estos últimos se suelen omitir); por tanto, deben incluirse tantos ceros como sea necesario para cumplir esta condición: 03:07 (por las tres de la madrugada y siete minutos), 22:00 (por las diez en punto de la noche), Como se ve en el último ejemplo, las horas en punto incluyen dos ceros en la posición correspondiente a los minutos.
No obstante, en el uso común, fuera de textos técnicos, estos dos ceros pueden omitirse si tras la indicación de la hora se escribe el símbolo h: Su tren llega a las 22 h.
- Es también frecuente prescindir del primer dígito que indica la hora cuando este es un cero: El avión despegó a las 3:07 (o a las 3:07 h).
- C) El uso del símbolo h (‘hora’) tras las cifras que expresan hora es opcional en el formato que incluye dos dígitos por elemento: 17:30 o 17:30 h ; pero, si se prescinde de los dos ceros correspondientes a los minutos en la indicación de las horas en punto -como es frecuente en el uso común-, conviene emplear el símbolo para clarificar que se trata de una indicación horaria: a las 7 h.
Como todos los símbolos, debe escribirse sin punto y separado por un espacio de la cifra a la que se acompaña. d) El uso de las abreviaturas a.m., m. y p.m. que se emplean en el modelo de doce horas para indicar el tramo del día al que corresponde la hora indicada es incompatible con el uso del símbolo h, porque dichas abreviaturas ya explicitan suficientemente que se trata de una referencia horaria.
- MODELOS DE EXPRESIÓN DE LA FECHA a) El modelo de orden ascendente expresa en primer lugar el día, seguido del mes y el año: 27 de noviembre de 2010, 27.11.2010,
- Este modelo es el predominante en el ámbito internacional.
- Al ser también el modelo tradicional y más generalizado en el mundo hispánico, se recomienda su empleo en todos los países hispanohablantes, a fin de mantener la unidad.
b) El modelo de uso habitual en los Estados Unidos de América —y algunas de sus áreas de influencia— sitúa en primer lugar el mes, seguido del día y el año: noviembre 27 de 2010, 11.27.2010, Aunque este modelo tiene cierto uso en Hispanoamérica y cuenta con algunos antecedentes hispanos, se desaconseja su empleo en español, que hoy es achacable al influjo del inglés.
- Presenta además el inconveniente de que, en fechas inferiores o iguales al día doce de cada mes, su interpretación puede ser ambigua, por estar los hispanohablantes más habituados al modelo de orden ascendente.
- Así una fecha como 2.11.2010, que remitiría en este modelo al once de febrero de dos mil diez, sería interpretado por muchos hispanohablantes como indicativa del dos de noviembre, con el consiguiente riesgo de graves malentendidos.
c) El modelo de orden descendente, en el que aparece en primer lugar el año, seguido del mes y el día, es el recomendado por la norma ISO 8601, que fija el formato de intercambio de las fechas expresadas en cifras en documentos de carácter científico o técnico de circulación internacional: 2010.11.27 (por 27 de noviembre de 2010 ).
- El orden descendente presenta la ventaja de ser analógico con la expresión normalizada de la hora (horas-minutos-segundos) y de permitir la ordenación automática de las fechas.
- En este modelo no deben omitirse los ceros si las cifras que indican el mes o el día es menor de diez.2.
- USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LA FECHA El sistema más común y extendido en los textos generales combina el uso de palabras y cifras: el día y el año se escriben con números arábigos, mientras que el mes se indica con su nombre, escrito siempre con inicial minúscula.
Cada uno de los elementos de la fecha se separa utilizando la preposición de: 13 de julio de 2010. Los números que expresan años deben escribirse sin ningún signo ni espacio entre sus dígitos: 1998, 2010. En la datación de cartas y documentos, si se antepone la indicación del lugar o el día de la semana en que se escribe el texto, la fecha se separa de esos otros elementos mediante una coma: Panamá, 8 de abril de 2009; Lunes, 10 de mayo de 2010.
- A fin de abreviar su expresión, las fechas pueden escribirse utilizando únicamente las cifras que indican el día, el mes y el año, separando cada elemento con guiones, barras o puntos, y sin dejar espacios en blanco: 7-7-1962; 7/7/1962; 7.7.1962.
- En estos casos, el año puede expresarse con sus cuatro dígitos o solamente con los dos últimos, omitiendo los que indican el siglo, siempre que ello no induzca a error en su identificación: 27.7.68,
El mes, por su parte, puede expresarse en números arábigos o en romanos, aunque esta segunda opción ( 16-VI-1970 ) es hoy poco frecuente. Cuando el número que indica el mes o el día es inferior a diez, se recomienda no anteponer un cero a la cifra simple, salvo que ello sea necesario por razones técnicas (por ejemplo, en formularios informatizados) o de seguridad (para evitar alteraciones en la fecha en documentos bancarios o comerciales); así, en usos comunes es preferible escribir 5.7.99, 2-9-1940 que 05.07.99, 02-09-1940.3.
- USO DE LAS PREPOSICIONES PARA LA EXPRESIÓN DE LAS FECHAS En la expresión de las fechas se usan las preposiciones a, en y de,
- A) La preposición a se antepone siempre a la indicación del día, tanto de la semana como del mes, cuando introduce un complemento del verbo estar : Estamos a lunes,
- Si se utiliza el verbo ser para expresar la fecha, debe hacerse sin preposición y con el verbo en tercera persona del singular: Es lunes.
También se emplea la preposición a ante la indicación del día cuando este se menciona sin artículo y es complemento de un verbo expreso o sobreentendido: Expido el presente certificado a 3 de enero de 1998, En el resto de los casos, la indicación del día va sin preposición y precedida de artículo: Te llamaré el lunes, B) La preposición en antecede a la indicación del mes; o del año, si este no va acompañado del mes: Estamos en mayo, Hoy debe evitarse, por arcaico, el uso de en inmediatamente delante del día del mes: La ley se aprobó en 3 de mayo ; lo normal, en estos casos, es usar el artículo: La ley se aprobó el 3 de mayo. c) La preposición de se emplea entre la mención del día y el mes, y entre la del mes y el año: Murió el 15 de julio de 1957, También se usa la preposición de cuando se antepone al nombre del mes la palabra mes: Estamos en el mes de septiembre. No es necesaria esta preposición si se antepone a la expresión numérica del año la palabra año, aunque en estilo literario o formal se pone a veces: Murió en el año (DE) 1974.1. LA EXPRESIÓN DE LOS SIGLOS Los siglos se escriben siempre utilizando números romanos: siglo XXI, siglo XII. Los distintos calendarios toman como referencia para el inicio del cómputo cronológico un hecho relevante en la historia de la comunidad que los utiliza. Este hecho marca el comienzo del periodo de tiempo, denominado era, en el que se inscribe el cómputo. En el calendario gregoriano, este hecho relevante es el nacimiento de Jesucristo, de ahí que nuestra era se denomine tradicionalmente era cristiana, aunque también recibe el nombre de era común por su empleo generalizado en el mundo occidental. En nuestro sistema de datación, cuando es necesario especificar si el siglo indicado es anterior o posterior al momento de inicio del cómputo, se utilizan abreviaturas convencionales a. de J.C., a. de C., a.J.C, o a.C, (‘antes de Cristo’), a.n.e. (‘antes de nuestra era’), a.e.c. (‘antes de la era común’) y d. de J.C., d. de C., d.J.C. o d.C. (después de Cristo’), d.n.e, (‘después de nuestra era’), d.e.c. (‘después de la era común’).2. LA EXPRESIÓN DE LAS DÉCADAS En español, las décadas, esto es, los periodos de diez años referidos a cada una de las decenas de que se compone un siglo, se expresan preferentemente utilizando los numerales cardinales que designan cada decena, siempre en singular ( los años veinte, la década de los treinta, los cuarenta, pero no los cuarentas ). Aunque siempre es preferible el empleo de numerales cardinales también pueden expresarse las décadas con cifras: Aprovechamos todo los periódicos de la ciudad de los años 20. Puesto que el numeral con que se expresan las décadas debe usarse siempre en singular, no son admisibles, si la década se escribe con cifras, fórmulas como los 30s o los 30’s, copiadas del ingles.3. LA EXPRESIÓN DE LOS AÑOS Exceptuando la posibilidad de que se utilicen números romanos, los años se escriben siempre con números arábigos: año 977, 1998, 2010. La mención de un año también puede realizarse únicamente con las dos últimas cifras: Cuando murió su padre en el año 95. En español es innecesario y desaconsejable escribir un apóstrofo para indicar la supresión de las dos primeras cifras de un año, uso debido al influjo del inglés y que suele aparecer en la mención de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años: Barcelona’92 (en referencia a los Juegos Olímpicos celebrados ese año); español basta con las dos últimas cifras: Barcelona 92. Para indicar los años anteriores y posteriores al momento del inicio del cómputo de nuestra era, si esa previsión resulta necesaria, pueden utilizarse las mismas abreviaturas convencionales que se han mencionado en relación con los siglos: 211 a.C., 123 d.C., 45 a.n.e. No se considera adecuado expresar los años anteriores a la fecha de inicio del cómputo de nuestra era extrapolando la pauta de escritura de los números negativos en la notación matemática, esto es, anteponiendo el signo menos a la cifra del año: En -202 Escipión derrotó a Aníbal. En la datación de cartas y documentos es frecuente, que antes de la fecha, se mencione también el lugar en que se escriben. En estos casos, se pone coma entre el lugar y la fecha: Quito, 21 de febrero de 1967, También se escribe coma entre el nombre del día de la semana y la indicación del día, mes y año: Hoy es sábado, 18 de agosto de 2001. Es incorrecto escribir con punto la expresión numérica de los años: 1.992, 2.011, Un porcentaje es la expresión de un tanto por ciento, esto es, del número de unidades consideradas en relación con un total de cien. Para la expresión de los porcentajes debe utilizarse siempre la fórmula por ciento o el símbolo correspondiente a esta locución (%): Comparten las tareas del hogar al cincuenta por ciento; Contiene el 60% de la dosis diaria recomendada de vitamina C. En la expresión de los porcentajes ha de utilizarse siempre la fórmula por ciento: «En un noventa por ciento se trataba de desempleados de larga duración»; no se considera correcto, en estos casos, el uso de la forma apocopada cien: el noventa por cien, El uso de la locución por cien solo se considera correcto cuando el porcentaje expresa la totalidad. Para ese caso, son igualmente válidas las expresiones ciento por ciento (preferida en América), cien por ciento y cien por cien (preferida en España). La locución por ciento debe escribirse siempre en dos palabras. La escritura en una sola palabra es válida únicamente para el sustantivo masculino porciento (‘porcentaje’), que se usa sobre todo en el español caribeño. Mientras que la locución por ciento puede acompañar tanto a cifras como a palabras, el símbolo % solo debe emplearse cuando el porcentaje se escribe con cifras; en consecuencia, no es correcto usar el símbolo % si el porcentaje se expresa con palabras: el trece% de los encuestados, En cambio, no se considera incorrecto usar la locución por ciento acompañada de cifras: Solo se gastó un 2,3 por ciento del presupuesto. En cualquier caso, lo más aconsejable es escribir los porcentajes enteramente con palabras ( el trece por ciento ) o con cifras acompañadas del símbolo % ( el 13% ). El símbolo % se lee siempre >, excepto si aparece en la expresión 100%, caso en el que puede leerse también >. Se recomienda no separar en líneas de textos diferentes los elementos que integran la expresión de los porcentajes, se escriban con cifras o con palabras: 3 / %, tres / por ciento, tres por / ciento. No debe dejarse espacio de separación entre el número y el signo %. No debe usarse el signo % cuando el porcentaje se expresa con palabra: el tres %, Es incorrecta la apócope del numeral uno y sus compuestos cuando no van antepuestos a un sustantivo; por tanto, no debe decirse el treinta y un por ciento, sino el treinta y uno por ciento,1. USO DE PALABRAS O CIFRAS EN LA ESCRITURA DE LOS PORCENTAJES Cuando el porcentaje corresponde a un número inferior a diez, puede escribirse tanto con cifras como con palabras: Un 8% de los alumnos nunca acude a la biblioteca o Un ocho por ciento de los alumnos nunca acude a la biblioteca. La escritura con cifras es más frecuente en los textos de carácter científico o técnico. En cambio, los porcentajes superiores a diez se escriben casi exclusivamente con cifras, tanto por corresponder a números que se expresan en su mayoría con más de una palabra como por el hecho de ser las cifras de más fácil y rápida interpretación: Solo el 38% de la población participó en los comicios, La escritura de porcentajes superiores a diez enteramente en palabras solo es normal en documentos de carácter financiero, administrativo o legal (cheques bancarios, letras de cambio, contratos, etc.) en los que la expresión con palabras deba acompañar a la cifra para evitar toda posible confusión o manipulación: El deudor declara que es propietario del 47% (cuarenta y siete por ciento) del capital social. Puesto que los números formados por una parte entera y una decimal se escriben con cifras, así deben escribirse también los porcentajes decimales, aunque correspondan a números inferiores a diez: >. Pero también pueden escribirse con palabras en textos de carácter financiero, administrativo o legal con el fin de evitar equívoco o manipulaciones: >.2. LA COORDINACIÓN DE PORCENTAJES ESCRITOS CON CIFRAS Cuando en un enunciado aparecen varios porcentajes coordinados, el símbolo % suele colocarse tras la última cifra: Entre el 85 y el 95 % de la población se mostró en contra de la medida. No obstante, en documentos de carácter científico-técnico es preferible repetir el símbolo tras cada una de las cifras para evitar toda posibilidad de confusión: Entre el 85% y el 95% de la población se mostró en contra de la medida. En los intervalos de porcentajes escritos con guion, lo más indicado es usar un solo símbolo colocado al final: 20-25%.3. EL TANTO POR MIL En determinado tipo de textos, especialmente en los de carácter estadístico o financiero, se expresan a menudo tantos por mil, en lugar de tantos por ciento. Un tanto por mil indica el número de unidades consideradas en relación con un total de mil. En estos casos, tras la expresión del número concreto de que se trate (que puede escribirse con palabras o con cifras), se emplea la locución por mil o, más raramente, por millar : >. Cuado el tanto por mil se escribe con cifras, es habitual usar el símbolo ‰: La alícuota general del impuesto será del 4 ‰ para los créditos. Aunque la forma habitual de referirse a este tipo de expresiones es mediante la locución sustantiva tantos por mil o tantos por millar, en algunos países de América se emplea también el sustantivo pormilaje, creado por analogía con porcentaje, (Fuente: Diccionario panhispánico de dudas y Ortografía de la lengua española ) /td> /td>
¿Cómo se escribe y se lee un número?
Lectura y escritura de números naturales – Para aprender sobre la escritura de números existen algunas reglas base que todo estudiante deberá conocer:
Lo primero es que el número se escribe (en letras) y se lee de izquierda a derecha. Se deberá tener en cuenta el valor posicional de cada cifra, Así se procede a hacer la escritura o lectura del número. Después de la cifra de unidades de millar, se menciona la palabra mil. Las cifras siguientes se agrupan de tres en tres, separadas por un punto (números de más de seis cifras). Cada punto se nombra de acuerdo con si son millones, millares, unidades o decimales.
Ahora un ejemplo con un número de más de seis cifras:
Es importante que los pequeños tengan claros los números del 1 al 10. También facilitará mucho el proceso, si los conocen de diez en diez.
¿Cómo se escribe un número de 7 cifras?
En un número de siete cifras, la primera cifra de la derecha son las unidades, la segunda las decenas, la tercera las centenas, la cuarta las unidades de millar, la quinta las decenas de millar, la sexta las centenas de millar y la séptima las unidades de millón.
¿Cómo se lee un número de 7 cifras ejemplos?
Cuatro millones ciento veinticinco mil quinientos. Seis millones trescientos ochenta y cinco mil doscientos. Ocho millones seiscientos nueve mil diecisiete. Nueve millones treinta y ocho mil setecientos diez.
¿Cómo se escriben los números 16 17 18 y 19?
Del 10 al 99
10 | diez |
---|---|
16 | dieciséis |
17 | diecisiete |
18 | dieciocho |
19 | diecinueve |
¿Cómo se escribe un número en letras con centavos?
$0.50, cincuenta centavos, es un decimal, y representa 50 partes de las 100 partes iguales (centavos) en las que se divide 1 peso. El punto decimal separa los enteros de los decimales. Entonces, $2.25 son dos pesos y 25 centavos o 25 partes de las 100 partes de un peso.
¿Cómo se escribe en letra el número 5472?
¿Cómo escribir 5472 en letras? – El número 5472 se escribe en letras como cinco mil cuatrocientos setenta y dos. Es decir, si se precisa saber cómo tienes que escribir 5472 en letra, ya sea porque se necesita saber como se lee de forma correcta o cómo debe anotarlo de manera perfecta se deberá tener en cuenta que la forma precisa de convertir el número 5472 con letra será cinco mil cuatrocientos setenta y dos,
¿Cómo se escribe el número 37201?
¿Cómo escribir 37201 en letras? – El número 37201 se escribe con letras como treinta siete mil doscientos uno. Es decir, si se requiere saber cómo hay que escribir 37201 en letra, ya sea porque se necesita saber como se oye de manera correcta o cómo debe transcribirlo de manera óptima se tendrá que tener en cuenta que la forma precisa de convertir el número 37201 en letras sería treinta siete mil doscientos uno,
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